¿Puede -realmente- vencer el populismo en Francia?

Corren tiempos difíciles para Occidente. Por ello, buena parte de la sociedad, cansada de la inestabilidad social, económica y política  ha decidido ponerse manos a la obra y revolucionar una política que hasta hace unos años era plana. En definitiva, millones de ciudadanos se han cansado del perfil de los dirigentes que hasta ahora se han alzado como representantes del pueblo.

Solo hay que echar la vista atrás, y los sufragios que han ido sucediéndose en los países desarrollados. Si el voto a favor del Brexit sorprendía a propios y extraños, la llegada de Donald Trump en Estados Unidos vino a confirmar el cambio. En Holanda y Austria, los partidos -considerados como populistas- se quedaron a las puertas de hacerse con el poder, pero la opción de victoria era más que real. 

Y ahora le ha llegado el turno a Francia. Tras una primera vuelta histórica, nuestros vecinos del norte se encuentran ante la difícil tesitura de elegir entre un partido que rompe todas las reglas hasta ahora conocidas, el Frente Nacional de Marine Le Pen, o un perfil mucho más moderado: el de Macron, antiguo ministro de Economía en el gobierno de François Hollande, pero que ahora se presenta por libre.

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Lo que está claro es que el terrorismo lleva más de dos años azotando  de manera especialmente cruenta a los ciudadanos del país galo, donde los ataques se repiten sucesivamente. Por lo que el de la seguridad nacional se ha convertido en un punto clave para estos comicios. Un problema internacional, pero del que Francia está sufriendo consecuencias especialmente negativas. Cabe destacar, en este punto, que la innegable presencia de musulmanes en Francia se debe al pasado colonial en todo el norte de África.

Por ello, no es de extrañar los buenos resultados para el Frente Nacional, que desde su creación ha mostrado una postura similar hacia la entrada de foráneos, pero que -en nuestros días- ha tomado especial relevancia por estos hechos. La pregunta que cabe realizarse en este punto es la siguiente: ¿Podrá Marine Le Pen llegar finalmente a presidir Francia?

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Ahora, todo esta en manos del electorado que voto a cualquiera del resto de opciones políticas. Parece que en este sentido, Macron, que además ha sido el candidato que más votos ha recibido, podría tener cierta ventaja frente a su rival. De hecho, el Partido Socialista ya habría pedido el apoyo para Macron.

Su líder, Benoît Hamon, ya ha dejado claro a sus votantes hacia donde dirigir el voto: «Distingo entre un enemigo político -por Macron- y una enemiga de la República -en alusión a Le Pen».

Tanto Fillon como Hammon han pedido el apoyo a Macron

François Fillon, aunque de corte conservador, y con algo más del 19% del apoyo de los ciudadanos también lo tiene claro: votará al candidato socioliberal, por lo que la postura oficial que manda a sus votantes es la misma. Por su parte, Jean-Luc Mélenchon se ha mostrado más reticente a posicionarse.

Según ha asegurado, debe consultarlo primero con sus bases; por lo que varios representantes del movimiento En Marche!, presidido por Macron, ya se han mostrado decepcionados. Muchos ven en esta situación ciertas similitudes entre ambos partidos, a pesar de situarse cada uno en las antípodas ideológicamente hablando.

Malos precedentes para el Frente Nacional

Lo cierto es que el Frente Nacional no cuenta con los mejores precedentes para acudir a la cita. Jean-Marie Le Pen, padre de la actual candidata, y fundador del partido -tras un sinfín de citas electorales- logró colarse en la segunda vuelta de las elecciones generales francesas en 2002, en la que se enfrentó a Jaques Chirac, y en la que el pueblo le dio la espalda.

Sin embargo, nunca logró su objetivo principal, llegar a convertirse en el Jefe de Estado de la República francesa. Y es que, el discurso de Le Pen, padre, ha estado cargado siempre -como el de su hija, incluso más extremista- de tintes contrarios a la inmigración en el país galo. Entró en política en el año 1956, y se convirtió en el diputado francés más joven en formar parte de la Asamblea Nacional.

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A la izquierda, imagen de un joven Jean Marie Le Pen

Todo hacia indicar, con estos antecedentes; unidos a las distintas distinciones que logró en su labor militar en algunas de la colonias galas como Indochina, Suez o Argelia, que desarrollaría una carrera política fulgurante. Pero no fue así, fundó Frente Nacional en el año 1972; con el que obtuvo estrepitosos fracasos en las elecciones de 1974,1988 y 1995. Años en los que concurrió a la cita.

Puede que ahora sea su hija la que tome el testigo y consiga llegar al lugar al que siempre quiso acceder su padre, o tal vez la historia se repita: ¿podrá luchar Marie contra la maldición de su progenitor?, o  más importante aún ¿de verdad quiere el pueblo francés que alguien como ella llegue al poder? La respueta la tendremos en una semana.