Casi 500 trabajadores de Ence y sus empresas auxiliares han protestado en Pontevedra por la posible pérdida de sus puestos de trabajo, por la inseguridad jurídica en la que se encuentra la concesión en la fábrica. Han querido «llamar a la reflexión», aunque el PSOE ha denunciado que lo han hecho a través de insultos y amenazas.
Los trabajadores han formado una larga fila que ha recorrido las sedes del Ayuntamiento, la Diputación y la Subdelegación del Gobierno, administraciones a las que culpan de la inseguridad jurídica en la que se encuentra la concesión de la fábrica de Ence para poder ocupar los terrenos de Lourizán.
El presidente del comité de fábrica, Ignacio Acuña, ha explicado que con este «acto puramente simbólico» han pretendido «hacer reflexionar a los políticos que toman decisiones detrás de los muros de estos edificios y que, muchas veces, ponen en grave riesgo el trabajo y el futuro de 5.000 personas en Galicia»
En este sentido, la presidenta del comité de oficinas centrales, Ana Cedeira, ha incidido en que «esto afecta a 400 familiasde forma directa que van todos los días a trabajar y a más de 5.000 en toda Galicia». «No solo somos números, somos trabajadores; padres y madres de familia y con nuestro sueldo no juega ningún político», agrega.
EL PSOE DENUNCIA INSULTOS
En el manifiesto leído durante este acto de protesta también se ha insistido en que «en el peor escenario posible, se está hablando de una tragedia para trabajadores y para sus familias, pero también para la ciudad de Pontevedra y toda su comarca».
Los representantes de los comités de empresa han recordado que así se lo comunicaron el pasado miércoles en Pontevedra la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio. «Queremos reunirnos con el presidente del Gobierno, tocaremos los medios que haga falta, iremos a donde haga falta ir», deja claro.
Finalmente, se han referido a «unos políticos que dicen que representan» a la ciudadanía para decirles que: «Estos irresponsables son los que se tienen que marchar, no nosotros».
Por su parte, miembros del PSOE han denunciado que durante el transcurso de esta protesta han recibido «insultos, amenazas y gestos intimidantes».
