Un PSOE bipolar pega nuevos bandazos con el fin del carbón

La descarbonización del entramado energético no se puede detener. Tan solo, como quieren algunos, se puede retrasar el proceso. Pero eso choca frontalmente con la dicotomía entre acelerar el asunto, para mejorar la salud del planeta; o adecuarse a los calendarios oficiales, que suponen (en principio) un menor impacto económico. Y esa dualidad es la que sangra al PSOE en estos momentos.

Los socialistas tienen ideas muy verdes, pero todavía mantienen el bolsillo negro comprometido con el carbón en algunas regiones. Entre las ideas, una de las caras más visibles del partido, y ahora ganándose el sueldo en Europa, José Blanco, aspira a que las renovables hagan acto de presencia masivo lo antes posible.

Así ha dejado constancia de ello esta semana en una tribuna en el diario ‘El País’. El dirigente socialista, entre zarandeos a Donald Trump y esperanzas teñidas de verde, cree que ha llegado la hora de un “compromiso y liderazgo político” para combatir el cambio climático. Además, estima que ha llegado la hora de ponerse “manos a la obra”. Y, por último, asume que estamos en la fase clave para descarbonizar la electricidad.

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Todo eso son las palabras. Los actos que protagoniza el PSOE van en otra dirección. Legítimos, quizá. En Asturias, por ejemplo, defienden que este proceso de descarbonización no debe ser abrupto y de un día para otro. No en vano, en sus cuencas mineras se juegan mucho dinero, empleos, suelos… y votos.

El carbón, sueño negro

Un puñado de horas antes de que José Blanco desparramara doctrina verde desde el potente altavoz que todavía es ‘El País’, miembros de su partidos se aferran al sueño negro de hacer funcionar las centrales térmicas con carbón. Carbón asturiano.

Así, el grupo parlamentario socialista en la Junta General del Principado de Asturias (JGPA) ha registrado una proposición no de ley, para su debate en sesión plenaria, que se opone al cierre de las centrales eléctricas de carbón.

«Oponerse decididamente al establecimiento o asunción por España de cualesquiera requisitos nacionales o europeos que, no siendo necesarios para garantizar los compromisos de España en materia ambiental, pretendan acelerar de forma ambientalmente ineficaz, socialmente injusta, económicamente ineficiente y tecnológicamente precipitada el cierre de las centrales eléctricas de carbón y, en particular, las asturianas”.

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La clave está en esa confrontación entre el “hacerlo ya”, como pide José Blanco; o adaptarse al calendario europeo. Los socialistas asturianos insisten en que las directrices de la Unión Europea establecen unos objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y una hoja de ruta hacia una economía baja en carbono en el año 2050, pero añade que España cumple actualmente con los objetivos, con un mix de generación eléctrica «diversificado y equilibrado», del que forma parte la generación térmica con carbón, tanto autóctono como de importación.

La casa de las contradicciones en el PSOE

La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, que además es una de las cabezas más amuebladas del partido en materia energética, se puso en contacto -a finales de enero- con el presidente asturiano, Javier Fernández, para acelerar el proceso que reconversión económica en las zonas mineras.

Narbona le advertía de que deben trabajar con urgencia para dar respuesta laboral y social a los trabajadores del carbón. Pero la respuesta buena fue la del dirigente socialista hace unos días en una entrevista en la radio. “Lo que pienso es que esas centrales deberían de mantenerse porque puede hacerse sin que España tenga que incumplir las obligaciones contraídas respecto al cambio climático, y porque además su cierre conllevaría un aumento del precio de la electricidad que sería muy, muy gravoso no sólo para los consumidores sino para la industria”.

Con esta respuesta el PSOE queda retratado. Nadie en esa casa tiene muy claro cómo abordar un tema que en Madrid afecta de una manera y Asturias y las zonas mineras, de otra muy distinta. Mientras, la oposición al Partido Popular se basa en no llegar a acuerdos en materia energética, pero sin ofrecer una posterior contundencia en su discurso.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.