¿Podría la productividad del Reino Unido repuntar más rápido de lo esperado?

Jill Ward y David Goodman para Bloomberg

El crecimiento obstinadamente débil de la productividad del Reino Unido podría repuntar más rápido de lo esperado, lo que tendría implicaciones en el ritmo de los aumentos de las tasas de interés, según la creadora de políticas del Banco de Inglaterra, Silvana Tenreyro.

Este lunes, en un discurso en Londres, Tenreyro ofreció una visión optimista de la perspectiva a largo plazo para la productividad, diciendo que las empresas del Reino Unido tienen todos los fundamentos necesarios para estar en la “frontera tecnológica”. Esto les da la posibilidad de ponerse al día con sus pares internacionales, que han visto ganancias sustancialmente más rápidas en los últimos años.

Tenreyro, quien se unió al Comité de Política Monetaria el año pasado, indicó que -si sus pronósticos de noviembre son precisos- la economía probablemente necesitará dos alzas más en los próximos tres años. Esta visión ha sido compartida por otros desde que el Banco de Inglaterra elevó las tasas de interés ese mes a 0,5% desde 0,25%. Aun así, insinuó que un mejor desempeño podría cambiar esa perspectiva.

“Los riesgos para la productividad pueden estar sesgados al alza”

Una salida diferente para el crecimiento de la productividad afectaría esa trayectoria de tasas de política”, comentó Tenreyro. “Aunque estuve de acuerdo con nuestras proyecciones de crecimiento potencial de noviembre, el análisis que he discutido hoy (lunes) me lleva a pensar que -a mediano plazo- los riesgos para la productividad pueden estar sesgados al alza”.

Un mayor crecimiento de la productividad permitiría a la economía satisfacer mejor la demanda sin generar presiones inflacionarias inoportunas, lo que podría reducir la necesidad de una política monetaria más restrictiva. El riesgo de una contracción de la oferta (el primero en una década) jugó un papel importante en el aumento de las tasas de noviembre del Banco de Inglaterra.

Tenreyro mencionó que a partir de diciembre vio “tiempo suficiente” para evaluar la política actual, antes de volver a aumentar la tasa clave.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»45820″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

La debilidad ha perjudicado el desempeño de la economía del Reino Unido desde la crisis financiera, y las expectativas de un repunte no se han cumplido casi todos los años. Si bien ha habido una mejora reciente en la producción por hora, que en el tercer trimestre repuntó por primera vez en más de seis años, ésta sigue siendo sólo 1% más alta que hace una década.

En lo que fue su primer discurso sobre políticas desde que se unió al Comité de Política Monetaria, Tenreyro comentó que -desde la crisis- la fabricación y las finanzas han sido los dos mayores contribuyentes a la desaceleración de la productividad en el Reino Unido. En el corto plazo, la incertidumbre en torno al Brexit mantiene la inversión en niveles relativamente bajos, lo que probablemente obstaculice los pasos necesarios para impulsar el crecimiento de la productividad.

productividad Reino Unido
Bloomberg

“Tendremos que vivir con algo de esa incertidumbre por algún tiempo”, expresó Tenreyro. “Es comprensible que las empresas pospongan algunas de las inversiones y los cambios estructurales necesarios”.

Dave Ramsden, compañero de Tenreyro, dijo el año pasado que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea aumenta el malestar de productividad en ese país. Otros economistas, sin embargo, dicen que el Brexit realmente podría impactar a las empresas para que inviertan más en tecnología y maquinaria que mejoren la producción por hora. Reglas de inmigración más estrictas, que restringen lo que ahora es un suministro casi ilimitado de mano de obra europea, también podrían forzarlos a ir en esa dirección.