Pequeños trucos científicos para ser más feliz

A menudo nos dicen que ser feliz es una opción, sin embargo, muchos de nosotros todavía andan perdidos tratando de encontrar esa opción. Las cifras y las estadísticas nos muestran que hoy en día no somos tan felices como hace 70 años.

Así que, este año, para conmemorar el Día Mundial de la Felicidad que fue el pasado 22 de marzo, los expertos elaboraron una lista de diez pasos para un mejor bienestar, utilizando el acrónimo de “Gran Sueño”.

Según los expertos hacen falta 10 pasos para ser feliz que incluye ser generoso con los demás, entre otras cosas que pasamos a detallar.

1. Dar, ser generoso como paso previo para ser más feliz

Ayudar a otros no solo es bueno para ellos y una buena cosa, genéricamente hablando, sino que también nos hace más feliz y más saludables también.

Dar también nos conecta con los otros, creando comunidades más fuertes y ayudando a construir una sociedad más feliz para todos.

Y no todo es dinero, también podemos dar nuestro tiempo, ideas y energía. Así que si quieres sentirte bien, ¡haz el bien!

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2. Relaciónate

Las relaciones son el contribuyente principal para la felicidad. Las personas con relaciones sociales fuertes y amplias son más felices, más saludables y viven más tiempo.

Las relaciones cercanas con la familia y los amigos proporcionan amor, son muy significativas y apoyan y aumentan nuestros sentimientos de autoestima.

Las redes más amplias aportan un sentido de pertenencia. Así que fortalecer nuestras relaciones y crear nuevas conexiones es esencial para la felicidad.

3. Ejercicio

Nuestro cuerpo y nuestra mente están conectados. Ser activos nos hace más felices, además de ser ideal para nuestra salud física.

Instantáneamente mejora nuestro estado de ánimo e incluso puede ayudarnos a superar una depresión. No todos necesitamos correr maratones, lógicamente, hay cosas simples que todos podemos hacer para ser más activos cada día.

También podemos impulsar nuestro bienestar mediante la desconexión durante unos momentos de la tecnología digital, salir y asegurarnos de que dormimos lo suficiente.

4. Ser conscientes de nuestra propia existencia

¿Alguna vez ha sentido que debe haber alguna cosa más en la vida? Cosas buenas, buenas noticias…Y están justo aquí delante de nosotros. Solo necesitamos detenernos y darnos cuenta.

Aprender a ser más consciente de propia existencia puede hacer maravillas para nuestro bienestar en todas las áreas de la vida, como ir a nuestro trabajo, la forma en que comemos o nuestras relaciones.

Nos ayuda a ponernos en sintonía con nuestros sentimientos y nos impide pensar en el pasado o preocuparnos por el futuro, por lo que sacamos más provecho del día a día.

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5. Nuevos desafíos

El aprendizaje afecta nuestro bienestar de muchas maneras positivas. Nos expone a nuevas ideas y nos ayuda a permanecer curiosos y comprometidos.

También nos da una sensación de logro y ayuda a aumentar nuestra confianza en nosotros mismos y la resistencia. Hay muchas maneras de aprender cosas nuevas – no sólo a través de calificaciones formales.

Podemos compartir una habilidad con los amigos, unirnos a un club, aprender a cantar, jugar a un nuevo deporte y mucho más.

6. Tener clara la dirección hacia la que vamos

Sentirse bien acerca del futuro es importante para nuestra felicidad. Todos necesitamos objetivos para motivarnos y estos necesitan ser lo suficientemente desafiantes para excitarnos, pero deben ser también realistas y alcanzables.

Si tratamos de realizar lo imposible conlleva estrés innecesario.

La elección de metas ambiciosas pero realistas ayuda a dirigir nuestras vidas y nos da una sensación de haberlo conseguido y de la satisfacción cuando las alcanzamos.

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7. Resilencia

La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad. Desde la Neurociencia se considera que las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión.

Todos tenemos momentos de estrés, pérdida, fracaso o trauma en nuestras vidas. Pero la forma en que respondemos a éstas tiene un gran impacto en nuestro bienestar.

A menudo no podemos elegir lo que nos sucede, pero podemos elegir nuestra propia actitud ante lo que sucede.

En la práctica no siempre es fácil, pero uno de los resultados más emocionantes de la investigación reciente es que la resiliencia, al igual que muchas otras habilidades de la vida, se puede aprender.

8. Emotividad

Las emociones positivas, como la alegría, la gratitud, el contentamiento, la inspiración y el orgullo, no solo nos hace grandes en ese momento puntual.

Investigaciones recientes muestran que experimentarlas regularmente crea una «espiral ascendente», ayudando a construir nuestros recursos.

Así que aunque necesitamos ser realistas sobre los altibajos de la vida, ayuda a enfocarnos en los aspectos buenos de cualquier situación: el vaso medio lleno en lugar del vaso medio vacío.

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9. Aceptación

Nadie es perfecto. Pero con mucha frecuencia nos comparamos demás. Vivir con nuestros defectos, lo que somos más que lo que no tenemos, ayuda mucho a ser feliz.

Aprender a aceptarnos a nosotros mismos, arrugas y verrugas…, con todo, y ser más amables con nosotros mismos cuando las cosas van mal, aumenta nuestro disfrute de la vida, nuestra resistencia y nuestro bienestar. También nos ayuda a aceptar a los demás como son.

10. Dar significado

Las personas que dan un significado y propósito en sus vidas son más felices, se sienten vivos y sacan más provecho de lo que hacen.

También experimentan menos estrés, ansiedad y depresión. Pero, ¿dónde encontramos el «significado y propósito»? Podría ser nuestra fe religiosa, ser padre o hacer un trabajo que marque la diferencia.

Las respuestas varían según seamos cada uno de nosotros, pero todas ellos implican estar conectado a algo más grande que nosotros mismos.