Los pelochos miran de cara a la muerte: sin miedo a Google

Mirar el tiempo, saber si hay que llevar pasaporte a Noruega o los estrenos de cine del fin de semana. Hace unos años para saber todo esto se llamaba por teléfono, eran los tiempos de los servicios de información telefónica. Había un pequeño grupo de empresas que, en base a unas tarifas bastantes altas, hacían un suculento negocio. Era época de pelochos. Ahora, con un buscador que sabe todo de nosotros, resisten como pueden.

Y la cosa no es sencilla. Hace unos días MERCA2 se hacía eco sobre el auge de las webs que pronostican el tiempo. Records millonarios en visitas y buenas cifras de negocio. ¿Quién necesita llamar por teléfono para saber si hará sol en Torremolinos? Con dos pinchazos en la pantalla, tendremos todo disponible.

Esto ha tenido consecuencias evidentes. Según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) pertenecientes al último trimestre de 2017, el negocio de la información telefónica cayó a los 3,9 millones de euros. Una cifra considerable, pero lejos de los 5,2 millones de 2015; o los buenos años de hace un lustro.

ingresos pelochos Merca2.es
Fuente / CNMC

Esta situación, como se puede ver en los gráficos, refleja el desuso en este tipo de servicios. Según la CNMC, hace un par de años las conversaciones con los pelochos y demás competencia era de 3,5 millones de minutos. En los últimos tres meses del año pasado apenas se habló 2 millones de minutos.

minutos pelochos Merca2.es
Fuente / CNMC

Por lo que respecta al volumen de llamadas, caída de 700.000 llamadas en los últimos dos años; y, sobre todo, la percepción de que esto puede ir a peor.

llamadas pelochos Merca2.es
Fuente / CNMC

No cabe duda de que se trata de un servicio en total caída. El principal motivo es que ya, casi todo el mundo, tiene un terminal móvil con conexión a internet. Por eso, parece que tan solo ciertos grupos de población de mayor edad son los usuarios de estos números.

¿EL SENTIDO DE LOS PELOCHOS?

3,5 céntimos por segundo. Eso es lo que cuesta ahora mismo llamar al 11888 para solicitar información. Y 3,7 cts/seg más 61 céntimos de establecimiento su la llamada es al 11886 para solicitar información de carácter internacional. Así es como pretender mantener el pie el negocio. Parece difícil.

De hecho, el grupo Hibu, sus dueños, tienen otros negocios en el mundo de la comunicación y el marketing porque asumen que esto está visto para sentencia. Mismo caso que los del 11811, bajo la sociedad Nueva Información Telefónica SAU, que deberán en breve dedicarse a otros negociados.

Muy lejos quedan spots como este:

La inversión publicitaria se ha reducido al máximo. Apenas es residual su presencia en los medios, y a nivel social mucha gente, sobre todo los más jóvenes, ni conocen este tipo de servicios telefónicos. Si quieren saber algo, lo buscan.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.