Emprender y montar un negocio no es tarea fácil. Pero si se trata de hacerlo en España lo es aún menos. Crear una empresa de la nada puede ser una tarea bastante ardua, pero no imposible. Además, las recompensas que puedes obtener una vez estableces tu negocio pueden hacer que el camino recorrido merezca la pena.
Por otro lado, muchos negocios actuales distan mucho de la forma en la que se operaba hace unas décadas, aunque se trate del mismo gremio. Las nuevas tecnologías han llegado para quedarse, y la transición digital de la empresa debe ser una prioridad si se pretende ser competitivo.
No obstante, hay algunos consejos y atajos que te pueden ahorrar muchos problemas y acelerar el proceso. Además, también deberías conocer todos los errores típicos que se suelen cometer para evitarlos y no ser uno más en la lista de los fracasos.
Cómo crear una empresa en España
Errores comunes al crear una empresa
Cuando se intenta crear un negocio, sea una empresa pequeña o grande, muchas personas siguen cayendo en los mismos errores una y otra vez.
Algunos de los más habituales que deberías saber sortear son:
- Incomprensión de tu mercado: si te metes en un mercado, tienes que conocer a fondo el sector para poder introducirte en él con éxito.
- No tener dinero ahorrado: cuando creas una empresa, siempre se necesitan fondos para comprar material, para el local, etc. Antes de emprender, asegúrate de que cuentas con la inversión suficiente.
- Vivir en las nubes: siempre debes mantener los pies en la tierra y ser realista. Eso no significa ser pesimista. Simplemente debes evitar poner el listón demasiado alto o te llevarás un fiasco. Es mejor comenzar por abajo e ir subiendo.
- Creer que eres el único: otro error común cuando se intenta crear una empresa es no estudiar el mercado y olvidarse de la competencia. Se debe analizar muy bien al adversario, no solo para poder ofertar productos/servicios más competitivos, sino porque su experiencia también te puede enseñar mucho.
- No puedes con todo: a veces tienes que buscar ayuda, delegar en los demás. No puedes hacerlo todo. Por muchas ganas que tengas, en ocasiones es imposible y te hará terminar fracasando o retrasando el proyecto. Rodéate de la gente adecuada, tanto socios como proveedores. Además, mantener una buena relación con éstos últimos te puede abrir muchas puertas.
- Desistir: cuando las cosas van mal, o al menor obstáculo, muchos tiran la toalla y se rinden. Pero eso es lo último que se te puede pasar por la cabeza. El éxito es la suma de esfuerzo y dedicación.
- Precios abusivos: algunos piensan que las ganancias vienen de márgenes de beneficios muy elevados, por lo que venden sus productos/servicios a precios muy caros. Eso no solo es la calve, sino que alejará a tus potenciales clientes. La gente busca algo «bueno, barato y bonito».
- Inversores vs clientes: algunas empresas se centran más en satisfacer a sus propios inversores que a sus clientes. El resultado será un fracaso absoluto.
- Subestimar las nuevas tecnologías: si quieres una empresa del siglo XIX, no puedes dejar de lado las nuevas tecnologías. Son herramientas que te pueden ayudar mucho en cuanto a ahorros y competitividad.
