Estos son los otros usos que puedes darle a la aspirina

La aspirina se usa desde hace muchos años para los dolores de cabeza, la tensión de los músculos y el resfriado, gracias a sus efectos antiinflamatorios, analgésicos y anticoagulantes. Se trata de uno de los medicamentos sin receta que más se usan en España.

Se ha comprobado que la aspirina es buena para los problemas de circulación y para prevenir problemas de corazón, como el infarto de miocardio; aunque también tiene otros efectos negativos que debes consultar antes de tomarla.

No obstante, puede que no sepas que además de como medicamento, esta pastilla tiene otras variadas y diversas funciones que pueden ser que te sirvan en algún momento de tu vida. Debo hacer hincapié en que, cuando uses cremas faciales o tratamientos corporales de exfoliación, debes hacerlo con cuidado y suavidad, o el resultado puede ser muy distinto al esperado.

Vigila siempre, antes de usar alguno de estos tratamientos, que no seas alérgico a la aspirina.

Adiós al acné

acné y aspirina para eliminarlo

La aspirina es antiinflamatoria y cicatriza, por lo que es una buena aliada a la hora de combatir los latosos y antiestéticos granos y barrillos provocados por el acné juvenil.

La forma de usarla es sencilla, tienes que hacer una especie de crema o mascarilla. Mezcla las pastillas con zumo de limón. Con esta mezcla harás un astringente y antibacteriano que harán que no salgan más. El limón es un blanqueador, pero tienes que tener en cuenta solo usarlo de noche. Si no lo lavas bien y te da el sol donde queden restos te saldrán manchas en vez de eliminarlas. Existen más recetas, prueba a ver cuál te viene mejor.

Picaduras de insectos

aspirina contra picadura de mosquito

Por los mismos motivos que antes, la aspirina ayuda con la picazón y la inflamación de las picaduras de los insectos.

La forma de usarla es deshacer una pastilla en un poco de agua hasta que formes una pasta. El resultado lo untas en la roncha y esta hará que no se infecte y que desinflame.

Exfoliante para los labios

aspirina para exfoliante labios

Gracias al ácido acetil salicílico, la aspirina es útil como exfoliante y protector labial. Si la usas, evitas que se creen los molestos pellejos y eliminas las células muertas o las grietas.

La forma de hacer la pasta es sencilla: Usas dos aspirinas y las trituras hasta que queden totalmente deshechas. Luego le añades una cucharadita de miel, seis gotas de vitamina E, una cucharadita de azúcar moreno y unos 5 gramos de aceite de oliva.

Cuando hayas logrado formar una pasta espesa, frótala en los labios en forma circular. Déjala unos cinco minutos y enjuágala primero con agua caliente, y después con agua fría. Solo una vez a la semana.

Rebaja las manchas de la piel

manchas de la piel

Las manchas en la cara pueden ser un problema más psicológico que físico. Después de un embarazo, por la exposición al sol y por la edad, salen estas molestas manchas en la cara.

La aspirina, gracias al ingrediente liposoluble que contiene, hace que esas manchas y cicatrices se aclaren. La mezcla que se hace es con yogurt y miel. De ahí se saca una mascarilla que, además de hidratante, es reparadora y dejará tu piel más blanca y suave.

Anticaspa

caspa en el pelo

La caspa es molesta tanto por dentro como por fuera. Hace que te pique mucho la cabeza y luego te deja esas ridículas costras sobre los hombros. Para solucionarlo, puedes crearte un anticaspa casero. Cuidado con los ojos.

Coge dos aspirinas, tritúralas y mézclalas con el champú que usas habitualmente. Lávalo y frótalo bien. A continuación, enjugarlo y dale el último toque con agua fría. Verás cómo va desapareciendo.

Fuera durezas

aspirina contra las durezas pies

La aspirina también sirve para ablandar las durezas que tengas en los pies. Antiguamente, se echaban aspirinas a un barreño de agua caliente y se tenían los pies metidos un rato hasta que parecían garbanzos. Así luego era más fácil quitarte las durezas.

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Hoy en día se usan siete pastillas y se le añade medio zumo de limón hasta que se forme la ya conocida pasta. Luego ponlas en las durezas y cúbrelas con un trapo mojado que esté caliente durante diez minutos. A continuación, usa una piedra pómez para eliminar las durezas. La aspirina y el limón hace que no tengas hongos, ni se te resequen los pies, y con ello los callos.

Eso sí, cuando acabes tienes que secarlos muy bien y ponerte una crema hidratante. Esto no se hace más de tres veces a la semana.