La nueva política no regenera la parrilla de Castilla-La Mancha Media

José Bono había encadenado cinco mayorías absolutas en Castilla-La Mancha, estaba a menos de dos años de conseguir su sexto triunfo, y decidió sacarse de la manga a finales de 2001 su capricho a imagen y semejanza de Canal Sur: una televisión autonómica.

El presidente castellano-manchego y Rodríguez Ibarra miraban con envidia a la maquinaria audiovisual andaluza y ambos barones socialistas pusieron en pie dos proyectos con la misma estética e intenciones que la televisión que disfrutaba Manuel Chaves.

Jordi García Candau, director general de RTVE en los seis últimos años del ‘felipismo’ en el poder, fue el escogido para articular una parrilla llena de espacios folclóricos musicales, un frenesí de corridas de toros y unos informativos dóciles con el poder imperante.

Candau reclutó a comunicadores que habían sido estrellas en el pasado en TVE (Teresa Viejo, Constantino Romero, Jesús Hermida, Javier Gurruchaga o José Ángel de la Casa), con los que se intentó blanquear una parrilla anacrónica.

EL LEGADO DE GARCÍA CANDAU

María Dolores de Cospedal consiguió romper la hegemonía socialista en 2011 y escogió como máximo responsable de Castilla-La Mancha Televisión a Nacho Villa, ex director de informativos de COPE y especialmente cercano a Génova 13.

Castilla-La Mancha
Nacho Villa fue el hombre escogido por Cospedal para regenerar Castilla-La Mancha Media.

El periodista levantó alfombras y se encontró un erial: 43 directivos, un contrato de 20.000 euros mensuales con Teresa Viejo, unos gastos anuales en retransmisiones taurinas de 1,8 millones de euros anuales, unos acuerdos con el controvertido productor José Luis Moreno para elaborar galas por valor de 800.000 euros y hasta un jardinero que se embolsaba 6.000 euros mensuales.

No era un libro de caballerías de los que volvieron loco a don Quijote. Era una dura realidad que Nacho Villa prometió paliar con varias medidas: recortarse un sueldo más de un 20%, disparar la producción propia, cortar contratos millonarios y despedir a estrellas con sueldos de muchos ceros.

EL LEGADO DE NACHO VILLA

Cuando los castellano-manchegos echaron a Cospedal tras una sola legislatura se encontraron la verdad de Nacho Villa, denunciado por manipular contra García Page con imágenes antiguas del Tajo a su paso por Toledo y condenado por no respetar el derecho sindical.

Y la realidad era que el periodista había hundido la audiencia, se habían disparado las denuncias por manipulación y se encontraron 500 apuntes contables sin justificar y otros 1.000 que incumplían la normativa interna.

¿Los más jugosos? 6.000 euros gastados en alcohol; la retirada de 2.700 euros sin justificación; el pago de varias habitaciones en una misma noche a nombre del periodista; dos VISA Oro disfrutadas por Villa a las que se le habían cargado 136.000 euros en restaurantes, supermercados y tiendas de decoración; y un Luis Vouitton de 235 euros.

También se habían pagado facturas telefónicas donde se evidenciaba que Villa llamó más de 300 veces a la entonces corresponsal de la cadena en Hong Kong. El corresponsal en Bruselas, que trabajaba más por cubrir todo lo referido a las ayudas agrícolas, tuvo más suerte: solo recibió 2. ¿Cómo no iba a bajarse el sueldo Villa si acabó viviendo como un sultán?

CASTILLA-LA MANCHA MEDIA PESCA EN CANAL SUR

Emiliano García Page recuperó hace tres años el poder para el PSOE en la región con el apoyo imprescindible de Podemos y escogió a la hasta entonces directora de antena de Canal Sur, Carmen Amores, como máxima responsable de la Corporación castellano-manchega.

Su primera gran decisión fue contratar a Índaloymedia, productora fundada por Juan Y Medio, para que adaptase el famoso Tinder para jubilados vespertino que emite con éxito Canal Sur con Ramón García al frente.

‘En compañía’, que así se llama la adaptación, ha resultado el mayor éxito de audiencia pese a las dudas que suscita que contenidos de ese nivel sean los más propicios en una cadena pública que tenga intención de ejercer de servicio público.

LA NUEVA POLÍTICA NO CAMBIA LA CADENA

En verano del año pasado Podemos decidía por sorpresa entrar en el Gobierno castellano-manchego y su líder, José García Molina, se convertía en el nuevo vicepresidente del Ejecutivo. El líder morado colocaba a Julio Pérez del Campo al frente de su gabinete.

Y solo ocho meses después Castilla-La Mancha Media estrenaba ‘Tercera pantalla’, un debate político con una audiencia muy baja que realizaba El Retorno Producciones, para la que Pérez del Campo ha realizado hasta dos documentales.

Pese al fracaso de la tertulia, la citada productora ha tenido suerte al estrenar esta temporada el espacio divulgativo de salud ‘Equipo S’. Carmen Amores, evidenciando que quizás no le gusta que le impongan los proyectos ‘desde arriba’, admitió sobre ‘Tercera Pantalla’ que los partidos políticos escogían a los contertulios.

Castilla-La Mancha
La entrada de Podemos en el ejecutivo castellano-manchego no ha conllevado una renovación de Castilla-La Mancha Media.

Quizás por eso, explicaba, tenían «el uno y medio por ciento de audiencia: vamos, que la gente está que no duerme para ver por la noche el dichoso ‘Tercera Pantalla'». Al menos El Retorno Producciones es una compañía autóctona, por lo cual se evita el trasiego de los tertulianos y productores madrileños más avispados.

Pero la cercanía de la productora con la mano derecha de Molina no parece lo más presentable para regenerar una cadena de televisión cuyo modelo está desfasado pese al éxito de Ramón García, que reina en la sobremesa con ‘En compañía’.