El neumático fuera de uso sigue rodando: moda, asfalto, combustible…

La recogida, gestión y tratamiento de residuos es otra de las actividades esenciales que no ha parado durante este alargado estado de alarma. Los neumáticos fuera de uso (NFU) que se acumulan en los diferentes puntos de generación, mayoritariamente talleres, repartidos por toda la geografía española, son parte de estos residuos tal y como recoge el apartado 18 del Real Decreto-ley 10/2020.

Pero su tiempo fuera de uso tiene poca vigencia. Su composición natural, -petróleo y caucho-, y su elasticidad, baja densidad y capacidad de aislamiento convierten al neumático en un material altamente aprovechable. Triturado para combustible en cementeras o granulado para parques infantiles, césped artificial, carreteras o moda…Al final, lo único para lo que no sirve el neumático reciclado es para fabricar neumáticos nuevos.

“Evidentemente las peticiones de recogida han descendido fuertemente al igual que lo ha hecho la actividad de los talleres, pero aun así atendemos una media de más de 100 peticiones diarias”, explica a MERCA2 Gabriel Leal, director general de Signus Ecovalor, la entidad encargada en España de garantizar la correcta gestión medioambiental del neumático al final de su vida útil.

“Signus realiza más del 90% de las recogidas en talleres, pero también recoge en organismos oficiales y flotas” afirma Leal, “en los puntos limpios también siempre que cumplan las normas establecidas para ello y lo hace de manera muy puntual y, en estos momentos, en muchas comunidades autónomas están cerrados”, afirma.

RESIDUO NO PELIGROSO

El neumático fuera de uso es un residuo no peligroso. Su contaminación es principalmente visual, por el gran volumen que ocupa y porque amontonar un gran de número de neumáticos de manera incontrolada conlleva la acumulación en su interior de agua de lluvia, convirtiéndose así en reservorio de larvas e insectos que puede derivar en foco de enfermedades, hasta afectar a la salud pública.

Los incendios de los depósitos de NFU son normalmente intencionados, por lo que no se registran con frecuencia. Eso sí, generan emisiones de sustancias tóxicas a la atmósfera y su extinción resulta complicada dado el alto poder calorífico de este residuo. Desde 2006 el depósito indiscriminado de neumáticos en vertederos está prohibido, por eso, la labor de gestión y reciclaje o valorización energética es tan importante.

INTERESANTES CARACTERÍSTICAS

Los neumáticos que recoge Signus se gestionan y se reciclan adecuadamente convirtiendo un residuo en un recurso de interesantes características técnicas -elasticidad, baja densidad y capacidad de aislamiento-, económicas y ambientales.

En términos de sostenibilidad, un elevado porcentaje del material que compone un neumático procede de fuentes naturales como es el petróleo y el caucho natural. Además, la transformación del neumático en materia prima de segundo uso supone un menor consumo de energía que la fabricación de un producto a partir de materiales vírgenes.

Otra de las curiosidades de los neumáticos es que no sirven para fabricar neumáticos nuevos, por lo que el final de su vida útil se centra en la fabricación de materiales reciclados que sirvan para distintas aplicaciones: triturado –obra civil y combustible en cementeras-; granulado –parques infantiles, césped artificial, carreteras o artículos de moda-; acero -se recicla en acerías recuperando el acero de su estructura-; y textil -tiene uso como material de aislamiento en construcción pero también se usa aprovechando su poder calorífico-.

ETAPA POSTCOVID-19

“Nuestras demandas siguen siendo las mismas que antes del covid-19”, afirma Leal. Signus defiende la necesidad de seguir desarrollando la Estrategia de Economía Circular implantando medidas que impulsen el uso de materiales reciclados frente a materiales vírgenes, a través de la compra pública ecológica o de medidas de fiscalidad que favorezcan el uso de estos materiales.

Una vez que el coronavirus ceda paso a una nueva normalidad, Signus mantendrá sus estratategia y funcionamiento a pleno rendimiento. “Confiamos en que el mercado de neumáticos volverá a coger poco a poco la dinámica anterior y seguiremos funcionando como hasta ahora”, comenta el director general de Signus. “La utilización del vehículo particular en los desplazamientos frente al transporte público, el uso de vehículo para vacaciones nacionales y los neumáticos que se hayan visto deteriorados por estar tanto tiempo parados harán que el mercado del neumáticos vuelva a rodar con fuerza”, concluye.

Hasta la fecha la entidad contabiliza más de 1.600 kilómetros de tramos de carreteras asfaltadas con polvo de caucho procedente del neumático. Empresas especializadas en este campo han hecho posible la implantación de esta tecnología que presenta muchas ventajas técnicas y económicas. Las pruebas están ahí, en las carreteras. “Estos kilómetros de carretera forman parte de una nueva generación de mezclas bituminosas modificadas con un producto basado en caucho que en su día fue un residuo, neumático al final de su vida útil (NFVU), pero que se ha transformado en un recurso para conferir a la carretera, una mejora de propiedades que, al final, permiten un aumento de la durabilidad de las mismas y, por tanto, de su vida útil”, manifiesta Leal.

ACTORES EN CADENA

En la gestión de los neumáticos intervienen diferentes actores. Por un lado, Signus como entidad sin ánimo de lucro responsable de los neumáticos que ponen a la venta sus empresas adheridas. Otro de los actores, el productor, introduce neumáticos en el mercado español de reposición, ya sea porque los fabrique, o los compre en otros mercados, y sobre él recae la responsabilidad de garantizar la correcta gestión ambiental del producto que han puesto en el mercado al final de su vida útil, contratando el servicio con Signus como Sistema Colectivo de Gestión.

En el engranaje de las diferentes vidas del neumático también intervienen los gestores, es decir, los que llevan a cabo operaciones con neumáticos fuera de uso (NFU) y cuentan con las autorizaciones administrativas de las comunidades autónomas en las que opera. En este sentido, Signus también está sujeta a la autorización y supervisión de las comunidades y ciudades autónomas, así como del Ministerio para la Transición Ecológica.

Por otro lado, el punto de generación de neumáticos fuera de uso, como consecuencia de su reposición por otros diferentes, tiene la obligación de entregar al gestor autorizado la totalidad de los neumáticos que se generen en su establecimiento para su adecuada gestión.

En este proceso de gestión, también interviene el consumidor que, por el principio de “quien contamina, paga”, tiene que abonar el importe correspondiente a la gestión del neumático que acaba de adquirir y debe exigir ver reflejado en la factura de compra el coste económico de la gestión medioambiental del neumático al final de su vida útil.

Signus Ecovalor es una entidad sin ánimo de lucro creada en mayo de 2005 a iniciativa de los principales fabricantes de neumáticos, con la finalidad de utilizarla como mecanismo con el que todos los productores que lo deseen puedan cumplir con las obligaciones que les impone el Real Decreto 1619/2005. Los socios fundadores de son Bridgestone, Continental, Goodyear, Michelin y Pirelli.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.