Naturgy batió el récord en indemnizaciones por despidos, voluntarios o forzados, de la era Francisco Reynés a lo largo del 2020. En concreto, la gasista española desembolso cerca de 200 millones en concepto de «indemnizaciones por cese», lo que supuso incrementar en más de un 31,3% el mismo registro que un año antes. Un crecimiento notable que estaría impulsado por un nuevo recorte en la plantilla y, especialmente, por la salida de algunos directivos claves en la compañía.
El ejecutivo mallorquín cerró un nuevo año al mando de la gasista plagado de salidas. Una vez más. A lo largo del 2020 abandonaron la compañía más de 1.300 trabajadores -entre prejubilaciones, despidos y externalizaciones- que ha supuesto un récord en desembolsos con 197 millones. Unas cifras a la que, además, se le añade el ajuste ejecutado en la altas esferas de la compañía, donde los sueldos son mayores.
Así, una parte importante de récord en pagos se debe a esa remodelación que Reynés efectuó sobre la cúpula directiva de la compañía. Un cambio que implicó la salida un número importante de ejecutivos de peso, con muchos años a sus espaldas en la firma, con un suculento finiquito. De hecho, algunas de ellas como la de Rosa Sanz y Carlos Álvarez transcendieron a la prensa. Unas salidas que también provocaron que las cifras de remuneraciones medias para este tipo de mandos dentro de la compañía registrasen un incremento notable. Aunque también la llegada de otros tres actores que han ido adquiriendo una gran importancia en el organigrama de Naturgy como son Jorge Barredo, Pedro Larrea y Carlos Vecino.
El baile de directivos ha tenido un reflejo sobre la remuneración. Solo en España los pagos fijos y variables, en valor medio, para los empleados con cargo “directivo” pasaron de 114.090 a 290.484 euros. El récord se alcanzó en Chile donde ese mismo pago alcanzó los 322.482 euros, en mitad de la venta de la filial en el país. Unas cifras que vienen, en parte, explicadas por esas indemnizaciones y también por la reclasificación de las categorías que se hizo de un año a otro, según explicó la compañía en su día.
REYNÉS, TRES AÑOS DE SALIDAS POR MÁS DE 520 M€
La reestructuración de la cúpula directiva, junto a las casi 1.300 salidas, en plena pandemia ha sido una vuelta de tuerca más en el plan Reynés. Una hoja de ruta que se ha guiado por una senda segura: un continuo ahorro de costes que sustente una política de retribución al accionista muy elevada. Y que, además, se está cumpliendo al milímetro. En especial, en lo referente a reducir con fuerza el coste en personal.
Así, en los tres años de mandato de Reynés, entre 2018 y 2020, la gasista ha desembolsado hasta 527 millones de euros en concepto de indemnizaciones por despido. Una cifra que supone un volumen muy elevado. De hecho, significa que uno de cada cinco euros que ha destinado a gastos de personal en ese periodo se ha destinado únicamente a compensar las miles de salidas ejecutadas.
En concreto, Naturgy ha ido reduciendo con fuerza el número de trabajadores en nómina desde la llegada de Reynés. De hecho, desde que aterrizase el ejecutivo mallorquín a la gasista la plantilla se ha adelgazado en un 36,5%, al pasar de 14.718 a 9.335 empleados.
NATURGY PLANEA MÁS AHORROS PARA 2021
Una política que se ha traducido en un ahorro continuado en los costes por personal que asume la gasista. Así, entre 2017, último año sin Reynés, y el 2020 la cifra ha caído en algo más de un 20%, desde los más de 1.000 millones hasta los 798 millones. Aunque en realidad esa cifra es todavía mayor, dado que la del último año viene viciada por el pago de indemnizaciones. Si solo se tiene en cuenta la partida de sueldos y salarios el ahorro supera ampliamente el 30%, una cifra similar al recorte del empleo, al pasar de 751 a 507 millones.
Pero no termina ahí. De hecho, una vez visto el recorrido de las compañía en los últimos años, lo más probable es que rebaje esa barrera de 500 millones en concepto de sueldos y salarios próximamente. Así, para 2021 se seguirá con el plan incentivado de bajas de cara a adelgazar todavía más la plantilla. Aunque no se descartan movimiento más agresivos si la situación económica empeora. De hecho, el pasado mes de noviembre Reynés se reunió con los sindicatos para trasladarles las incertidumbres que rodean a la firma, dada la difícil situación del sector del gas y la creciente competencia en el eléctrico o las renovables.
Además, de cara a incrementar esa eficiencia de costes, Naturgy ha cerrado el traspaso de sus principales áreas no estratégicas a sus socios de referencia como IBM. Así, la gasista vendió a lo largo del 2020, en dos tramos, hasta un 85% de distintas filiales que creó en 2019 en las que incluye las áreas del soporte corporativo, atención al cliente o redes y comunicaciones. Con ello, la firma energética ha logrado sacar de su perímetro de gastos dichas actividades. El proceso se culminará a lo largo de este primer trimestre de 2021, cuando la firma americana tome el poder de la filial tecnológica de la gasista, Naturgy IT.
