Las moratorias se disparan en mayo y aparece la letra pequeña

Las moratorias de hipotecas y crédito al consumo se han disparado en mayo, tal y como preveían los bancos. Muchas familias están ahogadas y se encuentran en una situación vulnerable por falta de ingresos o por haber perdido el empleo, pero no cumplen con los requisitos del Gobierno. De manera que acuden al consuelo de la banca, que aprobó en abril su propia suspensión de pagos de hasta 12 meses para las hipotecas y de 6 meses para los préstamos personales.

El presidente de BBVA, Carlos Torres, señaló en la presentación de sus cuentas anuales, que si se cumplía su escenario macro “de V incompleta” las moratorias se concentrarían en el segundo trimestre del año y a partir de ahí “empezarían a decrecer de manera relevante”.

En la misma línea consejero delegado Caixa, Gonzalo Gortázar, estimó que “a medida que llegara la falta de ingresos” las moratorias sectoriales aumentarían. Y el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri se mostró convencido de que en mayo “crecería el brote de las moratorias”. Y así ha sido.

UNA SOLICITUD CADA DOS MINUTOS

A cierre de abril, los bancos asociados a la AEB habían recibido 113.058 solicitudes bajo el marco de la moratoria sectorial, pero quince días más tarde la cifra subía a 153.813. También ha acelerado el número de moratorias ya concedidas. Frente a las 51.626 operaciones del mes pasado, el 15 de mayo ya se había aplazado el pago de otras 60.000 más (en total 111.242 clientes).

Se puede decir que los bancos de la AEB han recibido 3.333 solicitudes al día, o más de dos cada minuto en los últimos dos meses. En este tiempo, las solicitudes de hipotecas, con el 53% han superado a la de los créditos al consumo (47%).

Asufin ya alertó en marzo, los requisitos del Gobierno eran demasiados y dejaría fuera al 90% de las solicitudes. Hasta la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa destacó en sus resultados que el número de clientes que cumplía los criterios de Real Decreto, eran “reducidos”. La necesidad ha llevado a miles de familias a acudir a la banca, donde los requisitos son menos exigentes, pero los préstamos se encarecen.

LAS EXIGENCIAS DEL GOBIERNO

El Ejecutivo, a través de los Reales Decretos-Leyes 8 y 11/2020 para aliviar la carga financiera de las familias, estableció que los interesados en la moratoria hipotecaria o de crédito al consumo deben estar en situación de desempleo o ingresar un 40% menos.

También, que el conjunto de ingresos de la unidad familiar no supere los 1.613 euros en el mes anterior a la solicitud. Además de que la cuota de la hipoteca, alquiler u otros préstamos, más los gastos y suministros básicos, sea igual o superior al 35% de los ingresos que percibe la unidad familiar.

Y si a consecuencia de la emergencia sanitaria, se ha producido una alteración significativa de las circunstancias económicas de la unidad familiar, de manera que el esfuerzo de la carga hipotecaria en los ingresos del hogar se haya multiplicado, al menos, por 1,3.

Aquel que cumpla todos los requisitos legales puede solicitar el aplazamiento de 3 meses y el acreedor no puede exigir el pago de la cuota hipotecaria, ni de ninguno de los conceptos que la integran (amortización del capital o pago de intereses), ni íntegramente, ni en un porcentaje.

Pero las condiciones son más laxas para los que optan a la moratoria sectorial. Las entidades asociadas a la CECA (CaixaBank, Bankia, Unicaja, Kutxabank…) y los de la AEB (Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter…) ofrecen a los clientes que solo paguen los intereses del préstamo durante los meses de carencia, sin tener que asumir la amortización del principal.

Esto reduce la cantidad que se paga al mes y acabada la moratoria, o se amplía el vencimiento del préstamo (por los meses que se dejan de pagar) o se mantiene el plazo, pero sube la cuota mensual.

LA LETRA PEQUEÑA

Los expertos aconsejaron desde el principio leer la letra pequeña porque hubo personas que descubrieron que sus moratorias implicaban intereses y productos vinculados. Si bien, cada banco se rige por su criterio y puede hacerlo con un préstamo personal, una modificación del préstamo hipotecario u otras fórmulas.

Las asociaciones también alertaron del riesgo “esto solo supone más deuda”, señalaba Asufin hace un mes. Pero la banca se comprometió a que los aplazamientos no tuvieran intereses. Sin embargo los problemas persisiten.

MERCA2 ha tenido acceso a un contrato donde no se han seguido las reglas. Se trata de una chica de 35 años que se encuentra en un ERTE y no tenía pensado solicitar una moratoria para su préstamo del coche. Fue su banco quién le llamó para preguntarle si quería que le pasaran la cuota o prefería acogerse a la moratoria.

Ella optó por la segunda opción porque le ofrecieron no pagar nada (ni intereses, ni amortizar capital) durante seis meses y así se veía más desahogada, pero cuando empiece a pagar (octubre de 2020) la cuota sube de 288,2 euros a 302,83 euros (14,63 euros más) y además le han ampliado el vencimiento del préstamo seis meses, lo mismo que no va a pagar ahora. Es decir, acabará pagando más dinero, durante más meses. En concreto 877,8 euros más.

La moratoria sectorial no puede suponer mayor carga financiera para el cliente, que solo debe pagar ahora los intereses de su préstamo. Y este caso refleja como su entidad ha aprovechado para refinanciar su préstamo.