Metrovacesa suspende por ahora el dividendo ante la incertidumbre económica

Metrovacesa ha decidido dejar en suspenso, hasta la segunda mitad del año, la decisión sobre el pago del dividendo de este año con cargo a los resultados del pasado ejercicio, una medida que toma «por prudencia y con el fin de preservar la tesorería» ante la «incertidumbre» que genera la crisis.

Así lo anunciaron el presidente de la promotora inmobiliaria, Ignacio Moreno, y su consejero delegado, Jorge Pérez de Leza, durante su intervención en la junta general de accionistas, de cuyo orden del día quedó por tanto excluido el punto referente a la distribución de beneficios.

Metrovacesa pagó hace un año, en mayo de 2019, el que fue su primer dividendo tras volver a cotizar después de la anterior crisis, a cuyo reparto destinó unos 50 millones de euros. «En el momento en que haya mayor claridad respecto a las perspectivas económicas se retomará el compromiso con los accionistas de remunerarles con la caja que genera la compañía», indicó el presidente de la inmobiliaria sobre futuros nuevos dividendos.

De igual forma, la inmobiliaria también retiró del orden del día de su junta el punto referente a la aprobación de un plan de incentivos (‘bonus’) a largo plazo para el consejero delegado y su cúpula directiva. En este caso, la articulación del plan se pospone ante la imposibilidad que la crisis supone para fijar los objetivos de la empresa a los que vincular el plan.

Durante la asamblea, celebrada de forma telemática, la compañía participada por Santander y BBVA transmitió a sus socios la «fortaleza» con la que asegura encarar la actual coyuntura.

FORTALEZA ANTE LA CRISIS

Así, Pérez de Leza detalló que Metrovacesa cuenta a cierre de 2019 con una posición de caja de 139 millones de euros, un endeudamiento neto de 78 millones, equivalente al 3% del valor de sus activos (‘loan to value’), y además no cuenta con vencimientos de pasivo relevantes durante este año.

No obstante, la posición de caja de la compañía había aumentado a mayo hasta los 292 millones, gracias a los recursos generados por su actividad y la financiación de 30 millones que la firma levantó el pasado mes de abril. «Estos datos muestran la indiscutible fortaleza, tranquilidad y flexibilidad con que la empresa afronta la situación», subrayó el consejero delegado.

A ello suma, en el plano operativo, la «decidida acción para continuar con el negocio» y la cada vez mayor diversificación del mismo. En este sentido se refirió a las distintas líneas de generación de ingresos más allá de la promoción y venta de viviendas para particulares, como son la venta a inversores para el alquiler, las ventas de suelo o la promoción de proyectos ‘llave en mano’.

La inmobiliaria, que a cierre de 2019 tiene una cartera de ‘preventas’ de viviendas de 2.131 unidades, considera que el conjunto del sector inmobiliario «superará la crisis con solvencia».

«Conforme la economía vaya recuperando su pulso, repuntarán la oferta y la demanda», indicó Pérez de Leza sobre el sector inmobiliario residencial, un sector que considera es «más robusto, más profesionalizado y menos dependiente de financiación bancaria que el existente antes de la anterior crisis».