Sobre el silencio de Mediaset ante el mayor escándalo de la tele española

¿Se imaginan que en un plató de televisión un concursante forzase sexualmente a una compañera sin que los responsables del programa actuasen durante horas? Es o pudo pasar en el programa estrella de Mediaset España, tal y como denuncia una exconcursante de ‘Gran Hermano’, Carlota.

La joven entró en 2017 en el plató más famoso del país, la emblemática casa de Guadalix de la Serra, y denunció por abuso sexual a su compañero Jose María. Llama la atención el escandaloso silencio cómplice del Instituto de la Mujer, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, los partidos políticos y la propia Mediaset.

EL GRAN TABÚ DE MEDIASET

El universo ‘Sálvame’ siempre parece presto y dispuesto a exprimir variados escándalos morbosos en su plató. Pero hay un tema con el que no se han atrevido a entrar: la presunta violación de Carlota, que tras una fiesta supuestamente fue abusada por José María.

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Sede de Mediaset, en Fuencarral.

La concursante ha roto ahora su silencio y ha arremetido contra Telecinco por dejar en la casa durante horas a José María: «Decidieron dejarlo no sé cuantísimas horas a mi lado cuando tenían pruebas suficientes como para sacarlo inmediatamente y una vez fuera decidir qué hacer con él, pero al menos no dejarlo a mi lado ni permitir que se riera en mi cara al decirme que me cuidó. Esa mañana no consigo borrarla de mi cabeza. Saber lo que hizo conmigo y estar con él como si nada…«.

Carlota asegura que en el vídeo que lleva como prueba en el proceso judicial que se celebra estos días «se ve perfectamente que se aprovecha de mí en la habitación». Y asegura que es su cuerpo «el que sale ahí, inconsciente y violado».

SILENCIOS VARIOS EN MEDIASET

La concursante asegura que Mediaset la silenció cuando participó en varias galas del reality-show. Jorge Javier Vázquez, siempre dispuesto a hablar sobre todos los temas en su blog de Lecturas, tampoco la ha enviado un guiño pese a que él mismo presentó la ya célebre edición.

El asunto en los tribunales y la Audiencia Nacional ha desechado tres recursos de apelación que ha presentado el tal José María, al que se le cierne un asunto muy espinoso en plena época de la reivindicación del ‘Me Too’.

LA MIRADA EUROPEA Y LA AMERICANA

El Caso Lewinsky se llevó por delante la reputación de Bill Clinton en Estados Unidos. En Europa no le hubiese provocado ni un rasguño. Por eso ese genio llamado Woody Allen sufre el bloqueo de sus nuevos proyectos en su país y es recibido entre aplausos por Jaume Roures en Donosti.

El puritanismo bisoño estadounidense es motivo de mofas clásicas desde Europa, pero en algunos casos nos llevan varias cabezas por delante. Iñaki Gabilondo, alarmado de que a Plácido Domingo le ovacionen, sancionó verbalmente al tenor en ‘La Sexta Noche’.

El periodista vasco fue rotundo: «Me siento muy entristecido, pero eso no se puede tolerar», ha manifestado (…) Hay dos miradas: la norteamericana mucho más severa, mientras que la europea mucho más condescendiente. En Salzburgo fue recibido con una estruendosa ovación».

Este aplauso atronador a Gabilondo le parece «una imbecilidad. Las cosas no eran como son hoy, pero si tú te colocas detrás de una mujer y le tocas los pechos, te puedo asegurar que tampoco entonces se consideraba normal».

RESPETO A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA… SIN PASARSE DE LISTOS

Es evidente que Plácido Domingo tiene derecho a defenderse al igual que Jose María, que fue expulsado de ‘GH’ por Mediaset. Y también es obligatorio respetar la presunción de inocencia. Pero cuando hasta el propio artista ni siquiera se atreve a desmentir los hechos, «son otros tiempos» parece decir, sobran las ovaciones.

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Foto de la sede de Telecinco. Foto: Mediaset.

Cierto público debe revistar su falta de empatía con las supuestas víctimas en vez de dedicar su tiempo a la ‘high culture’, campo que muchas veces esconde a rebaños supuestamente sofisticados que disfrazan un elitismo alérgico a la denuncia de las bochornosas injusticias que cometen ciertos miembros VIP de su misma clase social.