‘Macho macho man’ y los medios de comunicación 

A nadie se le escapa que los avispados capos del papel se encuentran en una pésima situación económica y es por ello que amarillean sus páginas web mientras mantienen cierta seriedad y rigor en el texto impreso. De ahí que las webs hermanas de los clásicos multipliquen sus coberturas sobre los crímenes mediáticos para hacer negocio. Pero también frivolizan con el tema del machismo para hacer negocio. La ecuación es sencilla: coger a un personaje famoso que haya cometido algunos excesos en entrevistas o tertulias, léase Bertín Osborne, Pablo Motos o Javier Cárdenas, y vender una presunta pregunta machista o una actitud poco decorosa hacia la mujer que en ocasiones no se ajusta a la realidad.

Todos sabemos que la prensa juega un papel esencial denunciado el machismo, pero hay ciertos medios que se dedican a frivolizar sobre el tema denunciando con exceso de postureo algunas inofensivas escenas televisivas para hacer negocio. La guerra del click no tiene cuartel y por eso se utilizan municiones inadecuadas mientras se silencian en el papel, que no da céntimos por visita.

Unos datos que abruman

Según datos oficiales del Ministerio de Interior y Sanidad en España murieron el año pasado 48 personas víctimas de esta derivación del terrorismo llamada violencia de género y 10 de ellas lo habían denunciado. Algo falla en el Sistema. Desde 2003 han muerto 48 mujeres a manos de sus parejas o exparejas, y el año pasado se presentaron 40.000 denuncias cada trimestre, 8 niños fueron asesinados y 27 huérfanos sufren perplejos el terror que les ha dejado sin su madre.

Hace falta Educación con mayúsculas y librar a la sociedad de un machismo reinante en el lenguaje o en ciertas actitudes cotidianas que se tienden a ver como normalizadas. Micromachismos lo llaman, pero el primero que lo advirtió a las grandes masas fue un escritor hoy en día «olvidado»: Karl Marx.

Hay diversas teorías que sostienen que el Dios del Comunismo «no tenía mucho que decir sobre el género y la familia», pero Silvia Federici lo deja claro en la revista ‘Viento Sur’: «El trabajo de Marx ha sido de gran contribución para el desarrollo de la teoría feminista, aunque no se basa en su totalidad en sus pronunciamientos directos sobre el tema. No solo su método histórico materialista ha ayudado a demostrar que las jerarquías e identidades genéricas son constructos (Holmstrom, 2002), sino que su análisis de la acumulación capitalista y la creación del valor ha dotado a las feministas de mi generación con poderosas herramientas para repensar tanto las formas específicas de explotación a las que las mujeres han sido sometidas en la sociedad capitalista como la relación entre sexo, raza y clase (James, 1975)».

Hace algunas semanas algunos medios señalaron como polémico un número del mago Jorge Blass en el programa televisivo de Javier Cárdenas, que sin duda se ha especializado en pisar charcos. Hubo dos problemas con ese asunto: no había rastro de machismo, y el locutor perdió los estribos al insultar a Nacho Escolar, al que culpó de un tema que seguramente ni siquiera había leído: «Vamos a entrar en su Instagram y les vamos a poner la noticia por ejemplo de ‘eldiario.es’ para ver qué les parece que ellos se hayan inventado que arder las redes sociales cuando era mentira, porque Jorge Blass, el genial mago que actúa en el Teatro Poliorama de Barcelona, sacara en el programa a tres chicas con maillot. Son tres chicas bailarinas profesionales, hacen danza, que es como juraría que van las bailarinas».

También se lleva varios bofetones con el titular «machismo» en el periodismo online Pablo Motos, que sin duda no es capaz de mantener su talento demostrado en ‘El hormiguero’ al no saber desmontar ese desafortunado papel creado de «feo liga a chica guapa». 

Los que trabajan de cerca con el showman saben que Motos no es para nada machista, pero algunos periódicos juegan con el tema para rascar clicks mientras omiten esas denuncias en papel. Si Motos es machista, ¿por qué los capos del papel lo relegan a sus webs y no lo denuncian a cuatro columnas en el kiosko?