Qué es lo que atrae a un bebé del pezón de su madre

Los bebés recién nacidos no pueden hacer muchas, pero cuando los colocan en el pecho de su madre, instintivamente gravitan hacia el pezón, para amamantarse.

¿Pero cómo los recién nacidos saben hacer esto?

Un nuevo estudio de científicos italianos sugiere que una razón por la que los recién nacidos se sienten atraídos por el pezón es porque está ligeramente más caliente que el resto de la piel circundante.

Una temperatura más alta del pezón podría hacer que sea más fácil para un recién nacido encontrar la teta materna y podría ayudar a explicar el fenómeno de los recién nacidos de tan solo unos minutos que, de alguna manera trepan hasta el pezón, a lo que los investigadores denominan como «rastreo mamario«, según el estudio, publicado ayer (19 de julio) en la revista Acta Paediatrica.

En el nuevo estudio, los investigadores querían probar la idea de que la temperatura del pezón realmente ayuda a los bebés a encontrar el pezón. Se examinó a 41 mujeres que dieron a luz en un hospital en enero y febrero de 2015. Las mujeres que fueron incluidas en el estudio eran las que tenían la intención de amamantar al niño, que no hubieran tenido problemas durante el embarazo y que estuvieran embarazadas con un solo bebé.

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En el hospital italiano donde se realizó el estudio, la práctica habitual después de que una mujer dé a luz es colocar inmediatamente al recién nacido en su pecho y dejar al bebé allí durante 15 minutos, según el estudio. Durante este tiempo, una comadrona ayuda a la mamá a que su bebé se mueva.

Las madres del estudio fueron examinadas por los investigadores alrededor de 6 horas antes de dar a luz y luego reexaminadas, junto con los recién nacidos, uno y dos días después del parto. Durante cada examen, los investigadores midieron la temperatura del pezón de cada mujer, junto con la temperatura de la piel circundante en su pecho. Después de que nacieran los bebés, los investigadores también tomaron las temperaturas de los labios y la frente de los bebés.

Los resultados mostraron que antes de que las madres dieran a luz, la temperatura de sus pezones era ligeramente mayor que la temperatura de la piel circundante, en promedio, la temperatura del pezón era de 0,2 ºC más alta que la temperatura de la piel circundante. Después de dar a luz, la temperatura del pezón de las mujeres subió más alto que la piel circundante, a 0,5 ºC y 0,6 grados ºC en el primer y segundo día postparto, respectivamente.

Además del aumento en la temperatura del pezón de las mamás, los investigadores también descubrieron que los labios de los bebés estaban más fríos que sus frentes: el primer día, los labios de los bebés estaban, en promedio, 1,2 grados ºC más fríos que sus frentes, y un día después, sus labios estaban 1 grado más frío.

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Esto significa que tanto en el primer y segundo día después del parto, había una diferencia promedio de 1,7 grados entre la temperatura del pezón de la mamá y los labios del bebé.

Que el pezón de la madre se calentara y los labios del bebé se enfriaran sugiere que algún mecanismo puede estar en trabajando para aumentar la diferencia de temperatura entre los dos.

Esta diferencia, escribieron los investigadores, parece proporcionar una «señal térmica» para guiar los labios del bebé directamente al pezón.

Y no es solo la temperatura del pezón es la que está sirviendo como una guía: la estructura también puede ser olida mejor por los bebés. En las investigaciones anteriores, por ejemplo, se ha demostrado que los recién nacidos responden a los olores que se libera naturalmente los pechos de una mujer en periodo de lactancia, y una temperatura más cálida que hace suponer que estos olores sean más fuertes, según el estudio.

El estudio tenía varias limitaciones. Por ejemplo, se necesita una mayor investigación para ver si los medicamentos que se les dieron a las madres durante el parto tuvieron un efecto sobre la temperatura del pezón, han afirmado los investigadores. Tampoco recogieron información sobre ciertos factores que podrían haber afectado la producción de leche de las mujeres, como sus niveles hormonales y estados emocionales, dijeron.