‘La Vida Moderna’: el fenómeno de la SER que se atreve hasta con Juan Luis Cebrián

‘La Vida Moderna’ es «marcar la casilla de la Iglesia con una esvástica», «preguntarle a un taxista por una parada de Uber», «ir a pillar farlopa haciendo running», «gritar ‘invent’ en misa», «practicar la asfixia erótica con un cable de HD», «hacer la extremaunción por los regalos», «desayunar una tostada con aceite de palma», «montar un Paint Ball en Puerto Hurraco», «que un millenial te llame sidoso por haber tenido VHS», «creer que tu abuela habla con manos libres cuando tiene demencia», «ver la petanca con Roja Directa», «hacer match en Tinder con tu hija», «decirle a tu hijo que los niños vienen de Amazon», «follarte a tu hermana porque lo viste en ‘Juego de tronos'», «dosificarte 24 gramos de cocaína en el calendario de Adviento», «hacer la dieta crudivegana para entrar en el traje de luces», «hacer twerk en un examen de próstata» o «que te secuestren y puntuar el zulo en TripAdvisor». Estos son los títulos de varios capítulos del programa de moda que emite la Cadena SER. Paradojas de la vida: las audiencias del programa no brillan demasiado en el EGM, hecho que contrasta con su enorme repercusión social y sus miles de visitas en Youtube. Este espacio que se emite en las madrugadas de la emisora generalista de Prisa nació hace dos años en formato semanal, pero el boom se ha producido esta temporada, cuando la tertulia satírica a pasado a emitirse de lunes a jueves.

La intención original de ‘La Vida Moderna’ fue reírse del contraste entre el mundo rural y las nuevas tecnologías del Siglo XXI, pero sus tres integrantes han hecho evolucionar el formato hasta convertirse en uno de los programas del momento por sus altas dosis de humor negro. El prometedor David Broncano conduce este espacio, que compagina con ‘Loco mundo’ en #0 y con sus colaboraciones en ‘Late Motiv’. A su izquierda se encuentra Quequé, que vuelve a la primera plana tras sus exitosos años en programas como ‘La noche de Fuentes’ o ‘Noche Hache’. Y a la izquierda del jienense aparece Ignatius Farray en su máxima expresión. El cómico canario había conjugado hasta el momento brutales actuaciones en bares y sus papeles en Comedy Central, pero ahora el creador del «fascismo del bueno» abarrota grandes salas, deslumbra con la segunda temporada de la deliciosa sitcom ‘El fin de la comedia’ y llena teatros junto a sus compañeros en el espectáculo ‘La Vida Moderna’ Live Show.

Los tres integrantes de ‘La Vida Moderna’ compatibilizan este proyecto con formatos de #0 de Movistar como ‘Late Motiv’ o ‘Loco mundo’

David Brocano, el chico de moda de la comedia actual (con permiso de su amigo Dani Rovira), reconoce en Ecoteuve que no sabe cómo han conseguido hacer chistes del propio Cebrián en la Cadena SER y no morir en el intento: «Yo creo que hemos ido de cara desde el principio y hemos hecho siempre el programa como hemos querido. Los programas son graciosos y eso ayuda. Creo que si el producto está bien, las cadenas ceden. Y en eso estamos agradecidos, tanto en la SER como en Movistar, que nos dejen hacer porque no es lo habitual». El jienense reconoce «algún toque» inofensivo de los directivos de la SER y Movistar: «Más que por los anunciantes, es un: «Joder, os habéis cagado en aquel señor de allí que no ha hecho nada». Muchas veces hay más problemas de forma. Nos piden que no seamos tan explícitos con términos sexuales, por ejemplo, que yo entiendo que las cadenas eso lo tienen que decir».

El jienense también contextualiza las críticas que recibieron por las bromas sobre el concierto de Ariana Grande, ya que en realidad ni se habló de las víctimas, solo ironizaron con que cualquier evento de la cantante sin consecuencias podría ser calificado como éxito. Sin más. Broncano demuestra una gran altura cómica en sus monólogos en ‘Loco mundo’ y una gran agilidad en sus virales conversaciones con Buenafuente, talento que también demuestra Ignatius. El canario no se cortó a la hora de gritar «fascismo del bueno» cuando la diputada popular Andrea Levy entró en el estudio del programa o ironizar ante Pablo Iglesias, que bromeó con una expropiación de la emisora: «Cebrián, la emisora ya no es tuya». La emisora es de ellos: Broncano, Farray y Quequé.