La innovación también se aplica a la ayuda a los demás

No hay industria, ni actividad que se resista a la innovación. Las entidades sin ánimo de lucro no son menos y ya están aplicando enfoques disruptivos en sus formas de ejecutar proyectos de apoyo a colectivos desfavorecidos. Para fomentar la realización de iniciativas de acción social abordadas desde puntos de vista innovadores y apoyar a aquellas entidades que han encontrado nuevas soluciones a los principales problemas sociales, la Fundación Mutua Madrileña ha incluido la categoría de innovación social entre las que apoyará económicamente en su nueva convocatoria de Ayudas a Proyectos de Acción Social, abierta hasta el próximo 2 de octubre.

Este año, la Fundación Mutua ha ampliado un 33 por ciento la dotación de su convocatoria, alcanzando el millón de euros. El año pasado un total de 37 entidades pudieron beneficiarse de alguna de estas ayudas para poner en marcha proyectos de ayuda a distintos colectivos. En concreto, las ayudas se centran, además de en el apoyo a la innovación social, a la ayuda a colectivos con discapacidad, víctimas de violencia de género, formación y empleabilidad de jóvenes en riesgo de exclusión, infancia con problemas de salud y cooperación al desarrollo.

La pasada convocatoria fue la primera en la que se apoyó la realización de estos proyectos innovadores, no solo por el uso de los avances tecnológicos, sino por su enfoque o forma de ejecución.

Estas son algunas de los proyectos que se apoyaron:

Una app para medir la desnutrición

Cuando se trata de llevar a cabo proyectos en países en desarrollo, el traslado del material puede ser una limitación. Por eso, Acción contra el Hambre ha desarrollado una app de teléfono móvil para permitir un diagnóstico simple y efectivo de la desnutrición infantil aguda severa en un proyecto que llevan a cabo en Senegal.

La ciencia para encontrar un empleo

La metodología STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts and Mathematics) pretende formar de una manera práctica y amena en disciplinas científico-técnicas para las que actualmente hay mayor demanda de empleo. La asociación Famdif/Cocemfe-Murcia ha desarrollado un programa de inserción laboral para personas con discapacidad física u orgánica basado en esta metodología. El objetivo es que los alumnos puedan formarse para encontrar un empleo o desarrollar sus propios proyectos.

La realidad virtual para impartir formación sin riesgo

Otro de los proyectos de innovación social que recibió una ayuda de la Fundación Mutua Madrileña este año ha sido el que ha puesto en marcha Fundación Aspanias Burgos para utilizar la realidad virtual como recurso para el entrenamiento y la adquisición de competencias laborales de personas con discapacidad intelectual. La realidad virtual permite recrear escenarios reales pero controlados, donde los riesgos son menores. Gracias a ella, los trabajadadores podrán aprender y entrenarse en las competencias vinculadas al puesto de operario de gestión integral de residuos en un entorno industrial (retirada residuos de línea, traslado de residuos clasificados a puntos de almacenaje, compactación de residuos, salida de residuos de planta, etc.).

Conocimiento para controlar la pobreza energética

La información puede ser sinónimo de ahorro. La Fundación Ecología y Desarrollo pretende evitar o reducir la pobreza energética y mejorar la calidad de vida de las familias más necesitadas. Para ello, en el proyecto apoyado por la Fundación Mutua se dedican a transmitir a ONG que trabajan con familias en situación de vulnerabilidad energética el conocimiento necesario para realizar un consumo eficiente. Además, les entregan kits básicos de eficiencia (bombillas de bajo consumo, regletas con interruptor, etc.) para que estas familias puedan reducir el importe de sus facturas energéticas.

El bono de impacto social para las personas sin hogar

¿Podría un bono de impacto social (BIS) resolver el problema de las personas sin hogar? Los BIS son un contrato de pago por éxito entre la administración pública y el sector privado. El sector privado financia el proyecto con inversores y, si el proyecto tiene éxito, la administración paga a los inversores la inversión más un plus de rentabilidad financiera acordada previamente. En este caso, el proyecto que lleva a cabo INUIT Fundación con la Ayuda de la Fundación Mutua Madrileña evaluará la viabilidad de esta herramienta de financiación para la atención a 200 personas sin techo.