Kodak: la asombrosa historia de la primera cámara de fotos digital

Kodak es una conocida empresa con sede en Rochester, Nueva York. Esta compañía, fundada en 1892, se llama Eastman Kodak Company, aunque popularmente se conozca solo como Kodak. Desde sus inicios se centraron en el diseño, producción y comercialización de equipamiento fotográfico. Llegó a hacerse muy famosa por sus películas fotográficas, aunque actualmente también cuenta con gran prestigio debido a sus cámaras fotográficas digitales y a sus impresoras digitales.

El nombre completo se debe a George Eastman, un inventor que dio paso a esta compañía como la conocemos actualmente. La palabra Kodak fue creada por él y por su madre. La letra K era la favorita de Eastman, y el resto de letras la hacía corta y fácil de pronunciar en casi cualquier idioma.

Su primer éxito fueron sus carretes de papel de 1888, sustituyendo a las placas de cristal que se empleaban en fotografía hasta la fecha. Posteriormente también cobró fama por otros inventos como la cámara Kodak 100 Vista con un carrete de 100 fotos circulares que permitían hacer más fotografías de forma rápida.

Durante su actividad, ha tenido un duro competidor, la empresa Polaroid (la famosa por sus cámaras instantáneas). Otro de los grandes de este sector con la que tuvo serias batallas por las patentes años atrás.

Toda la historia tras la primera cámara digital de fotos de Kodak

Cámaras analógicas

Canon RC-250, primera cámara analógica

Antes de la llegada de las cámaras fotográficas digitales de la mano de Kodak, existían las cámaras de fotos analógicas que seguro que recuerdas. Este tipo de cámaras tienen un diafragma y un obturador que se abre en el momento de la foto para dejar entrar la luz y que ésta grabe en un film la imagen capturada gracias a un material fotosensible.

Estas cámaras no tenían la mejor de las calidades en cuanto a imagen, y eran algo toscas en algunos casos. Además, los carretes de film fotográfico eran limitados y solo permitían hacer 12 o 24 fotografías en los casos más comunes. Por otro lado, los carretes no podían sacarse de la cámara en cualquier habitación iluminada, ya que eso suponía el revelado del carrete y la pérdida de todas las imágenes captadas.

Para poder obtener las imágenes, debías acudir a un fotógrafo para que él fuese el que manipulara la cámara y obtuviera las fotografías que debían pasar por un proceso de revelado muy específico, empleando papel fotográfico, y líquidos químicos reactivos, así como un proceso de secado.

Algunas cámaras muy importantes del pasado fueron la Canon RC-250 Xapshot de 1988, como una de las primeras dirigidas a los consumidores no profesionales, o la Nikon QV-1000C. Kodak también haría sus pinitos en este sector, pero no fue hasta la llegada de las cámaras digitales cuando realmente obtuvo la gloria con estos dispositivos.

Con las nuevas cámaras digitales se usaban sensores CMOS o CCD para captar la imagen y las fotografías podían almacenarse en una memoria informática. Sin correr riesgo de que se revelen por la luz y pudiéndolas imprimir tú mismo en casa. Todo un gran paso que inició Kodak con la historia que cuento a continuación…

Isaac R. P.
Isaac R. P.
Escritor y blogger, blogger y escritor. Las letras en libros o en WordPress son mi vida actual. Siempre intentando contar la verdad, evitando la manipulación y el clickbait. Apasionado por contar historias, por escribir artículos de interés y por ayudar.