La realidad virtual alivia el dolor y la ansiedad en pacientes pediátricos

Estar en cualquier otro sitio que no sea un hospital, evadirse de la realidad, imaginarse en un lugar diferente, escaparse a otro mundo… ¿Quién no ha tenido pensamientos parecidos cuando se debe someter a según qué tratamiento médico o técnica invasiva? Más aún si tenemos un diagnóstico cuyo abordaje requiere frecuentes visitas a un centro hospitalario, como una enfermedad oncohematológica, o hablamos de pacientes pediátricos, en los que el miedo a lo desconocido es más difícil de gestionar y las explicaciones racionales tienen pocas opciones de surtir efecto.

Con el objetivo de ayudar a gestionar y sobrellevar mejor estas situaciones, la Fundación Jiménez Díaz y los hospitales universitarios Infanta Elena (Valdemoro), Rey Juan Carlos (Móstoles) y General de Villalba han dado un nuevo paso en su Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria recurriendo a una ya vieja amiga en otros ámbitos que promete grandes beneficios en el hospitalario: la realidad virtual.

Así, la implementación de esta tecnología en los cuatro hospitales públicos gestionados por Quirónsalud en la Comunidad de Madrid es ya una realidad, y en este caso no virtual, para los dos citados grupos de pacientes: los oncohematológicos y los más pequeños de la casa. Concretamente, en los primeros logra mejorar su estado de ánimo durante su tratamiento en el hospital de día o en la unidad de diálisis mediante la generación de una sensación de “distracción” y “relax”, mientras que, en los menores, su uso logra disminuir la percepción del dolor y ansiedad e induce a un estado de relajación durante la realización de técnicas invasivas o tratamientos, al tiempo que favorece una mayor tranquilidad en los familiares.

Para ello, los usuarios podrán acceder de diferentes aplicaciones, según sus edades y preferencias: visitar ese país al que nunca has ido, hacer una expedición por tierras africanas y disfrutar de entornos de relajación, un viaje por el espacio, recorridos por el fondo marino o contenidos lúdicos infantiles, entre un sinfín de opciones que les ayudarán a olvidarse de donde están y relajarse. Conocer y disfrutar de esta nueva técnica de realidad virtual sólo requiere solicitarla a la enfermera responsable en el Hospital de Día, Diálisis, los servicios pediátricos (Urgencias, Hospital de Día y extracciones) o durante la realización de pruebas diagnósticas.

Esta iniciativa de humanización de la asistencia sanitaria repercute, además, no sólo en beneficios para el paciente, que se traducen en más calma, mayor relajación durante el tratamiento o la técnica invasiva, distinta percepción del tiempo y menor percepción del dolor, sino que también supone para los profesionales médicos una mayor satisfacción sabiendo que el paciente mejora su percepción de ambos parámetros.

PROYECTO ViVo PARA PACIENTES DEL EQUIPO DE SOPORTE HOSPITALARIO 

Adicionalmente, esta tecnología se ha incorporado también para pacientes a cargo del Equipo de Soporte Hospitalario de los cuatro citados hospitales, en este caso mediante indicación específica del médico o psicólogo del equipo, en el proyecto ViVo: Viajar, Volar.

Y es que, como explica la Dra. María Herrera, jefa del Servicio de Cuidados Paliativos de la Fundación Jiménez Díaz, “se trata de pacientes muy delicados para los que esta nueva técnica supone un mayor nivel de distracción ante un proceso doloroso, físico y/o emocional, facilitando así alcanzar un estado de quietud interna y relajación, e intentando además disminuir con ello parte de la medicación ansiolítica”.

Esta aplicación paralela del proyecto de realidad virtual -añade la especialista- “se apoya en la teoría de alcanzar un estado de relajación a través de la visualización de espacios y/o personas que favorecen la desfocalización de la atención del paciente paliativo de su proceso clínico”.

“El paciente podrá relajarse, guiado por su terapeuta, ayudándoles a conectar con sensaciones placenteras mediante el uso de las gafas de realidad virtual, con la posibilidad de realizar actividades distractoras mediante estímulos visuales, sin necesidad de realizar movimientos físicos complejos o dolorosos, disfrutando de viajes virtuales personalizados”, apostilla la Dra. Herrera.