Jaume Roures se acerca a El País y mantiene su pulso contra Eduardo Inda

Patricia López, periodista de Público y responsable de la investigación del mismo junto a Carlos Enrique Bayo, descorchaba champán hace unos días en Twitter: «Eduardo Inda vuelve a perder contra Público. Desestimado el recurso que interpuso tras archivar la Justicia la querella que puso contra mi por describir sus artimañas, chantajillos y colaboración con las cloacas del Estado». Este es por ahora el último capítulo judicial y mediático en la guerra entre Público y OK Diario, Jaume Roures y Eduardo Inda. El periódico del productor acusa a Inda de su obscena cercanía con la cuadrilla del comisario Villarejo. Y el periodista señala las posibles corruptelas que salpican a Mediapro por la compra de derechos deportivos y sus presuntas cuentas en paraísos fiscales.

El pasado 24 de febrero Público señalaba que «Villarejo, Inda y Cerdán intentaron un tercer chantaje a la Casa Real con el romance de Juan Carlos y Marta Gayá», basándose en las informaciones del último libro de Ana Romero. OK Diario por su parte también dispara: «Roures creó una offshore en el paraíso fiscal de Tórtola que se suma a la de Panamá» o «Roures fichó al ex alto cargo de la Generalitat que le dio ilegalmente un contrato de 253 millones». El periódico de Inda también hizo sangre de las dificultades de Jaume Roures para emitir los últimos documentales que ha apadrinado: ‘Las cloacas de Interior’ y ‘1-O’, desvelando que Atresmedia rechazó emitir la obra sobre el procés por su discreta factura. También Inda denuncia que desde Podemos, formación cercana ideológicamente a Público, han pedido a Atresmedia y a Mediaset que le echen de sus tertulias.

VILLAREJO Y LA GUERRA SUCIA

El origen del conflicto tiene que ver con el enfado público de Roures con Inda porque OK Diario, entre otros medios, publicaron algunas informaciones sobre líderes políticos relacionados con algunos movimientos que no le son ajenos al productor, Podemos o el procés. Villarejo estaría, según la tesis de Público, detrás de algunas informaciones clasificadas como «dossieres de la guerra sucia».

Pero es cierto que Público en ciertas ocasiones tampoco se ha abstenido de publicar ciertas informaciones poco edificantes: «La Justicia ha dictado el embargo del salario, sueldos y otros ingresos de Eduardo Inda en La Sexta por incumplir sus obligaciones económicas con sus hijos, según la ejecución forzosa difundida por las redes sociales y que ha sido dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Alcobendas (Madrid)».

EL PAÍS NO QUIERE GUERRAS

Todavía colea la información publicada por El País contra Roures, al que acusaron de poseer 250 millones de euros en 150 cuentas, un tercio en paraísos fiscales. Cierto es que el adiós de Cebrián a Prisa podría posibilitar que todas esta guerra quede en un segundo plano. Más dificultades tendrá Soledad Gallego-Díaz para «hacerse perdonar» después de que hace varias semanas El País publicase un reportaje sobre «El negocio de la manipulación española», en el que denunciaba el entramado entre fake news y publicidad de Google para cargar contra varios medios, entre otros Digital Sevilla, por publicar sobre Susana Díaz este tipo de titulares: «La Mr. Potato andaluza: de Jennifer a Susana Díaz», «El extraordinario parecido de Susana Díaz y la mala de Juego de Tronos» o «Tres cosas que tienen en común Díaz y Kim Jong-un».

Llamó la atención este dardo de Goliath contra David después de algunos escándalos recientes del periódico de Prisa: una fotografía en portada de Hugo Chavez agonizando que se demostró falsa, la dimisión de dos redactores a los que quisieron censurar por publicar el trabajo del marido de Soraya Sáenz de Santamaría en Telefónica, el despido o dimisión de varios articulistas en pleno procés o titulares como este: «Cifuentes se hace la rubia con las cuentas del PP».

Pero aun así el periódico de Prisa denunció que las «principales páginas españolas de contenido partidista, sesgado o bulos se lucran gracias a la red de publicidad de Google, la Google Display Network, según un examen de El País», señalando de estas prácticas a OK Diario, ESdiario, Caso Aislado, Mediterráneo Digital y Digital Sevilla. No señalaron a Público, que ha recibido a la nueva etapa de Prisa con una simpatía que no se advertía cuando Cebrián mantenía la vara de mando de El País.