Los inversores olvidan el desafío catalán y apuestan por la economía española

Los inversores internacionales mantienen su apuesta por la economía española y el recrudecimiento del desafío independentista catalán no ha afectado ni a la primera subasta del Tesoro tras el verano ni a la evolución de la bolsa.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha declarado en numerosas ocasiones que nadie creía en una Cataluña independiente porque el proceso iniciado por la antigua Convèrgència y ERC no iba a llevar hasta el final su amenaza de convocar el referéndum y aprobar en el Parlament la ley que lo permite. «No hay nadie fuera de España que se plantee la posibilidad de la independencia de Cataluña», dijo en mayo tras una reunión con el grupo de empresarios que forman el Puente Aéreo.

Las palabras del ministro han sido confirmadas durante los últimos meses por los inversores, que han seguido invirtiendo en empresas del país, en la bolsa nacional y acudiendo a las subastas de deuda pública que regularmente realiza el Tesoro.

Sin embargo, este miércoles los independentistas han dado un paso más en su desafío a la legalidad constitucional y han aprobado en el Parlament la Ley del Referéndum, base jurídica en su hoja de ruta para dar validez legal a la consulta del 1 de octubre. Además, este mismo jueves los independentistas han repetido el mismo mecanismo para aprobar la Ley de Transitoriedad, otro eje del llamado ‘procés’.

Subasta sin sorpresas

Sin embargo, pese a estos nuevos pasos del independentismo catalán, los inversores mantienen su apuesta por la economía española. El Tesoro logró colocar ayer a tipos de interés más bajos 4.780 millones de euros en la primera subasta tras el verano, justo un día después de la convulsa jornada en el Parlament.

En concreto, se han colocado bonos a cinco años y obligaciones a 10 y 15 años a un tipo de interés inferior que las anteriores subastas de estas mismas características, celebradas en agosto, julio y mayo. Incluso los analistas temían más por el hecho de que la subasta se celebraba horas antes de la reunión del BCE -mantuvo los tipos en el 0%- que por el desafío catalán.

Mientras, el índice ibex-35 tampoco sufrió importantes caídas y cerró la jornada con un ligero descenso del 0,06%. El resto de las principales plazas europeas se anotaron ligeros repuntes, inferiores en todo caso al 1%.