¿Qué impacto tienen las fantasías sexuales en tu salud?

Desde la década de los 60 el sexo pasó de ser un tema tabú a estar en palestra como una de las principales actividades del ser humano. De la mano del movimiento hippie también vinieron una serie de investigaciones que se dedicaron a desmitificar muchas de las verdades que hasta ese entonces se tenía sobre la vida sexual, especialmente en el caso femenino. Se pueden tomar como punto de partida los estudios sobre el orgasmo de la mujer, llevados a cabo por William Masters y Virginia Johnson, en base a los cuales pudieron desarrollar terapias para tratar temas como la frigidez y la imposibilidad de alcanzar el orgasmo durante el coito.

Gracias a este y otros estudios sucesores, hoy sabemos que existe una relación directa entre los problemas sexuales y las fantasías sexuales que cada individuo tiene, y en algunos casos, la falta de ellas. Estas son especies de películas que inducen y estimulan el deseo, lo cual desemboca en una sexualidad sana y plena.

Sin embargo, el mayor problema que enfrentan aquellos que sufren de un bajo deseo sexual, son las restricciones sociales que les impiden disfrutar de sus fantasías y llevarlas a cabo. En el pasado se veía restringida por el miedo al embarazo no deseado y las enfermedades de transmisión sexual, pero hoy esos dos problemas son perfectamente evitables utilizando los métodos de prevención necesarios. El tercer factor que ha hecho daño durante años han sido los prejuicios sociales, que hoy en día siguen siendo un factor de peso sobre la mesa.

Pero volvamos a las fantasías sexuales. Con la llegada de internet y toda la ola de aplicaciones para ligar, cada vez son más las parejas que se atreven a discutir entre sí sus deseos sexuales y es altamente recomendable que así sea. Una pareja que es capaz no solo de abrirse en ese aspecto sino de llevarlas a cabo, es una pareja que podrá alcanzar un nivel de entendimiento e intimidad mucho más profundo. También es una pareja que, con seguridad, sobrevivirá a la prueba del tiempo. Tríos, orgías, experiencias voyeur, parejas liberales en Valencia, Madrid o Barcelona; swingers, clubs sexuales y dinámicas sexuales afines ayudan a oxigenar y a desbaratar los tabúes que siguen impidiendo el disfrute pleno de la sexualidad.

Son innumerables las investigaciones científicas que prueban esto. Estudios llevados a cabo por las universidades de Amsterdam, Groningen y Jacobs University Bremen –entre otras-, afirman que las fantasías sexuales y su cumplimiento estimulan la creatividad y enseñan a quienes las anida a ver desde otro punto de vista cualquier tipo de situación, extendiendo el beneficio de las fantasías sexuales hacia la salud humana en general. Después de todo, un cerebro que se mantiene activo, es un cerebro que se mantiene sano.