Hunosa exporta su modelo de calefacción de geotermia con agua de mina

La catarsis de Hunosa sigue su curso. En pleno tránsito hacia una segunda vida de la minería asturiana, el grupo empresarial se transforma como la energía. Tras décadas como referente en un sector estratégico como el carbón, ahora se centra en los servicios energéticos y el medio ambiente. De esta forma, Hunosa también se posiciona a nivel internacional dentro del campo de la geotermia con agua de mina, un área en la que el grupo empresarial tiene como objetivo ofrecer a clientes externos servicios de consultoría para el desarrollo de este tipo de proyectos.

Dentro de esta estrategia de impulso a la energía geotérmica, en concreto para el aprovechamiento del calor del agua con la que se inundan las minas, Hunosa continúa llevando a cabo diversas acciones encaminadas a dar a conocer en los mercados exteriores su experiencia en este campo, avalada por el éxito de los ‘district heating’ (calefacción de distrito) de los pozos Barredo y Fondón -este último en fase de desarrollo-, con la puesta en marcha de sendas redes de calor para el suministro de calor, a determinadas áreas urbanas, de Mieres y Langreo.

La actividad económica entorno al carbón quedó en el recuerdo, pero no la infraestructura que se levantó a su paso, que busca nuevas oportunidades en un contexto de descarbonización. Ahora las principales líneas de negocio de la renovada Hunosa se centran en la promoción económica y apoyo a la empresa como motor de desarrollo del territorio; la oferta de suelo industrial y portal inmobiliario de parcelas, viviendas, edificios singulares y otras propiedades; la comercialización de maquinaria y equipos de la actividad extractiva; y como centro de formación del ámbito industrial, minero, nuevas energías, seguridad y otras materias laborales.

El ‘district heating’ de Barredo ha incorporado al servicio energético al edificio principal del campus universitario de Barredo, a un instituto de educación secundaria y a dos edificios de 250 viviendas. Tras el desarrollo de su segunda fase la red alcanzará una potencia total cercana a los 6MWt.

La apuesta decidida por la energía geotérmica de Hunosa continúa con una segunda red de calor que aprovechará el agua del Pozo Fondón, en el municipio asturiano de Langreo, proyecto que ha resultado adjudicatario de una subvención a cargo de los Fondos FEDER de 1,1 millones de euros para una inversión estimada de 2,2 millones.

Por el momento, esta red de distrito dará servicio al centro de salud de La Felguera, un edificio de viviendas y el polideportivo de Langreo, lista a la que aún pueden sumarse nuevos clientes dada la capacidad de la red.

La eficiencia y los buenos resultados de las iniciativas de Hunosa han despertado el interés de empresas europeas interesadas en replicar estos proyectos en emplazamientos similares en sus respectivos países.

Un ejemplo de la expectación generada lo encontramos en la visita de la delegación de la empresa alemana Tilia GmbH, el pasado mes de julio, a las instalaciones del Pozo Barredo, como parte de los trabajos de un estudio supervisado por el Instituto de Energía y Transporte del Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea con el que se busca ilustrar las mejores prácticas europeas en redes urbanas de calor y frío que utilicen principalmente energías renovables.

En el mismo sentido, a finales de septiembre presentó sus casos de éxito en la jornada internacional denominada ‘Decarbonizing Heating and Cooling: Mine Heat’, organizada telemáticamente por la empresa The Heat Academy, tras el intereses mostrado por UK Coal Authority por desarrollarlos en Gran Bretaña para paliar los enormes gastos de bombeo y tratamientos del agua de mina, incluidos en los denominados “costes eternos de la minería”.

GEOTERMIA: CALEFACCIÓN, REFRIGERACIÓN Y AGUA CALIENTE 

Como recuerda Felipe González Coto, director de Energía, Desarrollo de Negocio e Innovación de Grupo Hunosa (SEPI), en la Plataforma Española Tecnológica y de Innovación en Geotermia (Geoplat), la generación de calefacción, refrigeración, e incluso electricidad a partir de geotermia, resulta una opción energética viable en España, como los demuestran proyectos en funcionamiento a lo largo del territorio.

«La geotermia dispone de capacidad de aportar al mix energético español una energía renovable sólida y versátil con gran potencial para contribuir a las políticas de mitigación del cambio climático que se implementen en España», afirma González Coto. Además, «esta tecnología genera empleo asociado a un modelo productivo basado en instalaciones renovables altamente eficientes».

Paradójicamente, el recurso geotérmico asociado a la actividad minera es un recurso renovable creado de manera artificial. En su estado natural, en la Cuenca Carbonífera Central Asturiana no existen grandes acuíferos. El gran desarrollo minero, que comienza en el siglo XIX, crea una intrincada red de fisuras, galerías y talleres que modifican totalmente el estado natural del terreno.

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Una vez que se decide el cierre de la explotación comienza la etapa de inundación. Este proceso de llenado se produce hasta que se alcanza una cota de seguridad que hay que mantener con un bombeo perpetuo. «Y en eso radica una nueva vida de las antiguas explotaciones mineras: el aprovechamiento del calor de esas aguas bombeadas, como es el caso del Pozo Barredo», explica el representante de Hunosa.

El proyecto geotérmico de Pozo Barredo en Mieres, pionero en Europa, se planteó para aminorar los altos costes económicos derivados del mantenimiento de las actividades de bombeo de agua en los pozos sin actividad. «Se trata de una solución innovadora, un ejemplo de economía circular que crea, a partir de un problema, una fuente de riqueza y recurso sostenible, como así lo ha demostrado el premio otorgado por la IEA en octubre de 2019 en Reykjavik, en sus premios anuales de excelencia, en la categoría de nuevos mercados emergentes», manifiesta González Coto.

Según el directivo de Hunosa, «esta instalación representa el mayor complejo geotérmico de España basado en el aprovechamiento de las aguas de mina para la climatización de edificios que, por sus características tanto en caudal, como en temperatura y calidad, las hace susceptibles para este tipo de usos».

Y, en base a eso, «se trabaja para desarrollar y extender esta línea de negocio en otros municipios de Asturias, incluso más allá de nuestras fronteras, poniendo a disposición de otras entidades internacionales su conocimiento y experiencia», concluye González Coto.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.