La Gran Vía madrileña busca nuevos inquilinos para recuperar las ventas

Los efectos de la pandemia del covid-19 y la ausencia de turistas han empujado a muchos empresarios a cerrar sus negocios. Esto también ha ocurrido en las principales arterias de Madrid, como es el caso de Gran Vía.

En esta mítica calle se han quedado vacíos numerosos locales comerciales que ahora buscan nuevos inquilinos. Este eje comercial se nutre, sobre todo, de turistas extranjeros y visitantes de negocios que aprovechan una breve estancia por Madrid para realizar las compras.

Además, esta vía también ha sufrido el cierre de teatros, quedando atrás la imagen de Gran Vía como una de las calles españolas con más musicales de toda España. Ante la falta de turistas y el auge del teletrabajo en las oficinas de la zona, la restauración ha optado por retrasar su horario de apertura, y es extraño ver un bar abierto antes de las 12 horas del mediodía, algo impensable hace unos meses.

Otro de los efectos de la pandemia es que las tiendas y quioscos se han tenido que reciclar, ya que el producto estrella de este verano es la mascarilla. Y han pasado de los souvenir tradicionales a las mascarillas con todo tipo de diseños. De hecho, algunas de estas tiendas han echado el cierre definitivo en esta arteria madrileña, ya que soportan una renta muy elevada, unos 3.000 euros al año por metro cuadrado, y la ausencia de clientes no les deja margen para subsistir.

Pero la crisis llega para todos y, aunque las grandes marcas como las del gigante Inditex o H&M resisten el golpe, son un termómetro de que la situación no es normal: por ejemplo, no hay ni rastro de las colas habituales a las puertas de Primark, ni se observan decenas de personas paseando cargadas de bolsas.

Es curioso que todas estas tiendas cuentan con guardias jurados en las puertas, pero no para limitar el aforo, que no es necesario porque las instalaciones están vacías, sino para recordar a los clientes que deben echarse el gel hidroalcohólico en las manos.

Lejos quedan los datos del informe que sitúan a España como el segundo país con mayor tránsito de peatones en sus calles comerciales, y sólo Reino Unido lo supera. Dentro del Top 10 de las vías con más afluencia de Europa, la Gran Vía madrileña se posiciona como la calle española más transitada y la tercera de Europa, con una media diaria anual de 16.741 peatones. Los dos primeros puestos los ocupan dos calles londinenses con unos 19.000 peatones.

LOCALES CERRADOS

Según ha podido saber MERCA2, hay varias comercializadoras encargadas de buscar nuevos inquilinos para los locales que se han quedado vacíos en esta calle, la mayor parte de ellos habían sido anteriormente comercios de souvenir o restauración.

Además, fuentes del sector aseguran que se han cerrado más locales en la parte de Gran Vía dirección hacia Plaza España, que se posiciona como la parte más económica de ese eje comercial.

En concreto, el más llamativo de todos es el antiguo local que albergó el primer McDonald´s en Gran Vía 52, esquina con calle de Silva, que cuenta con unos 620 metros cuadrados de superficie.

Según la cartelería, la comercialización corre a cuenta de la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield, pero ya el pasado mes de mayo trascendió que este inmueble fue arrendado por un operador internacional asiático, cuyo nombre no salió a la luz por motivos de confidencialidad. Pero se desconocen más detalles.

Un poco más arriba, en los bajos comerciales del Palacio de la Prensa, justo enfrente de la parada de Metro de Gran Vía, hay dos locales de dimensiones más reducidas que también se alquilan: uno de ellos de la mano de Savills Aguirre Newman.

Por otro lado, también hay que recordar que hay obras que se están retrasando. Es el caso de las obras ya iniciadas en el bajo comercial donde se había situado el Cine Rex. Cerrado desde 2008, los planes de la multinacional francesa AXA, propietaria del edificio, se centran en destinar los antiguos cines a uso comercial, pero aún no se desconocen más detalles.

Otro de los retrasos más sonados en la zona es la construcción del primer hotel de Cristiano Ronaldo en Madrid, en el número 29 de Gran Vía. Así, el futbolista luso continúa con los planes de expansión de su cadena hotelera Pestana CR7.

Los expertos en retail consultados por este medio coinciden en que el interés de los ejes comerciales “continúa vivo» a pesar del parón por la crisis del coronavirus, y confían en la reactivación del mercado en las calles más comerciales a medida que se vaya estabilizando la situación.