Ford exige, Europa no da: las amenazas de la multinacional estadounidense

Este 2018 no está siendo un buen año para Ford. El inventor de la producción de vehículos en cadena no ha sabido adaptarse a un sector tan competitivo. Sus beneficios han disminuido más de un 40% y sus principales mercados no registran buenos datos. Europa y Asia solo dan malas noticias. Parece que Estados Unidos es la única región donde todavía sus clientes continúan confiando en la compañía. Es por esto que la dirección exige a su filial europea más. Pretende que la firma vuelva a ser rentable a partir de 2019 o sino tomará “decisiones difíciles”. Una amenaza que no ha sido bien recibida en el ‘Viejo Continente’.

La decepción de Ford es un hecho. La dirección de su sede europea ha trasladado a sus empleados que la alta dirección estadounidense está insatisfecha con las pérdidas en Europa y “está perdiendo la paciencia”, según ha asegurado el Comité de Empresa Europeo de Ford (FEWC, por sus siglas en inglés).

Y es que el beneficio antes de intereses e impuestos en Europa en el primer trimestre de este año descendió un 43%, hasta 119 millones de dólares (102 millones de euros). Sin embargo, en el segundo cuatrimestre fueron todavía peores. Ford perdió 73 millones de dólares (63,1 millones de euros). Mientras que, en el mismo periodo de 2017, había ganado más de 100 millones de euros. En este sentido, la empresa ha señalado que espera un Ebit negativo en Europa para final de año.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»86010″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

“El equipo está tomando decisiones difíciles para aumentar los rendimientos de nuestros activos. Este profundo rediseño llevará tiempo, pero iremos comunicando las decisiones que vayamos tomando”, señaló este verano el director financiero de Ford, Bob Shanks. Y así fue. La firma debe volver a ser rentable en Europa a partir del año que viene. Además, a medio plazo, debe alcanzar un beneficio antes de intereses e impuestos del 6-8% de las ventas. Hasta que no se alcance este objetivo no habrá nuevas inversiones en el ‘Viejo Continente’. Esto hace que no haya perspectivas de futuro para la compañía, según explica el comité de empresa.

“Como acción a corto plazo para lograr rentabilidad, el ‘ataque’ a los costes está ahora en marcha. Desde el punto de vista de la sede europea los costes laborales están, por supuesto, una vez más en la primera página de la agenda”, han denunciado los sindicatos. Es por ello que el FEWC pide “cambios en la estructura de costes» y que la compañía no culpe a los trabajadores “por los numerosos errores cometidos por la alta dirección a lo largo de todos estos años”.

LAS VENTAS DE FORD EN CAÍDA LIBRE

Ford no está registrando un buen año. Las ventas mundiales de la marca estadounidense no dejan de caer. En el primer trimestre, sus matriculaciones disminuyeron un 2,4%, hasta 1,66 millones de unidades. Este porcentaje aumentó en el segundo trimestre, cuando sus entregas descendieron un 9,5%, hasta 1,49 millones de vehículos.

Ni siquiera América del Norte cosechó buenos resultados. Entre abril y junio, la marca vendió en esta región cerca de 742.000 coches, un 8% menos. Esto es debido, en parte, a un incendio en la planta de un proveedor de componentes, que paralizó la fabricación en varias plantas.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»85745″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

Por otro lado, en lo que va de año, Ford vendió en toda Europa 1,16 millones de automóviles. Esto supone un 2% menos que en los primeros nueve meses de 2017. Reino Unido, el principal mercado de la marca a este lado del Atlántico, registró un descenso de las ventas de más de un 6,6%, hasta 306.100 unidades.

EL “ARCAICO” FORD ACENTÚA SU CRISIS EN LOS MERCADOS

Tras unos buenos resultados en 2017, este año Ford todavía no ve la luz al final del túnel. El anterior ejercicio, la marca obtuvo un beneficio de más de 7.600 millones de dólares (6.590 millones de euros), un 65% más. No obstante, este año todo apunta que va a ser peor.

ford
Evolución de las acciones de Ford en 2018.

Los inversores lo saben, eso está claro. Las acciones de la compañía estadounidense encadenan un descenso de más del 30% en lo que va de año. Un descalabro que parece que continuará de seguir con esta senda de resultados. Desde los más de 12 dólares (cerca de 10 euros) que costaba cada participación en enero, en la actualidad se quedan en los 8,8 dólares (7,6 euros).

Según analistas de Bloomberg, las ambiciosas iniciativas de reducción de costes e I+D de Ford, una reestructuración de 11.000 millones de dólares (9.540 millones de euros) y una inversión de 4.000 millones (casi 3.500 millones de euros) en conducción autónoma, no llegan “demasiado pronto”. La firma está apostando “todo” a los vehículos comerciales ligeros, “pero se ha vuelto excesivamente dependiente de las camionetas”, mientras que otros competidores aumentan su participación en los segmentos SUV y Crossover.

“Ford, que espera ser un líder tecnológico, llega tarde a la carrera por el progreso en vehículos eléctricos y conducción autónoma, dando la impresión de que el fabricante de automóviles es arcaico y unidimensional”, explican los analistas.