Esta silla tiene todos los atributos para instalarse al otro lado de la mesa en muchos de los despachos de alta dirección de este país. Promete las mismas sensaciones que sentarse al volante de un Ferrari, sólo que lejos del asfalto y pisando el acelerador para contestar correos electrónicos e identificar oportunidades de negocio. Así sí que se trabaja bien, y rápido.
Cockpit es toda una novedad en el mobiliario de oficina, una espectacular pieza con la que la marca de Maranello celebra su 70º aniversario. En esa aventura se ha asociado con su partner habitual, Poltrona Frau, que viste de piel de alta calidad el interior de sus deportivos.
«Llevamos 25 años trabajando juntos, es una relación consolidada», certifica Nicola Coropulis, director general de la firma de mobiliario. «Aportamos el valor de nuestra manufactura a los coches, así que éramos la elección natural para este proyecto con motivo de la celebración y la respuesta fue por supuesto que sí».
Dicho y hecho, se pusieron a las órdenes del departamento de diseño capitaneado por Flavio Manzoni, responsable de algunas de las últimas joyas del cavallino rampante como el 812 Superfast, el GTC4Lusso y LaFerrari Aperta, precisamente el coche que se utilizó en la presentación oficial de la colaboración en el stand de Poltrona en el reciente Salón del Mueble de Milán. Sin embargo, la silueta de la silla no se puede atribuir a este ni a ningún otro vehículo salido de Maranello en concreto, es una síntesis de la estética Ferrari.
A priori, poco tiene que ver fabricar muebles y poderosas máquinas que cuentan los caballos por centenas, pero el nexo made in Italy todo lo puede. «Los productos implican necesidades y expectativas diferentes, pero compartimos la forma de trabajar, la búsqueda de la excelencia en cada detalle», explica Coropulis. Uno de los retos que se les planteaba era la traducción ergonómica de los códigos automovilísticos.
El asiento de un deportivo es el punto de contacto del conductor con su máquina, el que transmite sensaciones dinámicas que le ayudan en la conducción y el manejo de la potencia. La idea es que Cockpit respetara ese espíritu, pero sin desatender los requisitos de un asiento cuya función será acomodarnos durante muchas horas cada día en un entorno laboral, ya sea en la empresa o en el despacho en casa.
«Es una interpretación diferente de la ergonomía, necesitábamos que fuera confortable, pero también que se respetara un sentido de movilidad, de disfrute. Nuestro objetivo era hacer creer al usuario que está sentado en un Ferrari», apunta el director general.
A ello contribuye, y no en poca medida, la estética. Por el momento, la serie ofrece dos opciones (dado el concepto modular del diseño, no descartan una tercera variación): Executive (parte de 7.000 euros), un asiento polivalente de respaldo bajo que se adapta a múltiples entornos laborales y President (9.500 euros), que ya desde la denominación apunta a ocupar sitio preferente en la reunión.
La versión más icónica es la que gasta piel negra Frau con pespunte rojo, y que luce el cavallino en relieve en el respaldo a la altura de la nuca. La marca hace de la personalización uno de sus puntos fuertes, así que el cliente tiene a su disposición para combinar cinco tipos de piel, seis colores.
No es el único caso de colaboración con aerodinámicos resultados. Karim Rashid ha llevado la batuta en la colaboración entre Lamborghini y Riva 1920, Authentic Living, que aparca en el salón de casa auténticas siluetas de circuito.
