Dentro de las diferentes opciones de emprendimiento online que existen el dropshipping se ha convertido en una de las más populares. Quizá por ser una de las alternativas más económicas, puesto que nos permite tener nuestra propia tienda online sin tener que disponer de stock, lo que nos ahorra dinero y también problemas de gestión.
Para algunos su tienda dropshipping es una forma de obtener ingresos pasivos que combinan con otra actividad profesional por cuenta propia o ajena, pero también hay quien ha hecho de esta actividad su profesión.
Pero no todos aquellos que ponen en marcha un negocio de este tipo alcanzan el éxito que esperaban. Esto se debe, en parte, a que hay muchos mitos en torno al emprendimiento digital. Es cierto que montar un negocio online suele ser más sencillo y barato que crear un negocio offline, pero esto no quiere decir que sea fácil ni que se trate de algo que está al alcance de cualquiera.
Poner en marcha un dropshipping implica manejar algunos conceptos básicos, saber muy bien en qué consiste esta actividad, desarrollar un plan de negocio para examinar la viabilidad y dedicarle al proyecto todo el tiempo que sea necesario.
Si muchos proyectos de este tipo no llegan a buen puerto es precisamente porque quienes están detrás de ellos cometen una serie de errores que los condenan al fracaso prácticamente desde el principio. Para que esto no te ocurra a ti, vamos a ver los errores más frecuentes.
Empezar con el dropshipping en un nicho de mercado equivocado
Hace unos años en el sector de las páginas de afiliados hubo un auténtico boom de las afeitadoras eléctricas. Todo el mundo quería tener su propia página web para recomendar artículos de este tipo y ganar una comisión por cada venta. El resultado fue que el nicho se saturó demasiado y muchas de las webs fracasaron.
Con el dropshipping pasa exactamente lo mismo. Siempre hay productos que se ponen de moda y que resultan muy atractivos a quien quiere poner su tienda online sin stock, porque piensa que si hay mucha demanda va a vender mucho.
Sin embargo, no se trata solo de demanda. Si creamos una tienda online tenemos que posicionarla, y nos vamos a encontrar con miles de webs en todo el mundo que están haciendo exactamente lo mismo. Por ejemplo, puede que ahora mismo estén muy de moda (aunque sea por obligación) las mascarillas, pero hay tantas tiendas intentando posicionarse para vender este producto que lo vas a tener muy complicado para destacar.
Por eso, es fundamental que aciertes al elegir el nicho si quieres hacer dropshipping. En la mayoría de los casos un nicho muy saturado no es una buena opción, porque habrá webs muy potentes bien posicionadas y no vas a poder competir contra ellas.
Sin embargo, tampoco debes centrarte en productos que no tengan demanda. Aquí seguramente podrás posicionar bien tu tienda, pero no te servirá de nada si nadie quiere comprar lo que vendes.
La clave del éxito está en encontrar el punto intermedio. Hay que hacer un buen análisis de mercado para detectar nichos emergentes cuya demanda esté en aumento.
No invertir lo suficiente en el dropshipping
No es extraño que quien no tiene conocimientos previos sobre negocios digitales piense que puede montar el suyo propio casi sin dedicar tiempo ni esfuerzo. Quizá se debe a que hay mucha “literatura” sobre esto y cientos de supuestos especialistas que te cuentan como crean una web en uno o dos días y empiezan a ganar mucho dinero en poco tiempo.
En la mayoría de los casos esto no funciona así. Crear tu tienda dropshipping te llevará un tiempo, aunque si no eres experto en estos temas será mejor que hagas una inversión y contrates a un profesional que deje tu sitio web listo para empezar a trabajar con él.
En un dropshipping no tienes que preocuparte por el stock ni por enviar los productos a los clientes, pero esto no significa que sea una fuente de ingresos totalmente pasiva. Tienes que trabajar mucho para conseguir posicionar la tienda, y además tienes que encargarte de la atención al cliente.
Si crees que montar una tienda de este tipo te va a salir gratis y además no vas a tener que hacer nada, desde luego este no es el modelo de negocio para ti.
Poner unos precios demasiado elevados
En el dropshipping tus ganancias vienen en forma de comisiones. Cada vez que un proveedor vende algo en tu tienda, te paga a ti una comisión por ello. Esto lleva a muchos propietarios de negocios de este tipo a aumentar los precios para intentar ganar más con cada venta.
Dado que los productos que se venden en tiendas dropshipping tienen un alto volumen de demanda y se pueden encontrar en muchos ecommerce, aplicar precios por encima del mercado no es una buena forma de ganar clientes.
Pero tampoco tienes que bajar los precios al mínimo, porque esto te quitaría rentabilidad. Tu objetivo debe ser buscar el equilibrio, y para ello te vendrá muy bien saber qué es lo que está haciendo tu competencia y qué política de precios está aplicando.
El fatal error de dar una mala atención al cliente
Ya lo decíamos antes, un dropshipping como modelo de negocio no implica que no tengas que hacer nada. De hecho, tienes que encargarte de una de las labores más duras: la atención al cliente.
Tu relación con los consumidores no acaba cuando estos visitan tu web y compran. De hecho, este es solo el principio de vuestra relación. Si el proveedor no envía el producto a tiempo, se equivoca, o si el comprador no está conforme y quiere hacer una devolución, es contigo con quien va a contactar y eres tú quien debe darle soluciones.
Si has centrado tu negocio solo en vender y no te preocupas por tus clientes, es normal que empiecen a llegar las críticas y que tu tienda se gane una mala reputación online, lo que disminuirá de forma notable su rentabilidad.
Gestionar un dropshipping tiene un cierto grado de dificultad, pero si le dedicas tiempo, te formas bien y evitas estos errores, estarás mucho más cerca de tener éxito.
