Una Cámara de Comercio de Madrid que no vota nadie

La finalidad de la Cámara de Comercio de Madrid es representar los intereses generales del comercio, la industria y los servicios de las empresas de la Comunidad de Madrid. Pero, según los críticos a esta institución, la realidad es que este órgano consultivo vive anclado en el pasado y a duras penas representa al empresariado madrileño. O al menos esto es lo que se desprende de la participación en las últimas elecciones de la Cámara. Sólo 527 representantes de un total de casi medio millón de empresas votaron en los comicios. O lo que es lo mismo, el 0,10% del total de las compañías ha decidido el futuro del organismo.

Estos resultados demuestran lo obsoleto de esta institución que ha contado con un presupuesto paupérrimo comparado con el manejado en años de bonanza. Para este ejercicio hay disponibles cerca de 21 millones de euros. Una cifra muy inferior a los 100 millones de euros presupuestados cuando existía la cuota obligatoria para todos los asociados. Tras la desaparición de este arancel la Cámara ha dejado de tener interés para muchos empresarios como así lo demuestran las últimas elecciones.

Este abandono ha repercutido de manera directa en las cuentas de este órgano. En el año 2015, la Cámara sufrió unas pérdidas de 6,1 millones de euros. Esta tendencia continuó en el ejercicio 2016, aunque en esta ocasión la sangría fue menor: 911.000 euros fue el déficit. Los números rojos han desaparecido en el año 2017, cuando ha logrado un beneficio de 27.000 euros.

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Juan Manuel López-Belmonte -dueño de los Laboratorios Rovi- deja la presidencia de la institución. MERCA2 ha podido saber que el mejor situado para relevar a López-Belmonte en el cargo es Ángel Asensio Laguna, importante empresario del sector textil y actual auditor de la patronal madrileña CEIM.

Precisamente, CEIM se encuentra en el punto de mira de los empresarios detractores con el funcionamiento de la Cámara. Las voces críticas afirman que detrás de este posible nombramiento se esconde una «financiación encubierta de CEIM«. Esta corriente teme que los pocos fondos de los que dispone la Cámara sean utilizados en beneficio de esta patronal. De ser Asensio el elegido, CEIM tendrá el control directo del organismo tutelado por la Comunidad de Madrid.

Los empresarios que especulan con esta posibilidad sustentan sus suspicacias en una decisión del pasado mes de junio del año 2017. Durante el pasado verano, la Cámara aprobó la asociación de tres empresas que dependen al 100% de este organismo con CEIM. Los tres acuerdos comprometían a la Cámara a pagar 105.000 euros a esta patronal madrileña. Esta decisión comenzó a levantar las sospechas de una supuesta financiación bajo cuerda.

LA CÁMARA REGALA 105.000 EUROS A CEIM

Las tres empresas en cuestión son el Consorcio Centro de Laboratorios y Servicios Industriales de Madrid, Certificación y Confianza Cámara y Cámara Gestión Empresarial. Llama la atención esta última al comprobar que a comienzos de 2017 contaba con riegos de impagos muy alto. Los respectivos acuerdos se suscribieron por valores de 35.000 euros. En total, 105.000 euros de gasto para las arcas de un organismo que venía de perder casi un millón de euros en el ejercicio del año 2016.

En el año 2017, CEIM ingresó cerca de dos millones de euros. De ellos 1,3 millones de euros corresponden a las aportaciones obligatorias de sus socios -200 empresas componen la representación de esta patronal-. Con esta inyección económica de 105.000 euros CEIM consigue un empujón que representa el 8% de su presupuesto total.

TEMOR A UNA FINANCIACIÓN ENCUBIERTA DE CEIM

El más que posible nombramiento de Asensio ha encendido todas las alarmas. Este temor fue avivado tras la renuncia de Eduardo Pastor, presidente de Cofares, a relevar a López-Belmonte. P​astor ha formado parte de distintos órganos de dirección de la Cámara de Comercio de Madrid desde el año 2006. De hecho, ha ejercido como como vocal, tesorero y, durante los dos últimos años, como vicepresidente de la entidad.

Gracias al esfuerzo de Pastor durante este último periodo la Cámara ha dejado atrás los números rojos. Por este motivo, todo el mundo veía en su figura un relevo natural de López-Belmonte. Pero Pastor ha decidido dar un paso atrás y centrarse en su cargo como presidente de Cofares.

LA CUESTA ABAJO DE LA CÁMARA

El declive de la Cámara de Comercio comenzó en el año 2010. En ese momento el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero suprimió las aportaciones obligatorias que las empresas con beneficios debían de entregar a las cámaras de comercio por su pertenencia a las mismas. Desde entonces este organismo ha perdido peso año a año. Y el reflejo de esta decadencia es la reducción de trabajadores que ha sufrido la institución durante estos últimos ocho años. La Cámara ha pasado de tener una plantilla 400 personas a 160. Además, los escándalos han comenzado a salpicar a los directivos.

Con estas últimas elecciones se pretendía dar un giro a la Cámara y recuperar la importancia pasado. Pero los resultados han decepcionado a los que creían en la regeneración. Además, el sistema de votación y la falta de implicación de las empresas también han jugado en contra.

CEIM Y LA COMUNIDAD, DUEÑOS DE LA CÁMARA

El nuevo pleno está compuesto por 60 personas. Diez de ellos son elegidos por la Comunidad de Madrid -que tutela el organismo, otros diez por CEIM -han optado por una lista paritaria- y los otros 40 restantes son nombrados por por sufragio libre y directo entre todos los electores autorizados en el censo. Es decir, por las 490.492 empresas con derecho a voto.

Los 60 vocales se reunirán el 24 de abril para decidir quién sustituye a Juan Manuel López-Belmonte. No existe campaña electoral. De hecho, las candidaturas se presentan ese mismo día. El único requisito es tener el aval de por lo menos ocho vocales de la Junta. Lo normal en estos casos es que el día 24 de abril ya haya un candidato pactado y acordado. En este particular ‘biscotto’ son la Comunidad de Madrid y el propio CEIM los que más tienen que ganar. Entre ellos suman 20 representantes y lo normal es que el presidente salga de esos 20 candidatos.

LA CÁMARA HA PERDIDO SU ESENCIA

Al final, la escasa participación es algo que ha otorgado mayor poder a CEIM, la patronal de la que que todos desconfían. Son sólo 527 los votos que se han registrado. Además, la inexistencia del voto digital dificultó la votación para muchas empresas. El sistema al igual que el organismo está obsoleto, según afirman fuentes del propio organismo.

Pero el sentimiento que más abunda entre los empresarios es que la Cámara ya «no interesa». El organismo ha perdido su esencia, confirman fuentes conocedoras del problema. «La Cámara nació con una finalidad formativa y de internacionalización de las empresas, pero en la actualidad ya no existen ni lo primero ni lo segundo», reconoce una fuente interna de la propia institución.