El efecto que produce el amor roto también tiene una base científica

Si hay un sentimiento común en cualquier rincón del mundo es el amor. Todos nos enamoramos alguna vez en la vida, normalmente ocurre en más de una ocasión. Nos ilusionamos y nos sentimos felices junto a esa persona que también ha decidido querernos. Ahora bien, ¿Dura esto toda la vida? Son pocas las ocasiones en las que el amor es eterno. El amor se acaba y después de él llega el temido desamor.

Este, el desamor, también es un fenómeno universal, a todos nos puede llegar la hora de vivir un episodio de corazón roto. La cuestión es que el efecto que produce el amor roto también tiene una base científica y unos síntomas típicos con una base biológica. Manuel de Juan Espinosa, catedrático de psicología en la Universidad Autónoma de Madrid, afirma que los efectos que produce el desamor son muy parecidos al síndrome de abstinencia que experimentan las personas que dejan una droga.

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Ansiedad, distorsión de la realidad, fijación, comportamientos compulsivos, obsesión, dependencia emocional, pérdida de autocontrol o cambios en la personalidad son algunos de los efectos que produce el enamoramiento y que se acentúan aún más en el desamor, es más, Juan Lerma, investigador en el Instituto de Neurociencias de Alicante, confiesa que él apoya la teoría de que el amor y el desamor son las dos caras de una misma moneda.

El amor hace que suban los niveles de dopamina y oxitocina en el cerebro y es lo que te hace sentirte bien durante esta primera etapa. En el desamor este aumento desaparece, por lo que empezarás a echar en falta ese extra de felicidad. Provocará que tengas malestar y que incluso puedas sufrir períodos de ansiedad.

Boelen, Reijntjes y Fisher coinciden en que el desamor es una de las experiencias más traumáticas, angustiosas y desconcertantes que puede vivir un ser humano. El 93% de las personas han sido rechazadas por alguien a quien amaban de forma muy intensa, por lo que podemos decir que son pocas las personas que no han sentido esta sensación tan agobiante.

Las etapas del desamor

Al igual que el enamoramiento, el desamor también tiene sus etapas. Comienza en primer lugar con unos sentimientos de incredulidad y de protesta, el cerebro no sabe por qué ha ocurrido esto y experimenta un debilitamiento del sistema inmune y un aumento en los niveles de estrés. Hay expertos que señalan que incluso se activan algunas zonas que intervienen en la generación del dolor físico, por lo que no es de extrañar que se sufran dolencias.

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En esta primera etapa es muy frecuente que las personas que han sido rechazadas intenten volver con sus ex parejas de forma obsesiva e insistente ya que, como dice la canción, ‘no puedo vivir sin ti’ es el pensamiento más común y la frase más pronunciada en estos casos. Esto se debe a una liberación de cortisol, que es la hormona del estrés, por parte del cerebro. Además, también se disminuyen los niveles de serotonina, que provoca el enamoramiento, lo que puede provocar una pérdida del pensamiento racional en algunos momentos.

La segunda etapa que se vive en el desamor es la melancolía. Todos echamos de menos, durante un tiempo, a nuestra ex pareja, es completamente normal ya que teníamos una rutina hecha y es realmente eso lo que se extraña. La calma que se origina después de una primera etapa angustiosa es, en principio, una mezcla de resignación, pesimismo y desesperanza. ¿Quién no ha pensado que no va a volver a encontrar el amor después de eso?

Pero no, para eso está la tercera etapa. Aquí todo vuelve a la normalidad y el cerebro vuelve a activar las partes del cerebro que están relacionadas con el enamoramiento, esto quiere decir que se vuelve a generar interés amoroso por otras personas. Eso sí, no hay un tiempo establecido para volver a esta fase, cada persona individual necesita un tiempo determinado. Este, sin duda, es el cuento de nunca acabar.