La ‘e-factura’ no cuaja en el sector salud: supone solo un 1% del total en España

El sector de salud representa el 0.36% de las empresas emisoras de facturas electrónicas españolas y también el 1.35% de las receptoras. Por volumen de facturas, representa menos del 0,1% del total de las facturas emitidas y el 0.13% de las recibidas.  “Queda mucho por hacer. Son cifras  paradójicas porque es un sector de actividad muy importante”, indica Alberto Redondo, director de Marketing y Comunicación de SERES para quien, pese a estos datos, la tendencia es que el uso de la “e-factura” vaya al alza.

Que el uso de la “e-factura” en el sector salud sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país se pone de manifiesto en el Estudio sobre el uso de la Factura Electrónica en España 2017-2018, elaborado por SERES, que desde hace 30 años es especialista en servicios de intercambio electrónico de documentos. El grupo está presente en Francia, España, Alemania, Portugal o Perú y, a través de sus socios, en Canadá, EEUU, Reino Unido, Bélgica, Suiza o Italia.

Según el informe de SERES, el número de facturas electrónicas procesadas en 2018 en España ascendió a 181.884.086 documentos, un 14,92% más que en 2017. Del total, 147.953.331 documentos corresponden a transacciones entre empresas (B2B), 22.292.891 a operaciones entre empresas y las administraciones públicas (B2G) y 11.637.864 a ventas de empresas a particulares (B2C).

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El informe destaca que las empresas españolas se ahorraron en 2018 más de 900 millones de euros en la gestión de las facturas recibidas y 511 millones de euros en la gestión de las facturas emitidas. También se ahorraron 662.145 horas en la tramitación de las facturas recibidas y 106.963 horas en las emitidas.  “Además de reducir de manera significativa el impacto medioambiental derivado de la eliminación del uso de papel”, resaltan desde SERES.

DESTINATARIO: EL PACIENTE

Sin embargo, la “e-factura” sigue pinchando en el sector salud, explica Redondo. La principal razón, justifica, “es porque la mayor parte de las facturas que se generan tienen como destinatario el paciente final y, a día de hoy, la facturación B2C sigue siendo una asignatura pendiente para todo el entramado comercial del país”. De ahí que, matiza,“no resulta tan alarmante que los porcentajes de uso de la factura electrónica en salud sea tan bajos”.

El ranking del sector para las facturas emitidas sería: comercio de productos farmacéuticos con el 62,2%; salud con el 17,6%; farmacias y laboratorios farmacéuticos y servicios sociales con el 9,5% en ambos casos; el cultivo de especias, plantas aromáticas, medicinales y farmacéuticas con el 1,4%; y los instrumentos médicos que, aclara Alberto Redondo, no tienen una representación significativa.

En recepción el listado se presenta de la siguiente manera: comercio de productos farmacéuticos con el 69,6%; farmacias y laboratorios farmacéuticos con el 17,4%; salud con el 11,6%; el cultivo de especias, plantas aromáticas, medicinales y farmacéuticas con el 1,4%; y los servicios sociales e instrumentos médicos que no tienen una representación significativa en la recepción de facturas electrónicas.

DIFERENTES ACTIVIDADES

En el porcentaje salud incluido en el estudio de SERES hay dos grupos de actividades: el primero, formado por  hospitales, clínicas, centros de medicina especializada y medicina general, o consultorios médicos. El segundo grupo, serían las propias actividades sanitarias desde centros para tratamientos de personas con discapacidad, clínicas dentales, centros de rehabilitación y fisioterapia o clínicas de podología.

El director de Marketing y Comunicación de SERES alude también a otras actividades relacionadas con este sector que también suponen un porcentaje considerable en el intercambio de facturas electrónicas de España y que “por su importancia, nosotros los hemos presentado por separado”.

En ese apartado, se refiere a la venta al por mayor de productos farmacéuticos que representa un porcentaje bastante amplio tanto en emisión, con el 1,15%, como en recepción, con el 0,8% del total de empresas en España; las farmacias y laboratorios farmacéuticos, que representan el 0,2% de las empresas que reciben e-facturas y el 0,76% de las empresas que emiten en este formato o los servicios sociales para la asistencia de la tercera edad o personas con discapacidad, que representan el 0,22% de las empresas que reciben electrónicamente y el 0,68% de las que emiten.

En el mismo apartado, están también, indica Redondo, el sector de la instrumentación médica, que representa el 0,06% de las empresas que emiten facturas electrónicas y el 0,04% de las que reciben; y, por último, las actividades agrarias relacionadas con el cultivo de especias, plantas aromáticas, medicinales y farmacéuticas, que representan un 0,01% de las empresas que emiten electrónicamente en nuestro país y un 0,02% de las que reciben.

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Es en estos últimos grupos donde, señalan desde SERES, “el porcentaje se presenta algo más alto, aunque todavía queda mucho por hacer. De esta manera, todas las actividades sanitarias, farmacéuticas y sociales representarían el 4,01% de las empresas que emiten facturas electrónicas en España y el 1,64% de las que reciben; y por volumen de documentos, suponen el 0,08% del total las facturas emitidas en el 2018 y el 0,69% de las recibidas·.

La tendencia, augura Alberto Redondo, “es que poco a poco ese porcentaje vaya en aumento”. En otros países como México o como en Reino Unido, precisa, el uso de factura electrónica es obligatorio en los servicios sanitarios. En México, ha sido el propio gobierno quien ha implementado su uso y en Reino Unido, ha sido el Servicio Nacional de Salud, el NHS, ha establecido que todas las transacciones con sus proveedores deban hacerse a través de la factura electrónica.

EL USO POR COMUNIDADES

Por Comunidades Autónomas, el uso de la factura electrónica es bastante parecido. “Muchos de los servicios de la salud y hospitales ya se han involucrado en el uso de esta tecnología”, afirma Redondo. Madrid, Cataluña, Andalucía, Valencia, País Vasco, Galicia, Navarra, Castilla y León, Murcia o Canarias son ejemplos de Comunidades en las que la factura electrónica está presente.

Por volumen de negocio, las actividades sanitarias representan el 33,33% de las empresas del sector salud que reciben facturas electrónicas, mientras que representarían el 66,7% de las empresas que reciben. Los hospitales, las clínicas y los centros de medicina representarían el 66,67% de las empresas que reciben e-facturas en el sector salud y el 33,33% de las que emiten.