La debilidad del nuevo Gobierno traerá la locura financiera

Va a aterrizar en España una nueva misión del FMI para hacer el examen anual de la economía española. La nota la conoceremos allá por diciembre cuando se publique el llamado artículo cuarto.

El gobierno en funciones también aprobará el borrador presupuestario para el 2017 que hay que enviar a Bruselas y que en principio va a recoger un objetivo de déficit del 3,6% del PIB el próximo ejercicio. Eso quiere decir que deja al próximo Ejecutivo el tener que hacer un ajuste de más de 5.000 millones de euros.

Hay que decir que estos hombres de negro van a venir retrasados en sus previsiones. El FMI aumentó en 5 décimas  sus previsiones respecto a España y dijo que se iba a cumplir el objetivo de déficit. No soy nada optimista al respecto.

Montoro está obsesionado con el déficit
Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda. Uno de sus cometidos es contener el déficit de la Administración General del Estado.

Si un gobierno con mayoría absoluta no ha sido capaz de reducir los gastos públicos (que es una de las medidas que hay que tomar) imaginemos un gobierno que está negociando todo, cogido con pinzas y además con unos señores entre otros (los socialistas) cuyo objetivo siempre es aumentar el gasto público. Yo desde luego no veo grandes posibilidades de reducir los gastos el año que viene, otra cosa es aumentar los ingresos, en eso sí están todos de acuerdo.

Por tanto, el desbloqueo puede conducir a un desmadre de las cuentas públicas. El bloqueo nos ha dejado sujetos a una cierta disciplina financiera. La prueba está en la reducción del déficit, en que el gobierno adoptó unos acuerdos de no disponibilidad de gasto… esto ha ocurrido.

Si se desbloquea la situación con un gobierno que va a tener una debilidad política notoria, es perfectamente posible que las presiones que reciba para incrementar el gasto público o no tocar adecuadamente el sistema fiscal sean enormes. Aquí el problema no es únicamente que nosotros tengamos unos gastos por encima de los ingresos, es que además tenemos una fiscalidad obsoleta, un modelo fiscal que hay que cambiar para llegar al equilibrio en las cuentas públicas. Sobre esto soy muy pesimista. Esto no va a ocurrir y la UE lo sabe.

Lo que va a ocurrir es que el 2,6 que es el incremento del PIB sobre el que se basa el borrador del Presupuesto para 2017, que es también lo que dice el FMI no va a ser verdad. En el 2017 vamos a crecer prácticamente igual que en el 2016. No hay ninguna razón económica (otra cosa es política) para que no ocurra.

El petróleo puede subir, pero los tipos de interés no y por otra parte está el tema del turismo. No parece que el año que viene todos nuestros competidores vayan a estar en mejores condiciones de seguridad que este año, más bien al revés. Por tanto, no hay ninguna razón para explicar por qué el crecimiento tiene que ser este año el 3,1 y el año que viene el 2,6.

«Si un gobierno con mayoría absoluta no ha sido capaz de reducir gastos, imaginemos que ocurrirá con uno cogido con pinzas»

Lo que hacen es un ejercicio econométrico, aplican el modelo y no tienen en cuenta otro tipo de cuestiones cualitativas que tienen que corregir ese ejercicio econométrico. Los modelos sobre esto recogen la inercia del pasado. Dicen: como en el pasado hubo una etapa de menos crecimiento que la de ahora, dicen que en el futuro habrá otra en la que creceremos menos y punto, no van más allá.

Lo que deberían hacer los hombres de negro cuando vienen es en vez de ponerse a hablar con los grandes burócratas, deberían hacerlo con los empresarios y preguntarles ¿Ustedes cómo ven esto? O sea no tiene nada que ver lo que van a decir estos hombres de negro con lo que va a pasar en 2017.

En 2017 habrá más crecimiento económico del previsto, menos desempleo y menos déficit público. Y esto puede desmadrarse si los políticos que necesariamente tienen que aprobar la política del gobierno tiran de aumentos del gasto público.  Es verdad que a corto plazo si tu tiras de gasto aumenta el PIB, pero ¿A base de que? A base de endeudarte. Mientras los tipos de interés estén bajos aguantas, pero el día que suban ya veremos. Los tipos de interés van a ir subiendo.

Draghi nos droga y eso hace que algunos ( sobre todo los Estados) piensen ¿Por qué no me voy a endeudar si esto está tirado de precio? Ese es el problema. Los señores políticos dicen: yo me endeudo y encima me pagan. Esto es una perversión que pagaremos tarde o temprano. Llegará un momento en el que nos habremos endeudado tanto, subirán los tipos de interés y el servicio de la deuda será inabordable. Esto ocurrirá en 2020-2021 pero los políticos sólo miran al mes que viene. Además dejando un problema a las generaciones futuras, cosa que no explican: la deuda son los impuestos del futuro.

Lo que habría que reducir son los gastos, pero con este sistema de gobierno que vamos a tener será muy difícil, porque el gobierno no está dispuesto a pelearse con los que le tienen que aprobar las cosas y los que le tienen que aprobar las cosas son partidarios del desmadre financiero.