Así manejan el mercado inmobiliario español desde los paraísos fiscales

Incomodado por el infortunio, el camarero del ‘1609 Bar and Restaurant’ pidió perdón por derramar unas gotas de uno de los dos Rum Swizzle que se disponía a servir. Apresurado por su error, se colocó a secar los papeles que yacían en la mesa y sobre los que discutían dos clientes. A la vez que empleaba con brío una de las servilletas, pudo leer, no sin dificultad, «Instituto Nacional de Estadística» acompañado por un título en negrita que rezaba: «Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad». Contrariado, se retiró pensando que podrían analizar ambos sujetos en pleno paraíso vacacional como era Hamilton, en Bermuda, sobre la evolución del mercado inmobiliario español. Al fin y al cabo, separan ambos lugares unos 5.438 kilómetros.

Presumiblemente, el torpe camarero no era consciente de una realidad incómoda. Pero es mucho más probable encontrar esos papeles en dicho paraíso, también sirve para otros enclaves como las Islas Vírgenes o las Islas Cayman, que en las mejores oficinas de Madrid. Sin ir más lejos, la mayor inmobiliaria en España, la socimi Colonial, tiene tres veces más de porcentaje de votos que residen en Bermuda que en España. Y eso que la población en dicha isla no alcanzaría ni para llenar la mitad de sus activos habitables. Aunque esa es una pequeña muestra, puesto que la compañía acoge en su capital social actores que residen en otros países de fiscalidad laxa (como ahora se llama) que van desde la propia Bermuda, Andorra, Delawere o los Países Bajos.

El caso de Colonial y la de sus propietarios, sin ser extraño sí es algo más marcado. En primer lugar, su mayor inversor Qatar Investment no opera sus derechos de voto, tienen un 20,2% del total, desde el país que le da nombre sino que en su mayoría lo hace desde los Países Bajos. Así, mientras que un 4,28% lo articula a través de DIC, que si tiene sede en Doha, el restante lo posee en el vehículo inversor holandés Qatar Holding Netherland. También el Real State PGG, con un 3,008%, tiene su sede en Holanda. Únicamente el grupo español Inmo, a través del vehículo inversor Trudonba XXI, con un 5,7% tiene una presencia importante en el accionariado de la socimi por parte de actores nacionales.

La otra gran socimi española, Merlin Properties, sí posee un genotipo español más evidente. Principalmente, gracias a que Banco Santander posee un 22,26% de la compañía. Aunque hasta ahí, ya que los otros dos grandes inversores que aparecen, según los expone la CNMV, están resididos en paraísos fiscales. Por un lado, el gigante Blackrock cuya sede está en Wilmington, en el estado de Delawere. Se trata de una pequeña ciudad norteamericana, a medio camino entre Nueva York y Washington, que posee bastante más empresas registradas (algunas como el mayor gigante del mundo de la inversión, Blackrock) que sus 75.000 habitantes. Obviamente, su gran atractivo es que su fiscalidad es prácticamente inexistente. También reside en dicho lugar el fondo FMR que tiene un 2,9% de la firma.

Por otro lado, el tercero en discordia, Invesco, tiene como sede Bermuda. En total, el capital español posee un 38,58%, BBVA también posee una participación importante, del total de las acciones en circulación de la socimi. Pese a que se trata de una cifra importante, y mucho más alta que en el caso de Colonial, sigue por detrás de la proveniente de paraísos fiscales. Así, la suma del dinero llegado de inversores de Estados Unidos, en su mayoría de Wilmington como se ha visto, que suma un 28,58%, junto a la de Luxemburgo (9,96%) e Irlanda (2,55%) es superior a la nacional, según los datos que proporciona Bloomberg.

PROMOTORAS ESPAÑOLAS, PERO SOLO EN EL NOMBRE

En el caso de las promotoras, salvo por Metrovacesa que cuenta con el respaldo de Banco Santander y BBVA la propiedad de la compañía está a muchos kilómetros de España. El caso de Neinor es el más llamativo, puesto que la práctica totalidad de fondos que pugnan, y han luchado, por hacerse con ella vienen desde paraísos fiscales. Hasta hace poco, el principal accionista de la compañía y principal postulante para haberla adquirido, Adar Capital, tenía su sede en la paradisiaca ciudad de George Town en las Islas Cayman. Aunque ahora, ese papel que cumplía el fondo (que todavía mantiene un 19,3% de los derechos) lo ha asumido Orion Capital cuya sede fiscal está en Luxemburgo. Incluso el último en aparecer en el capital, el fondo Ksac, al aflorar un 2,86% provenía de otro idílico territorio, en concreto Road Town en las Islas Vírgenes.

A pesar de todo, el capital español en Neinor es el doble que en su otro par, Aedas. En concreto, un 25,16% frente al 12,61%, según datos de Bloomberg. La principal razón es que el máximo accionista de la última, Hipoteca 43 Lux, que pertenece indirectamente a un grupo de fondos de inversión privados, controlados y gestionados por una firma internacional de capital privado, Castlelake, tiene residencia en Luxemburgo. Aunque no son los únicos, ya que otras grandes firmas de inversión como UBS, Credit Suisse, Julius Bauer o FMR (recordar que estaba afincado en Wilmington en Delawere) acompañan al gigante de la inversión.

Lo anterior, no es más que la evolución de la situación que vivió el país muchos años atrás, cuando el hundimiento del sector inmobiliario atrajo a un gran número de fondos y capital extranjero que han terminado por acaparar el mercado. Hasta el punto que muchas de las compañías descritas nacieron de la acumulación de activos de firmas de inversión. Además, que no se ha señalado como otros grandes fondos operan directamente como si se tratase de otra socimi. Un ejemplo es el caso del gigante Blackstone que se ha convertido en uno de los grandes caseros de España con más de 3.000 viviendas.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2