Las claves que debes saber para reclamar un impago

santander autonomos

Si tienes una empresa, un negocio, o simplemente ofreces tus servicios de forma individual a modo de autónomo, seguro que alguna vez te has tenido que enfrentar a una situación incómoda como puede ser la del impago.

A pesar de ser lo que más llama la atención, no son pocos los clientes que deciden «castigar» de esta forma a la empresa o la persona que le ha ofrecido sus servicios. Dejando de pagar, creen que siempre tienen la sartén por el mango y les ha calado hasta el fondo esa máxima popular de «el cliente siempre lleva la razón».

Y no es así. Esta es una situación que hay que saber reclamar y con la que ponerse serios, sobre todo en el caso de empresas pequeñas. Debido al impago, se incrementan los costes financieros, se limita el crecimiento desaparecen las nuevas inversiones, entre otras. Por ello, es bueno conocer las claves para reclamar en caso de que sea tu situación.

Así reclamas un impago

Enfrentarse a situaciones donde la morosidad está presente lleva siendo un problema para las empresas prácticamente desde siempre. De hecho, el ser un problema continuo ha conseguido que la legislación cada vez sea más dura contra la misma.

Si no se pacta un plazo de pago, este será de 30 días naturales. Aunque ampliado bajo acuerdo, este plazo no podrá superar los 60 días.

Resolverlo por las buenas

Es algo común que, pasen las semanas y, de repente, notes que ya ha llegado el plazo que, por ley, está establecido para que te paguen esa factura pendiente. El problema es que no lo han hecho.

Si deseas solucionarlo de forma amistosa, lo primero que puedes hacer es enviar un burofax con acuse de recibo y certificado, reclamando de forma amistosa la deuda contraída con el cliente.

Así debe ser el contenido del burofax

Dentro de este burofax certificado debe estar correctamente señalado el importe total al que asciende el impago y el concepto de la deuda. Además, debemos facilitar alguna forma de pago y, en caso de otorgarlos, los plazos con los que se cuenta para ello.

En definitiva, en el interior del sobre debe estar todo explicado de forma correcta para, con ese papel, cubrirnos las espaldas en caso de que la otra parte se siga negando a proceder al pago. También se puede avisar en el mismo de la posibilidad de demandar por la vía judicial en caso de que la situación no cambie.

Características que debe tener la deuda para reclamarla

Para reclamar de manera formal una deuda, esta debe contar con unas características específicas adheridas. En primer lugar, debe ser de carácter económico, y poder demostrar el importe concreto.

Si estamos presentando una reclamación, el plazo de pago debe encontrarse vencido. De otra forma, la demanda no será puesta en marcha, pues el cliente se encontraría dentro del plazo de pago legal.

Por último, debe estar bien documentada. Esto es, demostrarse que la deuda es tal a través de la factura, mails, albaranes y todo tipo de pruebas físicas.

Reclamar ante los tribunales civiles un impago

Si después de intentarlo de forma amistosa todo sigue igual, es hora de llevarlo a los tribunales. En el caso de que se trate de una cantidad inferior a 2000 euros, debes saber que no necesitas abogado.

El secretario judicial estudiará tu caso, pero, en última instancia, será el juez el que resuelva las discrepancias.

A través de los juzgados

Para solicitar una reclamación por deuda, puedes emplear los modelos oficiales disponibles en el Ministerio de Justicia. Para interponer una demanda por impago, se debe hacer en el Juzgado de Primera Instancia más cercano al domicilio del deudor.

Una vez recibida, el deudor tiene 20 días para proceder al pago. Si se opone al pago dará lugar a un juicio. En caso de que no responda ni siquiera, otorgará. Es decir, se estimará que debe pagar y, en caso de no poder, se le embargarán los bienes hasta que la deuda quede saldada de forma correcta y satisfactoria para la parte demandante.

Tiempo para poner la reclamación

Si estás siendo víctima de una situación de impago, debes saber que tienes un plazo de hasta cinco años desde la fecha de la emisión de la factura para poder reclamar su importe.

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Como ves, enfrentarse a este tipo de situaciones es más sencillo de lo que parece. Aunque algo lento, es un proceso necesario para poder recuperar lo que es nuestro y no comprometer de ninguna forma a nuestra empresa o dejar que nuestros servicios se vean afectados por las malas actitudes de otros.