El desastre de las librerías: pérdidas del 50% y cuatro meses sin ingresos

Las librerías de Madrid están viviendo su peor pesadilla. La particular crisis que afecta a las librerías más pequeñas se recrudece a causa del coronavirus. Mientras Amazon o la Casa del Libro bombardean a sus clientes con promociones, las librerías se ven obligadas a echar el cierre temporalmente. Sin fecha de vuelta a sus negocios, los libreros de Madrid todavía no son capaces de cifrar las pérdidas que supondrá para sus negocios la emergencia sanitaria causada por el virus. 

“Esto es un desastre total. Hay librerías cerrando y nadie nos financia nada”, apunta Jesus Trueba, propietario de la libreria La Buena Vida en Madrid. Este librero critica la “descerebrada” llamada de los medios de comunicación a comprar libros de manera online -en referencia a los gigantes del ecommerce-. “Hay que defender el comercio local y de cercanía, no me creo que no hayamos aprendido nada”, termina. 

Trueba reconoce que se está dando un ligero incremento de pedidos en la página web de su librería, pero la cifra de pérdidas hasta el momento ronda el 50%, e insiste, la semana que viene será muy superior. Sin embargo, hay muchos negocios que no cuentan con sitio web, pero es posible hacer encargos vía telefónica y así, cada librería puede atender sus pedidos, insiste este librero madrileño. 

El cierre de librerías por ausencia de clientes se ha ido sucediendo a la largo de la semana hasta convertirse en una obligación. El secretario del Gremio de Libreros de Madrid, Pablo Bonet, aclara que están trabajando en plan conjunto entre editoriales, distribuidoras y librerías para solicitar un aplazamiento de la cuota de autónomos, suspender el pago de impuestos y del IBI cultural, entre otras medidas.

EL MES MÁS RUINOSO

A mitad de marzo, el sector librero ya considera perdido este mes. La suspensión de las firmas de escritores y otros eventos literarios como la noche los libros o Sant Jordi ahogan a los pequeños negocios. “Los próximos cuatro meses serán muy duros y sin ingresos”, añade el secretario del Gremio de Libreros de Madrid, Pablo Bonet. 

Desde la industria librera califican esta situación de histórica y dramática, y parte de ello se debe al aplazamiento de la Feria del Libro de Madrid hasta el mes de octubre. “La feria es la razón por la que sobreviven las librerías de Madrid a los meses de julio y agosto”, apunta el librero Jesús Trueba.

La realidad de las librerías de Madrid revela que se trata de pequeños y medianos negocios, la mayoría con una plantilla entre 1 y 3 empleados -que costará mantener en sus puestos tras esta crisis-. A pesar de las medidas planteadas en el último congreso de Málaga para reforzar el papel de las librerías, estos establecimientos vuelven a condenarse y muchos de ellos, se verán forzados al cierre.