Curiosidad del día: los pliegues del cerebro humano

El cerebro humano ha ido avanzando a lo largo de los siglos, a la par que el propio ser humano. No tenemos hoy en día el mismo cerebro que se tenía hace 1.000 años, sino que es mucho más grande y tiene una mayor capacidad, o al menos se ha descubierto cómo sacarla a relucir.

El cerebro está limitado por la caja ósea, por lo que para poder crecer a lo largo de la evolución del ser humano, el cerebro humano ha tenido que plegarse. Esto ha sido posible, en parte, gracias a la corteza cerebral, que es la parte del cerebro que realiza las funciones superiores. Ahora tenemos una superficie tres veces mayor que si tuviésemos el cerebro humano liso.

Ahora bien, ¿Cómo se consiguen realizar esos pliegues? Se ha descubierto algo esencial que nos desvela el por qué el cerebro humano está plegado y se diferencia de otros tipos de animales mamíferos.

El cerebro humano está plegado, ¿Por qué?

Una investigación de tipo internacional realizada por el Instituto de Neurociencias de Alicante, entre otros, ha conseguido encontrar una proteína clave que es la que podría producir estos pliegues de los que estamos hablando. Hay que tener en cuenta que estas arrugas del cerebro humano también están presentes en otros tipos de mamíferos como, por ejemplo, las ballenas, los delfines, los perros, los hurones o los monos.

¿Qué tienen en común todos estos animales mamíferos? Pues que poseen, al igual que nosotros, un cerebro voluminoso. Los ratones, en cambio, tienen un cerebro muy liso.

El hallazgo de estas proteínas se ha publicado en la revista Cell, donde lo explican con todo detenimiento.

Los científicos declararon que, durante el desarrollo del cerebro, las neuronas viajan desde el lugar de su nacimiento, en el interior del cerebro, hasta la corteza, que es la zona mas externa del mismo. En el caso de los animales con el cerebro liso, estas proteínas que se han descubierto, llamadas proteínas FLRT, manejan las migraciones de las neuronas y proporcionan una adhesión entre las células nerviosas que dan una esa superficie lisa.

En el caso del cerebro humano se halló un número bastante menor de esta proteína, por lo que determinaron que algo tenía que ver con los pliegues del cerebro. Para realizar esta investigación, los científicos crearon un ratón de doble mutación al que no añadieron esta proteína. Con el paso de los días, observaron como el cerebro del ratón empezaba a tener pliegues muy similares a los del cerebro humano.

Es cierto que aún queda mucho por investigar, pero, sin duda, es una gran noticia para la ciencia ya que estos resultados pueden ayudar a comprender el desarrollo de algunas patologías y buscar las causas genéticas. Se debe tener en cuenta que el cerebro humano comienza a plegarse alrededor de la semana 20 de gestación y no termina hasta que el pequeño tiene un año y medio.

La ausencia de una proteína en el cerebro es la clave de este nuevo estudio.

En alguna que otra ocasión, este plegamiento no se produce como debería y se desarrollan unas enfermedades raras llamadas lisencefalias, que lo que hacen es causar malformaciones en la corteza cerebral. Estas afecciones pueden estar acompañadas por epilepsias, trastornos motores y retraso cognitivo, de ahí la importancia de este estudio.

Esperamos recibir muy pronto nuevas, y buenas, noticias al respecto ya que los científicos han comenzado a probar y a buscar mutaciones de este tipo en los genes de pacientes con malformaciones.