La casa de los líos: de Aguirre a Cifuentes

Malos tiempos para ser presidente de la Comunidad de Madrid. Desde Esperanza Aguirre hasta Cristina Cifuentes. El sillón está maldito. Tres personas distintas, dos dimisiones y una imputación después la dirección de esta administración regional busca nuevo inquilino. La oposición tampoco pasa por su mejor momento y Madrid vive en un cierto tono de confusión, desde hace más de un década.

El máster fantasma y el vídeo del supermercado han terminado por dilapidar a Cristina Cifuentes, la última víctima de la maldición de la presidencia de la Comunidad de Madrid. La ex delegada del Gobierno en la capital es la segunda persona que presenta su dimisión en el cargo en menos de seis años. Antes -en el año 2012- fue Esperanza Aguirre. Entre medias de las dos, el imputado Ignacio González.

“Tengo la certeza de que, para un político, es absolutamente esencial elegir el momento de su retirada y la forma de hacerla. Y este era el mejor momento. Me retiro de la primera fila de la política». Con estas palabras Aguirre ponía punto y final a su etapa como presidenta de la Comunidad de Madrid y sin saberlo -o sí- abría una etapa negra y de incertidumbre.

La también expresidenta del Partido Popular en Madrid dejó el cargo porque buscaba alejarse de la primera línea política. Un cáncer de mama y diferentes motivos personales la llevaron a tomar esa decisión. Lo extraño de su parecer es que tan sólo tres años después Aguirre se presentó a la alcaldía de Madrid. Como líder de la oposición en el ayuntamiento también dimitió en el año 2017, precisamente por la imputación de su sucesor en la Comunidad de Madrid, Ignacio González.

El nombre de Aguirre ha estado relacionado en muchas ocasiones con la financiación ‘b’ del Partido Popular. Los movimientos judiciales relacionados con la Púnica cayeron como un jarro de agua helada en la dirección nacional de los ‘populares’. Pero lo cierto es que Aguirre ha conseguido salir indemne de todos los escándalos que han rodeado a su partido. Siempre en calidad de testigo, pero nunca en calidad de imputada ha tenido que declarar en alguna comisión de investigación, pero nada más.

GONZÁLEZ, EL PEOR PARADO

El que no ha corrido tanta ‘suerte’ como Aguirre ha sido su relevo en el cargo, Ignacio González. La mano derecha de la expresidenta del PP se hizo cargo de la Comunidad de Madrid tras la dimisión de esta. Tres años son los que se mantuvo al frente del gobierno regional, aunque no fueron suficientes para repetir como candidato en el año 2015.

En esta ocasión la maldición del asiento de la presencia de la CAM tocó y hundió a González. El también exsecretario del Partido Popular en Madrid no sólo fue relegado a un segundo plano, sino que fue relacionado de manera directa con la ‘Operación Lezo’. En abril del año 2017, el juez envió a la cárcel al dirigente ‘popular’ por supuestas irregularidades en la empresa ‘Canal’. El magistrado situó al político al frente de una organización criminal que desvió fondos públicos a sus bolsillos. Además, consideró que financió al PP con al menos un millón de euros de la empresa pública de informática.

En total, González ha pasado siete meses encarcelado, hasta que en noviembre de este año 2017 pudo salir previo pago de la fianza de 400.000 euros. De todos modos, en febrero del año 2018 el expresidente regional volvió a recibir otro revés. En esta ocasión, fue el juez de la ‘Operación Púnica’ el que le citó como investigado. Además, González mantiene abierta una causa relacionada con la compra de un ático que también afecta a otras personalidades como Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid.

LO QUE PUDO SER Y NO FUE DE CIFUENTES

Para borrar toda esta sombra de corrupción irrumpió en escena Cristina Cifuentes, exdelegada del Gobierno en Madrid. Cifuentes fue la cara del Partido Popular para las elecciones autonómicas de 2015 y gracias al pacto de investidura con Ciudadanos logró la presidencia de la CAM. La todavía máxima dirigente de su formación en Madrid afirmó que venía a regenerar la política y se presentó como la adalid de la transparencia.

Tres años después, presa de sus palabras Cifuentes ha tenido que decir adiós al cargo. Asediada por las críticas de un máster que nunca obtuvo aguantó más de un mes en el sillón. Pero la publicación de un vídeo en el que se le aprecia robando dos cremas en un supermercado en el año 2011 han terminado de destrozar su imagen. Empujada por la presión surgida incluso dentro de su propia formación, Cifuentes ha dicho adiós con la sombra de la corrupción acechando su figura.

Ahora, el cargo interino se lo disputan Ángel Garrido, mano derecha de Cifuentes, y Pedro Rollán, consejero de Medio Ambiente. Este último sufrió una investigación de la Cámara de Cuentas de Madrid por unas supuestas irregularidades durante su época como Alcalde de Torrejón. Por este motivo, no es muy lógico que el Partido Popular apostara por él. No quieren más escándalos ni más dimisiones. Para las elecciones autonómicas del año 2019 las quinielas apuntan a Casado, pero no hay nada seguro.

LA OPOSICIÓN, IGUAL O PEOR

Pero durante todo este recorrido de sinsabores para los ‘populares’ en la presidencia de la Comunidad de Madrid también han existido malos tiempos para la oposición. En este sentido, el caso más llamativo es el de Tomás Gómez, exalcalde de Parla y exnúmero uno de los socialistas en Madrid.

Pedro Sánchez decidió destituir en el cargo a Gómez a tan sólo tres meses de comicios regionales del año 2015. La ejecutiva socialista tomó está decisión tras las investigaciones emprendidas por la fiscalía y por policía por el sobrecoste, en 41 millones de euros, de los trabajos de construcción del tranvía de Parla,ciudad madrileña de la que Gómez fue alcalde entre 1999-2008. Al final, tuvo que ser un independiente, Ángel Gabilondo, el elegido para optar a la presidencia de la CAM.

En Podemos tampoco han faltado los escándalos. Ramón Espinar y su vivienda de protección oficial, las disputas entre Errejón y Lorena Ruiz-Huerta, ejecutiva regional de la formación morada, por la candidatura a las elecciones autonómicas… Tres años en la oposición repletos de polémicas. Ciudadanos es de momento el único partido al que no le ha salpicado ningún escándalo, aunque los del Partido Popular le afectan de manera indirecta por el pacto de gobierno que les une a ellos.