Cáncer linfático: los síntomas de que padeces un linfoma

Un linfoma es un cáncer que se ha desarrollado en las células del sistema linfático, en concreto en los linfocitos o células blancas que forman parte del sistema inmunitario de tu organismo. El sistema linfático se compone por una gran red parecida a la de los vasos sanguíneos, pero por ellos circula la linfa. Los ganglios o nódulos linfáticos, la médula ósea y otros tejidos como el hígado o el bazo, están compuestos por los linfocitos.

Cuando las células que defienden el sistema inmunitario se vuelven malas, estamos hablando de un cáncer linfático. A medida que la enfermedad se extiende por tu cuerpo, el funcionamiento de tu sistema inmunitario va disminuyendo. Si los linfocitos malignos entran en la médula ósea, te puede provocar anemia.

Esta enfermedad se suele dar en personas que tenga alrededor de los 60 años. El problema es que los síntomas de este cáncer pueden confundirse con otros y no darte cuenta que la tienes. Según el tipo de cáncer linfático que padezcas y de lo extendido que esté puedes tener una sintomatología u otra. Te diré las más comunes para que las tengas en cuenta y acudas a tu médico si crees que puedes tenerlo.

Sudoración por cáncer linfático

sudores nocturnos por cáncer

En algunos casos de cáncer, los enfermos tienen sudores nocturnos que significan que su cuerpo está reaccionando al linfoma, por el tratamiento o por otras infecciones relacionadas a la bajada del sistema inmunitario.

Sobre todo, los enfermos de cáncer de mama y de próstata son los que sufren esta sintomatología. También hay que tener en cuenta que siempre que se tenga este síntoma no significa que tengas un tipo de cáncer.

Los sudores nocturnos también se suelen dar en personas que han superado un cáncer. En particular, se dan con más frecuencia en las mujeres. No obstante, los hombres también pueden tener estos signos.