Así cambian tus huesos, para bien, al dejar de fumar

Fumar reduce tu calidad de vida de forma considerable, incluidos tus huesos. El tabaco merma tus funciones respiratorias, cardíacas e incluso sexuales. No obstante, las personas siguen fumando y siguen muriendo por ello.

El cáncer de pulmón provocado por el tabaco aumenta hasta el 90% y es el mayor responsable de muertes tanto en hombres como en mujeres. Seguramente todos los daños que ocasiona el tabaco ya los conoces. Pero, ¿te has parado a pensar en los beneficios de dejarlo?

Respiras mejor, tienes menos probabilidades de cáncer o de que te dé un infarto y tu vida sexual y reproductiva no se verá alterada. Sin embargo, ¿qué les sucede a tus huesos con el tabaco?

Se piensa que los huesos están «ahí y punto». Son los encargados de mantener en pie toda esa masa de órganos y carne a la que llamas cuerpo. Sin ellos tan solo seríamos unas gelatinas espachurradas en el suelo. Por lo que la salud de tus huesos también es bastante importante.

Problemas en los huesos por el tabaco

fumar huesos

Cuando la nicotina invade tu organismo altera el metabolismo de tus huesos. Al igual que el humo también te produce daños en las arterias y los pulmones, los huesos no salen mejor parados.

Fumar provoca que tus huesos disminuyan su densidad mineral. Por consiguiente, si tienes los huesos «más finos y débiles» el problema de sufrir roturas aumenta considerablemente. Si dejas de fumar las sustancias tóxicas que hacen que las células no regeneren los huesos se detienen y estas vuelven a actuar con normalidad.

Otro problema añadido es que fumar hace que la cicatrización de tu cuerpo merme, se ralentice y que tengas más riesgo a infecciones.

El tabaco hace que tus huesos sean más quebradizos.

Movilidad ante fracturas

fumar huesos

Cuando tienes una fractura de un hueso los problemas aumentan por culpa de fumar. Está demostrado que los fumadores tienen casi el triple de probabilidades de que se les rompa un hueso de los largos como son la tibia o el fémur. Y lo que es peor, el proceso de recuperación es más lento.

Fumar hace que la rehabilitación y recuperación de una fractura sea mucho más lenta hasta en siete semanas más si eres fumador. Además, tienen el riesgo añadido de la infección que ya te he comentado, ya que el fumar hace que los microorganismos se reproduzcan con más facilidad.

El esqueleto humano está compuesto por huesos y el tabaco hace que se rompan con más facilidad, por lo que si las fracturas te deforman el esqueleto pueden afectar a los órganos y que estos se deterioren y mueras.

Tener los huesos débiles hace que vivas menos.

La osteoporosis en jóvenes fumadores

fumar huesos

La osteoporosis en jóvenes fumadores está aumentando más cada día. Cuando eres adolescente es cuando tu cuerpo debe de tener los huesos con mayor nivel de masa ósea. Esto puede tardar en suceder hasta los 20 años como mucho. Pero hay veces en los que ese crecimiento se ve interrumpido.

Que los huesos no crezcan lo suficiente cuando eres joven puede ser por una mala alimentación, por el sedentarismo, o, por desgracia, cada vez más por el consumo de tabaco en adolescentes a partir de 13 años.

Si los jóvenes no fuman, pero sus progenitores o amigos sí lo hacen, ellos están expuestos al humo del tabaco. Los estudios demuestran que la salud ósea es más reducida en personas que están expuestas al tabaco desde pequeños.

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Ahora mismo la osteoporisis por fumar en los adolescentes tan solo llega al 1%. El problema es que para descubrir que realmente existe un problema en los huesos tienes que haber sufrido varias fracturas y que ya haya pasado bastante tiempo. El diagnostico de osteoporosis no es algo que sea frecuente en la primera consulta. Y una vez que el esqueleto se va deformando es cuando empiezan tus problemas.

Cuando dejas de fumar tus huesos vuelven a coger fuerza y densidad.