Bolsa, criptomonedas, inmuebles… ¿dónde invertir sin morir en el intento?

IG Markets

Finalizado 2017, es hora de hacer balance. El nivel reducido de los tipos de interés, y la solidez del crecimiento, tuvieron una influencia positiva en los mercados financieros internacionales. Y eso se tradujo en importantes revalorizaciones de las bolsas mundiales (más en Estados Unidos que en Europa). En España, el Ibex creció un 7,4%. La pregunta es: de cara a 2018, ¿dónde invertir? ¿Oro, criptomonedas, bolsa, inmuebles, renta fija, renta variable…?

La oferta es infinita, pero hay que saber moverse. El exceso de liquidez, la proliferación de burbujas o nuevos jugadores en el tablero financiero como las fintech pueden crear auténticos tsunamis o, por el contrario, ser caldo de cultivo de buenas oportunidades de inversión. “Es muy importante estar al día de la macroeconomía y de los sucesos que durante el calendario pueden generar volatilidades que afecten a las inversiones”, resalta Gastón Luis Apraiz, director de Inverpriban.

Con una tasa de inflación del 1,5%, el poder adquisitivo de un depósito bancario de 1.000 euros se reducirá a 860 euros en diez años

El rally alcista que hemos estado viendo, sobre todo en acciones, se ha sustentado en el convencimiento de un sólido crecimiento global continuo. “¿Qué sucederá si comenzamos a ver grietas en las perspectivas de crecimiento o si una de las grandes regiones económicas comienza a tambalearse?”, se pregunta Esty Dwek Roditi, especialista en inversiones de Natixis Investment Managers.

No es el único riesgo. La ‘goma’ de los bancos centrales puede dejar de estirarse más, eliminando los estímulos. “Si lo hacen antes de tiempo, los mercados se asustarán. Y si el BCE se queda sin bonos y finaliza la QE antes de septiembre, también podría asustar al mercado de bonos y al HY europeo”, adiverte el especialista de Natixis.

La bolsa suena a estabilidad

En general, las bolsas mundiales tendrán un buen comportamiento. Con un escenario en máximos relativos, y una inflación estable, dos son los aspectos en los que el inversor debe estar atento: la dispersión y la volatilidad. “Probablemente aumentaran conforme vaya madurando el ciclo de mercado”, indican desde Inverpriban. Ellos consideran que el Ibex 35 estará a la cabeza de las bolsas europeas.

Hablando de volatilidad, es posible que ésta aumente de manera gradual. “Si los mercados de repente ven oscilaciones mucho más violentas, la recuperación podría estar en riesgo. Hay muchos eventos por delante que podrían causar una mayor volatilidad”, apunta Esty Dwek Roditi.

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¿Como cuáles? Brexit, Trump, Corea del Norte, Oriente Medio, elecciones en Italia y México… “El continuo movimiento del cambio del valor entre divisas presenta alto riesgo, y puede estar marcado por los cambios geopolíticos (Brexit) y posibles conflictos bélicos (Corea). Hay que tener atención a la volatilidad de las mismas”, manifiesta Gastón Luis Apraiz.

¿Y las criptomonedas? Hemos visto como el bitcoin bajaba, en tan solo un mes, de los 20.000 dólares a estar por debajo de los 10.000. “En cuanto a inversión es la más inestable e insegura porque no tiene regulación, es totalmente especulativa y sus ganancias no son tangibles”, recalcan desde Inverpriban.

Que los tipos de interés estén en 0, hace que el valor del dinero se desinfle como un globo pinchado. Con una tasa de inflación del 1,5%, el poder adquisitivo de un depósito bancario de 1.000 euros se reducirá a 860 euros en diez años. Por éste, y otros motivos, los inversores buscan alternativas entre el bitcoin y otras criptomonedas. “Los inversores que eviten las acciones debido al temor a la volatilidad de los precios tendrán que aceptar una lenta erosión de sus ahorros o quizás poner sus esperanzas en las criptomonedas respaldadas por oro. Pero, en este caso, un ahorrador podría invertir directamente en oro”, aseguran desde la gestora Flossbach von Storch.

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El tradicional valor refugio, el oro, tuvo una ganancia cercana al 10% durante 2017. Y la senda positiva podría continuar durante 2018. Movimientos geopolíticos, incluso algún enfrentamiento bélico, dispararía de forma abrupta su precio. Eso sí, las subidas de tipos de la Fed (están previstas dos este año) tendría como consecuencia un alza en el precio del billete verde que supondría, a su vez, una bajada en el oro.

¿Más instrumentos? La compra de inmuebles, que en el último año supuso un incremento de precio por encima del 7% en las áreas metropolitanas; inversión de capital para préstamos; planes de pensiones; la adquisición de acciones en multinacionales que faciliten liquidez… Estos, o los ya citados oro, criptomonedas, o bolsa, son elecciones siempre teniendo en cuenta dos párametros: riesgo y plazo. “El inversor debe estar consciente del riesgo asumido. De no ser así, existe una disonancia entre su aversión al riesgo y la rentabilidad que espera”, remarca Gastón Luis Apraiz.