De cómo Sánchez y Begoña Gómez emparentan con los Del Alcázar (IE University)

Begoña Gómez no es la mujer del César. Quizá no deba ni parecerlo, es la mujer de Pedro Sánchez, a la sazón presidente del Gobierno de España. Y, ambos, en una extraña decisión, han unido su suerte a la noble familia de los Del Alcázar Silvela y Benjumea Cabeza de Vaca. No es mal casamiento, grandes de España, pero sí es una rara declaración de principios para un presidente socialista que dice que ha venido a “regenerar España”. Sánchez se ha unido, vía empleo de su mujer, con un entramado societario propio de la nobleza española y las altas finanzas.

No se puede decir que Begoña Gómez sea una mujer de decisiones inamovibles. Aceptó un empleo en el Instituto de Empresa solo 15 días después de decidir tomarse una excedencia en atención al nuevo cargo de su marido, Pedro Sánchez. Presidente del Gobierno.

Parecía lo lógico y seguía la senda de las esposas de los presidentes de la Democracia española. Solo Sonsoles Espinosa, esposa de José Luis Rodríguez Zapatero, decidió seguir con su carrera de cantante de música culta, tan alejada de avatares políticos y empresariales.

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Begoña Gómez pasa a ser una asalariada de una empresa próspera, con beneficios de más de cinco millones de euros en las últimas cuentas presentadas al registro Mercantil. Su puesto, directora del África Center, suena eufónico y altruista. Pero su empresa no lo es.

Carmen Romero, Ana Botella y Viri Fernández dejaron sus puestos de funcionarias y no trabajaron en nada que no fuera la política (Romero diputada, Botella, concejala), para evitar la colisión de intereses. Porque, aunque el cargo suene eufónico y solidario, el entramado empresarial de los Del Alcázar sí tiene intereses, como corresponde a una antigua, noble y próspera familia con fincas, empresas y fondos de capital.

EL ENTRAMADO EMPRESARIAL DEL IE

El Instituto de Empresa, vinculado a IE University, forma parte de un entramado empresarial clásico en este tipo de fortunas. El accionista de IE University es Azálvaro Empresa, que a su vez es propiedad de otra compañía, Tabla de las Navas, en cuyo objeto social figura lo siguiente: “El asesoramiento y consultoría económica, financiera, comercial, sobre cualesquiera áreas de interés empresarial. La tenencia de participaciones en sociedades filiales en la que participe, así como la prestación de servicios de apoyo a las mismas”. No suena altruista ni solidario.

Azálvaro Empresa (ahora llamado Azálvaro) tiene a su vez seis empresas participadas: Infoempleo, Dehesa de Tabladillo, Promociones y Rehabilitaciones Castín, Chocolates La Colonial de Eureka, Almantes y Fuentes Capital.

Son reflejo de parte de la carrera de Diego del Alcázar Silvela, X marqués de La Romada, Grande de España. Y terrateniente. Dehesa de Tabladillo es una preciosa finca en Ojos-Albos, cerca del río Cardeña, en Ávila, tierra de origen del marqués. Más complicado parece el caso de Fuentes Capital, compañía dedicada a los servicios financieros que está en situación concursal. Su presidente es un socio de Diego Del Alcázar, Javier Solano Rodríguez-Losada. Se trata de un empresario de origen gallego, marqués (él también) de La Solana, ex directivo del antiguo INI (Instituto Nacional de Industria), de viejas reminiscencias.

LOS DEL ALCÁZAR-BENJUMEA

Diego Del Alcázar Silvela es un solido empresario, casado con la también aristócrata María Benjumea Cabeza de Vaca, dedicada meritoriamente al emprendimiento. Los hijos de ambos, Diego e Isabel, forman parte del Consejo de Administración del Instituto de Empresa. Diego Del Alcázar –el marqués titular– ha sido presidente de Vocento, entre otros muchos cargos y negocios, como el Agua de Mondariz, a lo largo de su fértil trayectoria. Toda ella alejada de las ONGs y el altruismo, lógica y legítimamente.

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Esto es solo un apunte del conglomerado de intereses y conflictos de los mismos a los que se ve irrefrenablemente abocado Pedro Sánchez. Los sectores que toca la empresa para la que trabaja su mujer van de la educación a los intereses inmobiliarios, pasando por asuntos tan peculiares como las ayudas agrarias y forestales. La exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ya tuvo que salirse de varias decisiones del Consejo de Ministros cuando se trataban asuntos relacionados con la empresa para la que trabajaba su marido, Telefónica. ¿Se irá del Consejo de Ministros el presidente cuando se traten asuntos relacionados con la educación universitaria? ¿O del reparto de ayudas o programas de cooperación internacional?

CONFLICTOS DE INTERESES

Amparo Illana, Pilar Ibáñez, Carmen Romero, Ana Botella, Elvira ‘Viri’ Fernández, tuvieron a bien que su pareja se pudiera quedar sentado sin cargos de conciencia en los consejos de ministros que presidían. En solo dos meses ocupando la Moncloa, Pedro Sánchez, además de varias polémicas relacionadas con su naturalidad a la hora de usar recursos de la presidencia en sus actividades privadas, ya se ha puesto contra las cuerdas en unos cuantos asuntos por la incompatibilidad del trabajo de su mujer.

Pedro Sánchez, pese a su porte de alero ACB no es un César, ni Begoña Gómez la mujer del César. Que los Sánchez y los Gómez emparenten económicamente con los Del Alcázar, Benjumea o Cabeza de Vaca no tendría más particular si no fuera porque Sánchez es presidente del Gobierno.

Un socialista que apoya la educación pública –eso dice– cuya esposa trabaja en una institución que se financia de una universidad privada elitista en la que el curso universitario no baja de los 20.000 euros. Cuanto menos, conflictivo.