El juez del caso Villarejo golpea a la guardia de corps de FG en el BBVA

El magistrado Manuel García-Castellón ha desmontado en un solo día cualquier presunción de que la cúpula del BBVA no estaba al corriente de las actividades del comisario Villarejo en relación con el banco. La implicación de Ángel Cano, ex consejero delegado de la entidad; Julio Corrochano, ex jefe de Seguridad; y otros siete directivos es un paso más en la complicada situación reputacional de la entidad que hoy dirige Carlos Torres.

Las relaciones y los servicios de presunto espionaje de Villarejo para el BBVA, desvelados en exclusiva por MONCLOA.COM, ya supusieron la dimisión del Francisco González, que aún mantenía la posición de presidente de la Fundación BBVA. La calificación de «investigado» –lo que antes era imputado– de Cano deja claro que el juez titular del Juzgado número 6 de la Audiencia Nacional tiene elementos para pensar que los trabajos de Villarejo eran encargados por la estructura del banco, no eran un hecho aislado. Los nueve directivos del banco están citados en calidad de investigados por presuntos delitos de cohecho activo y revelación de secretos.

Los problemas en relación a esta causa del BBVA están siendo seguidos atentamente por las autoridades bancarias europeas. También por diferentes inversores, que temen las consecuencias patrimoniales que estos hechos pudieran tener. Que el ex consejero delegado esté investigado por el juez en la trama no hace sino dar la razón a quienes creen que el banco se enfrenta a consecuencias graves tras el uso de los servicios del comisario, hoy en prisión.

El juez les tomará declaración a lo largo de esta semana. Las comparecencias comenzarán este jueves 4 de julio a las 10:45 horas, cuando pasarán ante el juez y los fiscales Anticorrupción Pérez Caballero y Cano. Ya por la tarde (16:15h) están citados Malagón, Béjar y Gómez Barrero. El viernes 5 a las 9:30 horas será el turno de Díaz Ochagavia, Campo Campuzano, Redondo y Corrochano.

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LA SEGURIDAD DE BBVA, BAJO LUPA

El primero de los imputados, Julio Corrochano, es una pieza clave en la investigación judicial. El que fuera jefe de seguridad de BBVA durante el mandato de Francisco González (FG) ya salió en los primeros audios publicados por MONCLOA.COM. Según las grabaciones, era el interlocutor entre el banco y José Manuel Villarejo.

Corrochano, sin saber que estaba siendo grabado por el policía jubilado, manifestó abiertamente en una conversación con Villarejo que trabajaba directamente para el presidente (FG), que su director era Ángel Cano (consejero delegado de BBVA entre 2009 y 2015), que él preparaba las facturas para Villarejo y que compartía sus informes de espionaje con dichos cargos de la entidad vasca.

Aunque Francisco González intentó pasar el muerto a Corrochano, la grabación en poder de MONCLOA.COM (que entregó a las autoridades judiciales) muestra que FG estaba al corriente de los informes que realiza Villarejo en 2005 contra sus enemigos. “El presi me llama cada diez o quince días”, admitió Corrochano a Villarejo. Por tanto, conocía su contratación. Además, le pedía menos información pública y más munición propia del espionaje que le estaba pagando tan generosamente.

De hecho, Ángel Cano es otro de los llamados a declarar por el juez en la que supone la novena pieza separada del caso Tándem. Reconvertido en business angel, el que fuera consejero delegado de la entidad dejó el cargo con 54 años y una renta vitalicia anual de 1,79 millones de euros brutos al año. La cifra total ronda los 42 millones de euros. Le sustituyó el actual presidente, Carlos Torres.

La actual jefa de seguridad del banco, Inés Díez Ochagavia también tendrá que explicar su versión de los hechos al juez. Desde su nombramiento en 2015, su mayor logro pasa por la implantación de la plataforma Faro Corporativo para la gestión de la seguridad de la entidad vasca en todos los mercados donde opera. Dentro de esta área del grupo también está imputado el jefe de grupo en el equipo de Seguridad de BBVA, Nazario Campo Campuzano.

Aunque BBVA mantiene abierta la investigación interna sobre los trabajos de Villarejo para el banco, sostiene que «lo importante es la judicial»

Fuera del ámbito de la seguridad del banco, el juez Manuel García-Castellón ha llamado como imputados a otros cuatro directivos y exdirectivos de BBVA. En concreto, el director de Red Banca Comercial en la entidad, Ignacio Pérez Caballero; el que fuera jefe de Riesgos para España y Portugal y después responsable de BBVA Real Estate, Antonio Béjar González (en la actualidad consejero delegado de Distrito Castellana Norte); el miembro hasta 2018 del Comité de Dirección de la entidad financiera, Ricardo Gómez Barredo; y a su ex director de Finanzas, Javier Malagón Navas, que sigue vinculado al banco.

En esta misma ‘tanda’ de declaraciones el juez ha citado al abogado y socio de Villarejo, Rafael Redondo, con quien gestionaba, entre otras, la sociedad mercantil Cenyt a través de la que se facturaban los contratos con el BBVA, según las investigaciones periodísticas y judiciales que han sacado a la luz toda esta trama. García-Castellón irá junto a dos fiscales Anticorrupción a la cárcel de Estremera (Madrid) el 10 de julio para interrogar a José Manuel Villarejo por sus trabajos para el banco, según ha confirmado el abogado del excomisario a El País.

BBVA, ANTE MÚLTIPLES FRENTES EN LOS JUZGADOS Y LA SOCIEDAD

Esta es la novena pieza separada del llamado caso Tándem. El 3 de noviembre de 2017 Villarejo fue detenido por los supuestos delitos de blanqueo y organización criminal. Casi dos años después, las ramificaciones parecen no tener fin.

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Cuando todavía Francisco González era presidente de BBVA, el banco abrió una investigación interna en junio de 2018 para la que contrató a la consultora PwC. Con motivo de las primeras publicaciones de MONCLOA.COM, con FG fuera de la presidencia y Carlos Torres como máximo directivo del banco, la entidad redobló esfuerzos y sumó a PwC abogados de los despachos de Uría y Garrigues. El juez García-Castellón ha recibido casi la totalidad de este informe.

Mientras, el actual presidente de BBVA, Carlos Torres, capea el temporal como puede. Son muchos los frentes abiertos en torno a Villarejo y Torres ha optado por lanzar un mensaje único de colaboración total con la investigación judicial. “Nuestra investigación continúa, pero que la que de verdad es importante no es la nuestra sino la que se lleva a cabo en la sede de la Audiencia Nacional y con la que estamos colaborando activamente y lo seguiremos haciendo”, declaró recientemente en Santander.

Incluso el Banco Central Europeo (BCE) se plantea que un auditor independiente investigue a BBVA por las escuchas de Villarejo. Su desconfianza viene de la lentitud con la que se han desarrollado los trabajos del informe forensic, que pretende esclarecer si BBVA contrató a Cenyt (la empresa de Villarejo) siguiendo los protocolos internos.

La investigación judicial, las presiones del BCE y las publicaciones de la prensa han provocado una gran crisis reputacional para BBVA. A ella se unen algunas decisiones de la nueva directiva. Por ejemplo, nombrar a Francisco González presidente de honor del banco y la Fundación BBVA con todo lo que aparecía en los medios sobre escuchas ilegales a políticos, empresarios, periodistas e incluso la Casa Real. Por extraño que pareza, el nombramiento quedó en pausa. Por tanto, deja abierta una puerta a la posible vuelta de FG a su despacho de la Fundación BBVA.