El Banco Santander incluye azafatos en su asamblea general

Cuando los accionistas de Santander lleguen a la ciudad sede del banco para su asamblea general anual, el personal enfundado en su indumentaria roja característica que lo acompañará hasta sus asientos estará integrado por hombres y mujeres.

Del personal que dará la bienvenida al evento en la ciudad costera de Santander este viernes, el 60% será femenino y el 40% masculino, declaró la entidad bancaria. Es una manera de demostrar cómo han evolucionado las actitudes del banco con respecto a los roles de género: un decenio atrás, el 85% habría estado constituido por azafatas -normalmente jóvenes atractivas- para sumar elegancia y glamour a sus eventos públicos.

Bajo la presión del movimiento global #MeToo, en todo el mundo se prevé que las compañías demuestren que no asignan roles sobre la base de la apariencia y el género -y con mayor razón si, como es el caso de Santander, su actividad comercial alcanza una dimensión global-.

“Si hay una función en la cual la apariencia o el género constituyen una consideración primordial, es necesario que eso se revea”, declaró Peter Hahn, profesor de actividades bancarias en el Instituto de Banca y Finanzas de Londres. “Si se lleva a cabo un evento para accionistas internacionales, deben tenerse en cuenta sus expectativas”.

Al frente del gigante bancario que cuenta con activos por más de 1,4 billones de euros (1,7 billones de dólares) y funciona en 10 grandes mercados desde España hasta Brasil y el Reino Unido, Ana Botín, de 57 años, es una de las ejecutivas más poderosas del mundo.

Desde que asumió la presidencia en 2014 al morir su padre, Emilio, Botín ha defendido el rol de las mujeres en un banco que su familia contribuye a dirigir desde al menos 1895.

Se comprometió a eliminar antes de 2025 la brecha de género en las remuneraciones en todos los mercados donde opera. Santander declaró en un informe de 2017 sobre sustentabilidad que está implementando un programa para que 400 empleados españoles participen en procesos de mentoría para desarrollar talento femenino. El banco señaló que un 48% de las promociones de empleados en su país natal correspondió a mujeres en tanto la mitad del personal joven que se incorporó es femenino.

El banco aplica actualmente esos mismos criterios parejos en el caso del personal que moviliza para colaborar en eventos como la asamblea anual para sus 4 millones de accionistas.

Santander no tiene una política específica para contratar azafatos y azafatas a agencias, pero busca diversidad como regla general y no establece criterios respecto de la apariencia física.  Las azafatas llevarán el color rojo de la marca Santander y ellos estarán vestidos con traje oscuro y corbatas rojas.

Queda aún un largo camino por recorrer en la lucha por la igualdad de género. El banco paga al personal femenino en su unidad del Reino Unido en promedio 35% menos que a los hombres, según un informe dado a conocer este mes.

Esto se compara con el 37% y el 38% de brecha en la remuneración en Royal Bank of Scotland y Virgin Money. Al igual que otros bancos, Santander atribuyó la disparidad salarial a la elevada proporción de mujeres que desempeñan funciones en niveles más bajos y con horario reducido en comparación con una mayor proporción de hombres en puestos altos.

Charlie Devereux para Bloomberg