Santander amplía las ayudas hipotecarias y de alquileres a los más afectados por el covid-19

El Banco Santander acaba de ampliar todos sus planes de ayuda a clientes particulares y empresariales, en especial los destinados a los más afectados por la crisis económica resultado de la pandemia. Entre las nuevas medidas están la ampliación de las moratorias de hipotecas y de alquileres, mejoras en las condiciones del crédito al consumo o de las tarjetas y se presta mayor atención a los servicios para seniors.

De este modo, todos los clientes con problemas para pagar sus hipotecas disponen ya de opciones de moratoria más amplias que las que figuran en el decreto recientemente aprobado por el Gobierno. Santander ofrece diferentes alternativas, como carencia de amortización del principal del préstamo durante un plazo de 6 a 12 meses. Se pueden solicitar estas ayudas haciendo click en un banner que se puede ver al entrar en el espacio personal de banca online y en la app móvil del Santander, que da acceso a un formulario para solicitar su plan de ayuda, sin necesidad de documentación adicional. En caso de no disponer de las claves de banca electrónica, el cliente puede solicitar el alta por los canales habituales para acceder por primera vez. Tras la petición, un equipo centralizado se pondrá en contacto con el cliente para la firma del contrato privado. Inicialmente, y mientras dure el estado de alarma, estos contratos no requieren intervención notarial, que se realizará más adelante. Las ayudas hipotecarias están pensadas tanto para la vivienda habitual como para la segunda residencia.

El Banco Santander otorga también una moratoria de dos meses en el pago del alquiler a todos los inquilinos de viviendas que aún son propiedad de la entidad financiera, y de tres mensualidades en el caso de casas incluidas en el llamado Fondo Social y Alquiler Social. Las mensualidades aplazadas se dividirán en 12 cuotas y se incorporarán al alquiler mensual.

Para agilizar los trámites, y con carácter generalizado, no se realizará una petición de documentación para el contraste de cada situación, salvo los casos de vulnerabilidad que se identifiquen, que serán encauzados dentro de la política social. Asimismo, cualquier contrato que venza en los próximos dos meses se renovará automáticamente en las condiciones actuales. 

Además, y mientras dure el estado de alarma, se flexibilizarán las reclamaciones de impago, especialmente en el caso del colectivo sanitario y personal de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Además, con la vista puesta en la protección de uno de los colectivos más vulnerables, los mayores de 65 años, el Santander ha adaptado su oferta de productos y servicios para hacer más llevaderas las medidas de confinamiento para este colectivo y proteger su bienestar. Así, ofrece una carencia de tres meses en el pago del paquete básico de su Plan Senior, denominado Servicio Senior que, por 9 euros al mes, incluye: un equipo de teleasistencia o botón de socorro para cualquier tipo de emergencia; un seguro garantía para accidentes en caso de quemaduras, fracturas, traumatismos y otros; y tres servicios de apoyo o asistencia (manitas tecnológico, asistente telefónico 24 horas y un servicio de optimización de recibos). Los clientes senior, tendrán, además,  la tarjeta de débito totalmente gratuita, con el objetivo de que puedan retirar efectivo de los cajeros y sin necesidad de desplazarse a la oficina.

La entidad difiere el pago del principal en los contratos de préstamos ligados al consumo por un periodo de hasta seis meses, lo que supone que el cliente sólo pagará los intereses generados. El proceso para acogerse a este aplazamiento es sencillo y 100% digital.

Santander Seguros es una de las entidades que participa en el fondo solidario de 37 millones de euros constituido entre las aseguradoras para proteger al personal sanitario (médicos, enfermeros, auxiliares, celadores, personal de ambulancia, voluntarios del Mir y personal jubilado) que se ha sumado a la lucha contra la pandemia. El capital asegurado alcanza los 30.000 euros por persona.

Mientras dure el estado de alarma y con el fin de contribuir a minimizar los desplazamientos, el Santander deja de cobrar comisión a sus clientes por la retirada de efectivo con tarjeta de débito en los cajeros automáticos de otras entidades, con lo que podrán aprovechar la cercanía de cualquier terminal a su alcance. El banco estrena, además, un proceso tecnológico pionero en todo el mundo para que el cliente pueda retirar hasta 300 euros del cajero automático sin necesidad de tocar el teclado, garantizando así una mayor protección ante el virus. El procedimiento consiste en que el cliente, a través de la app del banco o la web bancosantander.es, genera un código QR en la pantalla de su móvil que puede ser escaneado por el cajero. Este código puede ser enviado a un tercero para que disponga del efectivo con sólo escanear el código recibido.

Desde el inicio de la crisis sanitaria, el banco incrementó el límite de pagos contactless sin necesidad de PIN, ampliándolo de 20 a 50 euros por operación.

Santander España permitirá también aplazar, sin intereses, las compras realizadas con tarjeta de crédito hasta seis meses. Para ello, realizará una bonificación de los intereses correspondientes a los 6 primeros meses, siempre que se elija la opción “fraccionar compra” (antes “pago fácil”), para los cargos realizados entre el 1 y el 30 de abril. Para ello, es imprescindible apuntarse en la web bancosantander.es, en el apartado “promociones tarjetas” o a través del correo electrónico o notificación push que recibirán los clientes. 

La bonificación se realizará antes del día 20 del mes siguiente en la cuenta asociada a la tarjeta, por el importe acumulado correspondiente a los intereses de los seis primeros meses. Fraccionar las compras permite pagar en plazos mensuales (desde un mínimo de dos hasta un máximo de 36 cuotas) sin necesidad de modificar la forma de pago de la tarjeta. Esta opción está disponible a través de la app, la banca online y la banca telefónica.

Otra de las medidas puestas a disposición de los clientes es la posibilidad de aplazar el pago de las compras realizadas con la tarjeta de crédito hasta el mes siguiente. Es decir, los clientes abonarán, sin financiación ni intereses, el recibo de su tarjeta de crédito con todos sus pagos correspondientes al mes de abril el día 1 de junio en lugar del 1 de mayo, para dar tiempo así a que se recupere la actividad tras el confinamiento. Llegada esa fecha, también podrán financiar el recibo si así lo prefieren.

El banco tiene diferentes opciones de financiación por medio de la tarjeta, que se pueden activar desde la app Santander: 

  • Aplazar recibo(antes “pago luego”), con esta opción el cliente puede retrasar el pago de su tarjeta de crédito un mes (el primer mes pagaría el importe que elija, desde un mínimo de 25 euros, y el mes siguiente abonaría el resto, con el tipo de interés por pago aplazado, y volvería a su forma de pago habitual); 
  • Cambio de forma de pago, que permite al cliente decidir cómo pagar el extracto mensual de su tarjeta de crédito (mensual, aplazado o cuota fija); 
  • Efectivo al instante (antes “dinero directo”), el cliente puede enviar dinero desde la tarjeta a su cuenta en menos de un minuto, a partir de 300 euros y tantas veces como lo necesite.

El banco mantendrá la bonificación de la comisión de mantenimiento en cuenta a los clientes que dejen de cumplir condiciones como consecuencia del covid-19 y eximirá de las comisiones de descubierto a los clientes afectados por ERTES o que pierdan sus ingresos durante el periodo de crisis.

LÍNEAS ICO

Santander España está ya atendiendo la demanda de liquidez por parte de las empresas, pymes y autónomos a través de las líneas ICO con aval público. Los clientes pueden contratar estos préstamos de forma remota y, para aquellos que no sean clientes y quieran darse de alta, pueden hacerlo mediante el onboardingdigital. 

Todas estas medidas se suman a las que ya habían sido anunciadas por el banco que, entre otras iniciativas, se ha comprometido a mantener los 29.000 puestos de trabajo directos que tiene en España, tanto en los servicios centrales de todas sus sedes corporativas como en la red de sucursales y a no hacer ERTES.  Además, está ayudando a los proveedores que dan servicio en sus instalaciones, actualmente afectados por el cierre, para evitar que estas empresas se vean obligadas a despedir a sus trabajadores por falta de actividad. 

En el caso de pymes y autónomos, Santander España ha lanzado una nueva línea de créditos preconcedidos por 20.000 millones de euros y ha implementado un nuevo servicio llamado «Pago Ágil» que sirve para financiar el pago de facturas a proveedores. Durante la última Junta de Accionistas, el banco anunció su decisión de no repartir dividendos en 2020, ni el complementario de 2019, con lo que cuenta con otros 90.000 millones de euros para destinar a financiación de empresas y particulares.

Pymes y autónomos están siendo especialmente afectados por la crisis. “Ahora más que nunca, nuestra misión de contribuir al progreso de las personas y las empresas está guiando nuestras decisiones y acciones para afrontar la crisis”, señaló la presidenta de la entidad, Ana Botín, en la última Junta General de accionistas. “Tenemos la responsabilidad -dijo- de hacer todo lo posible para apoyar a nuestros clientes, particulares y empresas. Permítanme repetir que contribuir al progreso de las personas y las empresas es una responsabilidad que todos compartimos. Esta crisis no es una crisis financiera como la del 2008. Hoy, los bancos somos parte de la solución. Somos mucho más fuertes y estamos preparados para afrontar desafíos globales como el coronavirus”.

El servicio Pago Ágil es aplicable a descuentos, factoring, pago a proveedores o anticipo de exportaciones y renting, con precios personalizados y para cualquier finalidad. La financiación está adaptada a las necesidades y características de los diferentes sectores estratégicos de la economía, como son la restauración, los hoteles o los servicios sanitarios. Permite financiar el pago de las facturas tanto a proveedores nacionales como internacionales en su fecha de vencimiento. Los desembolsos se planifican y financian mediante un proceso totalmente automático, que permite al pequeño empresario o autónomo pagar sólo por la cantidad que use y sin comisión de apertura.

El procedimiento tiene tres pasos: 1) Identificar las facturas a financiar y el aplazamiento necesario, 2) emitir una remesa a través de banca electrónica, y 3) el banco se encarga del resto del proceso, pagando al proveedor en la fecha acordada y aplazando el cobro a la pyme en la fecha acordada en la financiación. Con todo esto se consigue mejorar la planificación y tesorería de la compañía, eliminar el riesgo de incurrir en desfases entre ingresos y pagos, obtener financiación en el momento en que se necesita y reducir las tareas administrativas, al ser la entidad la encargada de realizar la gestión de pago.

En el caso de la dotación de 20.000 millones de euros en créditos preconcedidos para apoyar a las empresas afectadas en España, con tipos pagaderos a un año, se trata de una medida que garantiza la liquidez a corto plazo y proporciona a las empresas mucha mayor flexibilidad en la gestión de su flujo de caja. Además, Banco Santander ha sido la primera entidad en lanzar una línea de crédito ICO de 400 millones de euros para empresas y autónomos. La garantía oficial asciende al 50% de la financiación y cada titular puede solicitar un importe máximo de 500.000 euros, con un plazo de dos, tres o cuatro años (un año obligatorio de carencia) y un tipo fijo del 1,49% sin comisión de apertura. El pasado año, la entidad española se situó como líder del sistema financiero español en financiación ICO, lo que supuso una cuota del 36%. El banco canalizó el 40% de las operaciones que se llevaron a cabo, lo que representó una financiación de 1.600 millones de euros en préstamos y leasings, más de 14 puntos porcentuales que la siguiente entidad financiera en el ranking.

El 70% de estas operaciones se realizaron con el segmento de autónomos y microempresas y el 30% restante con el de empresas y pymes. En este sentido, el banco formalizó más de 25.450 operaciones, de un importe medio de 60.000 euros y con un plazo en su mayoría de tres años en adelante. El grupo español trabaja con más de cuatro millones de pymes en todo el mundo. En 2019, el crédito a empresas y empresarios individuales concedidos por la entidad aumentó un 5,8% respecto a 2019. Y, del volumen total de préstamos, el 24% se destinó a pymes y empresas, 125.000 millones de euros.