La hora de la verdad para Renfe en el AVE a La Meca: 1.000 millones en juego

Llegó el momento de la verdad para Renfe. Las constructoras españolas incluidas en el consorcio empresarial que a finales de 2011 se adjudicó el contrato para construir y gestionar el Ave de Arabia -Copasa y OHL-, han finalizado ya la instalación de la vía entre La Meca y Medina y en enero deben empezar a realizarse las pruebas con viajeros.

Tras varias y duras negociaciones entre el consorcio Al Shoula, formado por once empresas y que lidera el presidente de Renfe, y el gobierno saudí sobre retrasos en las obras por un lado e impagos por otro, por fin está previsto que de comienzo el servicio oficial para el segundo trimestre de 2018.

Será el momento en el que Renfe se juegue su prestigio y una importante cantidad de dinero. El operador español es según el contrato el encargado de comercializar la línea de alta velocidad saudí durante los próximos doce años, hasta 2030. El problema es que los términos económicos de la operación, que obligan a Renfe a disponer de un mínimo de trenes y de cocheras, se hicieron en 2011 con unos planes que hoy ya nadie cree posibles en la compañía.

Viajeros diarios

El plan comercial lo realizó la consultora del ex presidente de Renfe, Julián García Valverde, Consultrans, a quien han señalado como uno de los más beneficiados por el contrato. Esta empresa calculó por ejemplo que el tráfico diario de pasajeros de la línea de 444 kilómetros entre La Meca y Medina sería de 160.000 personas. Es decir, unos 60 millones de pasajeros al año se verían atraídos por una línea que va a unir las dos ciudades santas en tres horas.

Para dar servicio a esos 60 millones de pasajeros, el contrato incluye lógicamente que haya en servicio 35 trenes, que Renfe ha comprado a Talgo, que las estaciones -habrá en La Meca, Medina, Jeddah y el Centro Económico Rey Abdullah- tengan el tamaño necesario para prestar servicio a tantos viajeros, y que los talleres para los trenes sean gigantescos y tengan capacidad amplia.

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Sin embargo, pocos confían ya en que la línea tenga esa cantidad de pasajeros estudios posteriores lo han rebajado a 30 millones e incluso por debajo. Esto significa que Renfe, que es quien ha comprado los trenes y no alcanzará los ingresos necesarios para hacer frente a los gastos, afronta un posible agujero de 1.000 millones de euros a lo largo del contrato, según cálculos internos.

Impulso

Renfe ha tratado de limitar este impacto tratando de reducir el número de trenes a adquirir a Talgo o intentando convencer al gobierno saudí para reducir los talleres especificados en el contrato inicial como forma de pago por los sobrecostes de la obra.

Arabia Saudí tiene unos 30 millones de habitantes y recibe 15 millones de visitas de turistas a lo largo del año. El año pasado el reino tomó una decisión que ayuda a Renfe, aunque podría no ser suficiente: Riad ha establecido un nuevo sistema de visados que permitirá a los expatriados árabes y musulmanes trabajar a largo plazo en el reino.