Aura es impresionante, pero Telefónica tiene una prioridad mucho más urgente

Aura de Telefónica es una idea espectacular. Llevo un par de días dándole vueltas a un símil que pueda ayudar a entender qué significa realmente este lanzamiento, y aquí va: Aura es Amy Adams en la espectacular película La Llegada (Arrival), una de las grandes ignoradas de los Oscars junto a Animales Nocturnos, de Tom Ford.

El personaje que interpretaba Adams hace lo mismo que Aura: Interpretar a extraterrestres. Sólo que, en este caso, los ‘extraterrestres’ son la red de Telefónica, un enorme conglomerado plagado de diferentes eventos de red, multitud de tecnologías y suministradores, distintos servicios… Coger ese monstruo e interpretar lo que dice para que los usuarios puedan comprenderlo, ofreciendo así además información útil a los clientes y a las empresas es un desafío colosal, y como tal hay que entenderlo.

No creo que se haya valorado con justicia el tipo de esfuerzo que ha hecho Telefónica y creo que está muy bien que la operadora se lance a aventuras de este tipo. Alguien tiene que innovar en telecomunicaciones y bien puede ser la empresa que preside José María Álvarez-Pallete.

El vídeo es la clave

Sin embargo, creo que la compañía tiene prioridades muy sencillas que resolver a corto plazo. Y no, no tiene que ver con la subida de precios, que era más o menos predecible. Tiene que ver con la experiencia de vídeo.

Hace meses publiqué un reportaje en el que analizaba las ventajas de Netflix frente a Telefónica en vídeo. En realidad, hace más de un año glosé ya más o menos lo mismo en un artículo para otro medio.

Y, aún así, las cosas siguen más o menos como estaban en muchos apartados. No entiendo que con los recursos que tiene Movistar no sea capaz aún de ofrecer una solución extraordinaria de vídeo a los clientes. Una aplicación multidispositivo consistente para todos sus mercados que ofrezca cosas originales y, sobre todo, útiles para los clientes.

Con todo lo bien que funcionan las redes fijas y móviles, y los cambios que estamos viendo en su estupendo router, la del vídeo sigue siendo la asignatura pendiente. No es que suspendan. Movistar+ funciona razonablemente bien. Pero lo hace en parte gracias a su estupenda selección de contenidos, no a la tecnología. Puestos a romper la pana, éste es un buen sitio para empezar.

No son sólo los contenidos

La mitad del éxito de Netflix no tiene que ver con los contenidos. Movistar los tiene fantásticos y va a seguir siendo así. Si nos centramos en su oferta de deportes y estrenos, no entiendo que sus clientes sientan la necesidad de mirar en otros sitios. Bueno, sí la entiendo. Porque Movistar aún tiene mucho trabajo que hacer en la parte experencial.

Quizá me esté adelantando y la compañía nos sorprenda en breve con cosas extraordinarias, pero mi primer aviso fue hace más de un año y sigo sin ver cambios sustanciales en los cinco puntos que reseñé. La aplicación de Movistar+, más allá del cambio de nombre, sigue siendo el viejo Yomvi, que cuando surgió era lo más pero que ahora se ha quedado a medio camino. La misma plataforma de Nagra con pocos cambios sustanciales visibles.

Entiendo que Telefónica quiera ser considerada un jugador importante en el mundo de los contenidos para los próximos años, y creo que tiene una oportunidad en el mercado de habla hispana porque ha elegido muy bien el talento a patrocinar. Una de las series que está llegando este otoño, La Zona, de los hermanos Sánchez Cabezudo, con una distopía nuclear verosímil como entorno para una trama policíaca y Eduard Fernández como protagonista, va a ser el sleeper de este año, si la trayectoria de sus autores nos sirve de brújula.

Pero para eso no van a servir sólo los nuevos decos Proteus 4K que está desarrollando la operadora para todos sus mercados con Arris. Hacen falta más cosas, especialmente en movilidad, y hay que hacérselas llegar a los clientes lo antes posible teniendo en consideración, por encima de todo, sus necesidades.

Aura incluso tendrá un papel en eso, teniendo en cuenta que su motor cognitivo puede ser utilizado para recomendaciones basadas en los intereses del usuario. Pero aunque Telefónica no quiera competir en el tipo de producto que ofrece Netflix, sí tiene que lanzar, lo antes posible, cosas que incorporen las lecciones que ha enseñado a la industria y las lleven mucho más allá.