Del audiolibro a Spotify: así se reinventa el sector editorial

Las posibilidades de entretenimiento durante la cuarentena son de lo mas variadas. La lectura es una de las actividades que está arrasando con entregas a domicilio, desempolvando clásicos de las estanterías o dándole una oportunidad a aquellas lecturas que se resistían en la rutina diaria. Los formatos para adentrarse en los libros son para todos los gustos, el tradicional impreso, electrónico o el que no acaba de encontrar su lugar, el audiolibro.

Cualquiera diría hace algo menos de un mes, cuando se presentó el Barómetro de Hábitos de Lectura Compra de Libros de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), que la lectura se convertiría en una actividad tan prioritaria y tan recomendada. Este estudio revelaba que cerca del 40% de la población no leía nunca o casi nunca. Esta cifra se verá reducida en el próximo barómetro si este tiempo de confinamiento engancha a más de un lector ocasional.

Para aquellos que no están del todo convencidos con dedicar un tiempo a devorar páginas y páginas de algún libro, las editoriales tienen la solución para ellos: los audiolibros. Esta alterativa auditiva no terminar de calar entre los lectores y los potenciales, y así lo demostraba el barómetro de la FGEE, pues solo el 3% escucha los libros y un 1,3% lo hace de manera frecuente.

A pesar del reducido número de oyentes de libros, las editoriales ven en este formato un negocio viable. Y por eso, Planeta o Penguin Random House se han liado a producir audiolibros. Spotify es otro de los canales donde encontrar audiolibros, clubes de lectura y demás contenido literario.

LAS PLAYLIST DE SPOTIFY

La plataforma musical, que también está registrando un incremento de suscripciones estos días, permite a sus usuarios escuchar todo tipo de playlist, también de libros. El ejemplo más claro está en la escritora Elísabet Benavent. Durante la cuarentena, @betacoqueta ha facilitado a sus seguidores el link a la playlist de su último libro a Spotify. Aunque no es el único, pues otras de sus novelas -Fuimos canciones y Seremos recuerdos- también cuentan con playlist en la plataforma musical.

Estas playlist completan el amplío negocio que rodea a la publicación de un libro. Y no viene nada mal, sobre todo si tenemos en cuenta la pérdida que está acarreando la crisis causada por el Covid-19 al sector librero, distribuidor y editorial, que estima en 1.000 millones de euros las pérdidas. En este momento de arrimar el hombro, los escritores se convierten en las mejores bazas para elevar las ventas.