Ana Botín necesita millennials para ejecutar la verdadera revolución roja

Ana Botín quiere que el Banco Santander siga existiendo dentro de 100 años y para eso necesita transformar su manera de hacer banca. Apostará más por los canales digitales, pero no por ello se va a desprender de todas las oficinas, es solo que ahora serán diferentes.

Así lo explicaba la presidenta de la entidad este miércoles durante la presentación de resultados de 2020. En palabras de Botín, en un “nuevo entorno y una economía digital” como la actual “tenemos que poder competir todos los sectores”. Precisamente por esto, el Santander está contratando a “miles de personas con perfiles distintos”.

Y esto mientras lleva a cabo importantes procesos de ajuste en Europa. En España, la entidad cántabra ha negociado un ERE para el 13% de su plantilla y 3.572 personas que dejarán sus puestos de trabajo este 2021. Se espera que esté cerrado en agosto. Paralelamente, se cerrarán 1.000 oficinas de aquí al mes de julio.

8.000 TRABAJADORES EN 3 AÑOS

El Banco Santander tendrá a cierre de este año casi 8.000 trabajadores menos en España que en 2018. Actualmente, la entidad tiene 26.961 empleados en nuestro país, pero esto ya son 4.268 menos que hace 2 años, y ahora hay que sumarles los 3.572 que se irán en los próximos meses con motivo del nuevo ERE.

Esta cifra puede seguir incrementando pues al ser preguntada por la posibilidad de anunciar más ajustes de empleo, la presidenta del Santander señaló que “es posible que el futuro haya más EREs” pero en tal caso, lo harán siempre previa negociación con sindicatos y agentes sociales.

El grupo anunció el pasado mes de octubre, durante la junta de accionistas, que quiere unificar sus negocios en Europa y prevé ahorrar costes de 1.000 millones de euros en España, Portugal, Reino Unido y Polonia entre 2021 y 2022. Precisamente en todos estos mercados es donde más recortes de empleo ha habido este último año.

Reino Unido ha sido el peor parado con 1.559 salidas en los últimos doce meses. Seguido por España, donde se suman otras 669 salidas desde diciembre de 2019. En Polonia también cuentan con 467 trabajadores menos que un año atrás y en Portugal, la reducción ha sido solo de 246 puestos.

NUEVOS PERFILES

Los ERE del Santander, al igual que los que han negociado otras entidades bancarias se suelen llevar a cabo mediante salidas voluntarias o prejubilaciones. La banca prefiere prescindir de aquellos trabajadores de edades más altas y contar con una plantilla más rejuvenecida por dos motivos, el primero porque les sale más barato y el segundo porque vienen enseñados de casa.

Respecto al primer punto, los ahorros son a la larga. Pues como se ha podido ver en las cuentas anuales, el Santander ha cargado con una partida de 1.146 millones de euros, vinculados, principalmente, a los costes de reestructuración en España.

Y en canto a lo segundo, cualquier trabajador que se incorpore a un banco y tenga menos de 30 años pertenecerá a esta generación millennials que algunos llaman generación digital o hiperconectada. Es decir, han nacido con un móvil bajo el brazo y han crecido con un ordenador, de manera que las capacidades digitales las tienen más que superadas. Y esto es lo que necesita el banco para llevar a cabo su propia revolución.

En el último año los clientes digitales del Banco Santander en Europa han crecido un 10%, hasta los 15,2 millones y solo en España son 5,2 millones. La pandemia ha sido la puntilla de una tendencia que ya se había acelerado en los últimos años, así que la entidad quiere estar preparado para los nuevos tiempos. A medio plazo se ha propuesto que las ventas digitales alcancen el 50% del total, actualmente representan el 44%.

SE PIERDEN 2.500 OFICINAS EN ESPAÑA

Si miramos a las oficinas, también hay cambios. Actualmente en Espala hay 2.939 oficinas del Banco Santander, 296 menos que el año pasado. La cifra impacta más si echamos la vista atrás, a 2018 cuando contaban con 4.365 oficinas en España, es decir, en dos años han cerrado 1.426 sucursales. Y aquí hay que sumar las 1.000 que se cerrarán este ejercicio.

Según sus cuentas, en Portugal, Reino Unido y Polonia han cerrado otras 130 en total. En este sentido, Botín aclaraba que lo que están haciendo es “seguir a los clientes”, y estos están apostando más por relacionarse con la banca por los canales digitales. Aseguraba que seguirán atendiendo en oficinas “pero de manera diferente”.

Ahora tratarán de reinventar la red de sucursales y apostar más por los Work-Café, este tipo de oficinas llegaron a España en 2018 y desde entonces se ha ido extendiendo por otros mercados, cuenta con espacios de coworking, salas de reuniones, cafetería y la tradicional asesoría financiera de la entidad bancaria.

En este sentido, recordaba que en septiembre firmaron un acuerdo con Correos que permitirá al banco ofrecer servicios financieros básicos como retirada e ingreso de efectivo en los 4.675 puntos de atención de los que dispone la empresa, a partir de este año. De esta manera, amplían sus servicios a 1.500 municipios más, pues se puede llevar dinero a cualquier domicilio de España mediante los carteros y acaban con el riesgo de exclusión financiera, según explicaba la banquera. “Estaremos en pueblos y sitios más rurales”, aseguraba.

Con todo, Botín defendía que el Santander seguirá en las oficinas y mantendrá la atención personal, “la cuestión es dónde o cómo”, destacaba. “Vamos a adaptarnos a lo que los clientes nos vayan pidiendo”.