El amianto intoxica el futuro del Metro de Madrid

La imagen de los maquinistas del Metro de Madrid con mascarillas se ha convertido en un habitual, sobre todo en las líneas 1 y 10 del suburbano. El amiento ya se ha cobrado la primera víctima y los empleados ya han anunciado una nueva huelga para este sábado. Paros entre las 11:00 y las 12:00 horas en las líneas 1, 3, 5, 7A, 9A y 11, con unos servicios mínimos del 53% establecidos por la Comunidad de Madrid.

El amianto no es un tema menor, no es una broma y no es una moda pasajera para atacar a la más que cuestionable gestión del Metro de Madrid. El asunto es tan serio que la empresa del suburbano de la capital ha sido llevada a juicio por la viuda del primer trabajar¡dor que ha muerto a causa de esta sustancia en el Metro de Madrid.

El próximo 1 de abril, Metro se verá las caras con la viuda del primer trabajador fallecido por una enfermedad profesional contraída debido a la presencia de amianto en el suburbano. Será en una sola sesión cuando el Juzgado de lo Social número 10 de Madrid aborde la solicitud de indemnización de casi 400.000 euros cursada contra la compañía. Metro se sienta en el banquillo.

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El empleado, Julián M.R., era de mantenimiento y murió en octubre del pasado año. Su caso, además, ya le costó a Metro 191.000 euros de multa por parte de Inspección de Trabajo.

Pero este no es el único frente que el Metro de Madrid tiene abierto con el problema  del amianto. De hecho, este caso es sólo la punta del iceberg. El suburbano tiene que capear también el dictamen de la comisión de investigación del amianto del Metro. Un dictamen contundente y que dibuja un futuro incierto para la empresa.


Durante meses, la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid sobre el amianto ha interrogado a diferentes responsables de la compañía y ha escuchado a técnicos y a los trabajadores afectados. Al final, esta comisión dictaminó hace tan sólo unas semanas que Metro sabía de la existencia de amianto y de sus riesgos para la salud desde hace más de dos décadas, pese a lo cual la dirección de la empresa no le dio la importancia debida ni tomó las medidas de seguridad para sus trabajadores.

Los distintos puntos de las conclusiones son demoledores. En el primero, se especifica que la empresa tenía conocimiento de la existencia de amianto y de sus riesgos desde hace más de dos décadas. En el segundo se aclara que el Metro vendió trenes con amianto a Argentina cuando la legislación lo prohíbe desde 2002. Además, en el apartado de recomendaciones del dictamen se habla de ocultación de la existencia de amianto a los trabajadores. También se aclara que los responsables del problema han intentado ocultarlo, hasta que la opinión pública ha presionado y ha tenido que actuar.

Durante el debate del dictamen en Pleno, el diputado socialista Daniel Viondi lamentó que a día de hoy se encuentra una personaa fallecida y que hay varias con enfermedades  profesionales reconocidas y «nadie ha asumido responsabilidades políticas ni profesionales. «Por respeto a sus familiares alguien de ustedes deberían decir una palabra que no se ha oído a ningún miembro del Gobierno: Perdón. Le falta pedir perdón a los trabajadores y a los sindicatos», solicitó en la Asamblea.

Precisamente, los sindicatos son los más más críticos con este dictamen. Aplauden la labor de la comisión de investigación, pero solicitan que se eleve a la Fiscalía y que el Metro afronte todo lo que se vislumbra en el texto. 

Además, las centrales consideran que las cosas se están haciendo ahora deprisa, corriendo y de mala manera y critican que no se hayan puesto todos los medios de Metro para desamiantar mucho más rápido de lo que se está haciendo y para poner en marcha un fondo de indemnizaciones para todos los trabajadores.

Por su parte, el Sindicato de Maquinistas de Metro (SCMM) informa de nuevos paros -que comenzaron el 10 de diciembre de 2018. Unos paros que tendrán su próximos capítulo el este 23 de marzo y que proseguirán el día 30, todos los sábados de abril y también los días 18 y 19, jueves y viernes de Semana Santa, y en mayo y en junio.

HUELGA TODOS LOS SÁBADOS HASTA JUNIO

Además de por el amianto, los maquinistas llevan a cabo estos paros para exigir la contratación de profesionales a jornada completa para cubrir «las necesidades del suburbano madrileño», por la escasez de trenes, las continuas aglomeraciones, la mala gestión en el caso del amianto, la ocultación de información, los problemas de conciliación familiar, la falta de seguridad en trenes y estaciones y unos estudios de calidad del aire mal hechos.

No hay que el Metro de Madrid no reciba un revés. En sus redes sociales, en la Asamblea de Madrid y ahora también en los juzgados -aunque falta que se celebre el juicio y que la Fiscalía entre en el dictamen-. Los usuarios y trabajadores del suburbano esperan que el Metro vuelva a volar, pero sin prisa, para no respirar más amianto.