El alquiler subiría un 33% si se aplica el índice de precios, según ANA

La aplicación del índice de precios propuesto por el Gobierno ha generado una gran polémica, ya que los expertos auguran incrementos de precios y la creación de un mercado negro. El director ejecutivo de la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), Manuel Romillo, advierte de que utilizar ahora mismo el índice de precios del alquiler como herramienta para intervenir los alquileres supondría un incremento de las rentas de un 33% de media.

Dicho índice se traduciría en un esfuerzo extra para los inquilinos, que tendrían que soportar subidas en su mensualidad de entre 40 euros y 300 euros, según ha señalado la compañía en un estudio realizado para conocer qué impacto tendría en las rentas si se utilizase el índice como herramienta para intervenir el mercado.

La Agencia Negociadora del Alquiler ha seleccionado una muestra de 29 viviendas ubicadas en Madrid y ha constatado que en 23 de ellas la renta media que indica el índice de precios del alquiler es superior al precio actual por el que están arrendadas (a enero de 2021).

En las seis restantes, la renta media que indica el índice es inferior al precio al que se han alquilado las propiedades. En concreto, estas rentas están desde un 1,2% hasta un 18% por encima del actual precio de mercado.

Asimismo, ANA ha alertado de que en siete casos el desfase de rentas que hay entre lo que plantea el índice de precios de alquiler y los alquileres actuales de mercado es «especialmente preocupante».

«Entendemos que el mercado del alquiler le está jugando una mala pasada, sobre todo a una parte del Gobierno, cuando su principal y única herramienta para controlar lo que ellos denominan desorbitados precios del alquiler, es claramente inflacionista, y si se aplicara ahora mismo, como hemos visto, la mayoría de los inquilinos tendrían que soportar subidas de las rentas de alquiler, desde 40€, a más de 300€», ha resaltado Romillo.

Asimismo, el director ejecutivo considera que utilizar un índice estadístico de carácter estructural, basado en la explotación de fuentes tributarias del año 2018, para intervenir las rentas en 2021 en un mercado como el del alquiler de vivienda, que es «claramente coyuntural y cambiante», es «inconcebible y metodológicamente imposible».